Podemos abre el proceso para renovar su dirección regional en Madrid
Podemos ha abierto este martes el proceso interno para elegir una nueva dirección regional en Madrid, después de una larga reunión este lunes por la noche. La situación era complicada tras la crisis del pasado mes de marzo, cuando dimitieron 10 consejeros autonómicos, y se agravó este mismo mes de julio con el relevo de parte de la dirección del grupo parlamentario.
Este martes el Consejo Ciudadano que dirige Luis Alegre ha definido los detalles de una Asamblea Ciudadana que arranca ahora –con acto presencial a finales de octubre– en la que, como ocurrió en Vistalegre en octubre de 2014, se decidirá sobre el modelo político y organizativo y, posteriormente, a principios de noviembre, se votará la nueva dirección –entre el 5 y el 9 de noviembre–. El 9 de noviembre acabará un proceso que empieza este mismo martes, cuando se abre el plazo para la presentación de los documentos políticos y organizativos.
Dentro del partido suenan tres nombres relevantes para la nueva etapa de Podemos en la región: el portavoz del Senado, Ramón Espinar; la diputada en el Congreso Tania Sánchez; y el eurodiputado Miguel Urbán. Queda la incógnita sobre si el sector más referenciado en el secretario Político de Podemos, Íñigo Errejón –sector que dimitió el órgano regional en marzo–, dará el paso de presentar una lista propia. Dentro de Podemos afirman que prefieren priorizar “el debate sobre qué debe ser Podemos ahora por encima de los nombres”.
En función de cómo transaccionen las diferentes familias en torno a los documentos, así se concretarán las posteriores listas para las primarias.
“Hay que poner el foco en los procesos de toma de decisiones”, explicó Espinar en una entrevista en eldiario.es: “Nosotros somos una herramienta política que tiene que madurar y estar a la altura de los millones de personas que nos han votado. Si las decisiones se toman de forma abierta, con democracia y transparencia no hay ningún problema en que haya diferentes opciones. O que no las haya. Puede haber una opción de consenso o que haya varias opciones. Hay que madurar hacia un movimiento popular donde las discrepancias internas se canalicen de forma democrática, como está recogido en los documentos y en el ADN de Podemos y de las plazas. Que no se hable de los quiénes, sino de los qués”.
Miguel Urbán, dirigente de Anticapitalistas, ya compitió en febrero de 2015 contra Luis Alegre, que encabezaba la lista oficialista. Y estuvo a punto de ganar las primarias. Aunque no lo logró, sí metió a un buen número de miembros de su lista en el Consejo Ciudadano Autonómico –16, frente a los 18 de la que encabezaba Alegre–.
Isabel Serra, Diego Pacheco y Jacinto Morano, miembros del Consejo Ciudadano Autonómico de Madrid elegidos por la lista de Urbán, reflexionaban así en un artículo en eldiario.es sobre el modelo de partido que persiguen: “En este proceso nos jugamos todo en priorizar el debate político-organizativo a la batalla de nombres, y tenemos que esforzarnos en generar espacios funcionales para el intercambio de ideas, para que personas que a priori no comparten las mismas sensibilidades dentro de Podemos si puedan coincidir en propuestas concretas, y así romper los enquistamientos mediante el debate y forzar una conversación que obligue a activar la inteligencia colectiva por encima de la guerra (siempre la guerra) de bandos predefinidos”.
“Tenemos asuntos importantes que tratar que no caben en una discusión nominal”, afirman: “Cuál es el papel de los círculos en la comunidad de Madrid, cuál debe ser la estructura territorial en la región y los modos de interacción entre lo barrial, lo municipal y lo autonómico, qué es el municipalismo para Podemos y cómo podemos aportar al trabajo que se realiza desde las diferentes CUP y ayuntamientos del cambio”.
La diputada de Unidos Podemos por Madrid, Tania Sánchez, explicaba así su posición en una entrevista en eldiario.es: “Podemos es un proceso en construcción permanente, una herramienta que se puso a disposición de la gente y que no está cerrada. Estamos casi inventando la política del siglo XXI. Queda mucho por debatir y habrá tantas opiniones como gente hay”.
División
La principal novedad es que el sector oficial, de momento, no ha anunciado una lista conjunta como si ocurrió en febrero de 2015. Las relaciones entre los dirigentes referenciados en Pablo Iglesias y en Íñigo Errejón en la región es mala, casi irreconciliable. Las diferencias se fueron larvando durante 2015 y estallaron en marzo. Primero dimitió el secretario de Organización, número tres de la dirección. Dos días después, otros nueve consejeros.
El Consejo Ciudadano quedó al borde de la disolución por falta de quórum, pero el momento elegido para el movimiento, en plenas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, dieron al traste con el intento y supusieron la destitución fulminante del secretario de Organización estatal, Sergio Pascual, por no haber evitado el conflicto.
Todos los dimitidos integraron la lista liderada por Luis Alegre en las primarias de 2015, que repentinamente quedó en minoría en el Consejo Ciudadano Autonómico. Un acuerdo con el sector de Anticapitalistas permitió mantener la vigencia de los órganos y no precipitar la crisis en plena precampaña de las elecciones del 26 de junio, además de aumentar el control político sobre el grupo parlamentario.
El enfrentamiento se trasladó entonces a la Asamblea de Madrid. Cuando se constituyó el grupo parlamentario, en el verano de 2015, se pactó de forma oral revisar al año su funcionamiento y proceder a una rotación de cargos en función de los resultados. Dicha rotación provocó una nueva disputa.
El Consejo Ciudadano del partido optó por abrir el proceso asambleario para elegir una nueva dirección, cuyos detalles se han fijado este martes.