El rey y Rajoy se exponen a una nueva foto con la imputada Sonia Castedo
Felipe VI y Mariano Rajoy se exponen de nuevo a compartir plano de fotógrafos y cámaras de televisión con la doblemente imputada alcaldesa de Alicante. El monarca viaja el próximo lunes a Alicante para inaugurar el Congreso Nacional de la Empresa Familiar. Como máxima autoridad de la ciudad, Sonia Castedo ejercerá de anfitriona. Fuentes de la Casa Real niegan que desde la institución se haya producido ninguna indicación a la organización para evitar momentos embarazosos.
Pero el president de la Generalitat, Alberto Fabra, sí ha dado por hecho que la visita a Alicante del rey el lunes y la del presidente del Gobierno un día más tarde se pueden convertir en un problema. Fabra ha reconocido ante los periodistas que la situación que se producirá la próxima semana será “incómoda”.
No es la primera vez que ocurre, ya que el rey y el presidente coincidieron con Castedo el año pasado, con motivo de la llegada a la ciudad del AVE. En todo momento, la alcaldesa quedó relegada a la segunda fila, pero fue imposible evitar la foto en la que la edil imputada por los casos Brugal y Rabasa apareció junto a las autoridades. En esa ocasión, el recibimiento en las vías no contó con discurso de la alcaldesa, porque ya se ocuparon los servicios de protocolo de Moncloa.
Aun así, Castedo negó que la hubieran evitado en ningún momento y presumió en los días siguientes de haber hablado con todas las autoridades convocadas para la ocasión. “Hablé con Rajoy, Cospedal, Margallo y Ana Pastor. Y comí con Fabra”.
El juego de esquivar a la alcaldesa lleva tiempo poniéndose en práctica en la Comunidad Valenciana. Pocos días antes de aquella inauguración del AVE, se celebró un homenaje a Alberto Fabra en el que Rita Barberá se negó a sentarse junto a ella. La alcaldesa de Valencia tenía silla reservada junto a Castedo, lo que no le hizo ninguna gracia. Resolutiva, aprovechó cuando bajaba del escenario para pedir a Esteban González Pons que se hiciera a un lado. En cuanto hubo una silla vacía, los dirigentes del PP volvieron a moverse para hacerle el vacío. Castedo, mientras, se entretenía mirando su móvil.