Rajoy da un tirón de orejas a los suyos y les ordena “no enredar”
El discurso de Mariano Rajoy ante todo el PP reunido en la Junta Directiva Nacional ha consistido en un tirón de orejas por el reciente cruce de críticas entre los entornos de María Dolores de Cospedal y Javier Arenas y un llamamiento a ganar las próximas elecciones “sin distraerse con cosas que solo importan a 25”.
Ningún crítico con la secretaria general tomó la palabra. Antes del presidente, solo intervinieron ella y Floriano. Rajoy se ha negado a pedir “unidad” con el argumento de que su partido “ya está unido”. A la salida, todos se mostraron obedientes e insistieron en que en el PP nunca ha habido la menor división. Incluidos los que han participado en las refriegas de los últimos días.
Como siempre que se trata de este tipo de reuniones, el discurso de Rajoy fue en abierto para los periodistas, que pudieron seguirlo a través de una pantalla de televisión en la sala de prensa de Génova.
Rajoy sentenció ante los suyos que los objetivos deben ser dos: consolidar la recuperación económica y ganar las elecciones. Lo primero, porque es “lo que interesa a los españoles”. Lo segundo, porque es cuando el PP se juega el poder autonómico y municipal.
Como ha hecho desde que llegó al poder, Rajoy lo ha fiado todo a la situación económica y ha alertado de que cualquier giro en esta materia “es un riesgo cierto para España”. Si no se tuercen sus planes, ha asegurado que al final de la legislatura habrá un millón más de españoles con trabajo y que en una nueva etapa “puede haber 20 millones de españoles trabajando”.
El presidente del partido ha citado a Floriano, que antes había insistido en el eslogan de que “aún queda mucho por hacer” porque el crecimiento económico “hay gente que efectivamente no lo ve”. No ha repetido la frase de que “había faltado piel”, pero se ha referido a la pobreza y a la desigualdad para decir que los índices que las miden “están yendo a mejor”. A la vez, ha presumido de que haya 884.000 personas más con tarjeta sanitaria, aunque sin referirse expresamente a la retirada ordenada por su Gobierno para los inmigrantes sin papeles y el veto, ahora corregido, para que puedan acudir a la atención sanitaria primaria.
Para conseguir el objetivo principal, ganar las próximas elecciones municipales y autonómicas, Rajoy ha pedido a su partido que presuman de lo hecho hasta ahora y lo usen como aval. Como respuesta a las críticas de los ciudadanos, Rajoy les ha aconsejado dos respuestas: “Tuvimos que pensar en 46 millones y por eso no pudimos satisfacer uno por uno a todos” y “hemos acertado en lo importante”.
El poder de las siglas del PP frente a Ciudadanos
Cuando más se habla de lo que puede restar su persona y la marca del PP en las campañas electorales, después de haber perdido medio millón de votos en las andaluzas, Rajoy ha hecho una defensa encendida de las siglas del PP. “Estas siglas son las que nos van a hacer ganar las elecciones, conviene que no lo olvidemos”, les ha advertido.
“Somos una organización seria, con nuestros defectos y nuestras historias, pero damos la talla y estamos a la altura”, ha dicho antes de cargar contra Podemos y Ciudadanos sin nombrarlos. Así, ha resumido que votarlos es como “hacer experimentos o jugar a la ruleta” y confiar en “un foro de debate” o “una pandilla de amigos”. Frente a ellos, Rajoy ha recordado que la falta de experiencia “no es un valor positivo en ninguna faceta de la vida” y menos para gobernar frente a un PP “de gente seria, preparada y capaz”.
Un minuto para la corrupción
Al principal problema del PP, la corrupción, Rajoy solo le ha dedicado un minuto de su intervención. El suficiente para decir que los conservadores están “tan abochornados” como los ciudadanos y que ningún partido está a salvo de “conductas deplorables”. Las últimas leyes aprobadas por su Gobierno, ha asegurado, detectarán nuevos casos.
