Rajoy intentará sumar al PSOE a su pacto de legislatura con Ciudadanos
Consciente de que encara una legislatura en minoría y de que el acuerdo con Ciudadanos no basta, Mariano Rajoy se esforzará este miércoles por atraer con su discurso a los socialistas para que apoyen las reformas previamente pactadas con Ciudadanos para permitir su investidura.
El presidente en funciones ha asumido que ese acuerdo es una especie de programa de gobierno ya que las 150 medidas que contiene requieren de tiempo para aplicarlas y ha invitado al PSOE a sumarse, dado el “entendimiento entre los partidos constitucionalistas”.
Ha querido dejar muy claro que él no ha presionado a Javier Fernández o a otros dirigentes socialistas para que decidieran abstenerse en la investidura de este jueves. “No he hablado con él de las resoluciones que adopta el PSOE. Eso no se le ocurre a nadie”, ha advertido. Lo que sí ha admitido es que tiene intención de hablar con el presidente de la gestora “para ver cómo podemos gobernar a lo largo de las próximas fechas.
Más allá de la negociación de los Presupuestos Generales, para con los que no cuenta con el 'sí' de los socialistas, el punto de partida de sus políticas se centrará en el documento que Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta firmaron en agosto para sustentar su investidura. “Ya no son las medidas del señor Rivera, sino los acuerdos de su partido con el Gobierno que presido”, ha matizado cuando se le ha preguntado por sus prioridades.
En ese campo ha citado el acuerdo en educación, sin concretar en qué aspectos estaría dispuesto a dar marcha atrás en la LOMCE, más allá de una moratoria para que suspender una reválida no comporte quedarse sin el título de la ESO y Bachillerato.
Las principales reivindicaciones del PSOE son la derogación de esa ley, de la reforma laboral y de la conocida como 'ley mordaza'. El jefe del Ejecutivo está dispuesto a hacer retoques en esas materias, pero Moncloa niega que vayan a colaborar en derogar las leyes de su primer mandato.
Con los ojos puestos en la resolución del PSOE, Rajoy reeditará en su discurso la invitación a negociar varias reformas, como la del sistema de pensiones y la financiación autonómica. “Las discrepancias en lo sustancial no son tan grandes”, ha recordado, antes de citar la unidad de España, la soberanía nacional y el principio de igualdad de los españoles.
Reticente desde que llegó al poder a abordar una reforma de la Carta Magna, el líder del PP siempre ha defendido que no era una prioridad para él y que no se negaba, pero que exigía saber “para qué” al resto de partidos. El hecho de que el asunto haya salido a relucir en los encuentros del rey en su ronda de consultas ha puesto a Rajoy en una situación incómoda, que ha zanjado rápidamente: “A mí el rey no me ha dicho una sola palabra sobre la reforma de la Constitución”.