Tania Sánchez: “No todo el mundo está a gusto en Podemos”
Tania Sánchez (Madrid, 1979) no será candidata en las próximas elecciones autonómicas, aunque algunos de sus principales colaboradores sí participarán en los comicios en las listas de Podemos. Sánchez defiende que esto no supone su integración en el partido: “No voy a ningún consejo ciudadano, el domingo no estuvimos en sus reuniones, ni somos parte de las estructuras de Podemos, ni vamos a integrarnos en los círculos”.
Sánchez asegura en esta entrevista, la primera desde que anunció su retirada de la primera línea, que su trabajo político a partir de ahora se centrará en construir un agente político de ámbito estatal que logre “coser a todo el mundo” que quiera el cambio. Y a buscar la fórmula que lo permita: “Hay que inventar la rueda, que es lo que no ha hecho Podemos. Hay que inventar la rueda de verdad”.
¿Por qué no va en las listas de la Comunidad de Madrid?
Mi presencia en esa candidatura centraría el debate público en torno a una persona o a la competición entre personas y desvirtuaría lo que ahora mismo hace falta. Queda muy poco tiempo para las elecciones, todo va muy rápido y muy a última hora y creo que es urgente que haya una visualización de una alternativa potente y que no estemos debatiendo ni de personas ni de las relaciones de personas con otras personas.
La negociación para hacer las listas ha sido muy larga y ha pasado por distintas fases. El martes 3 se celebra una reunión y no se alcanza un acuerdo, que sí se cierra el domingo siguiente. ¿Qué pasa en esos días?ha sido muy largamartes 3
No es exacto plantearlo en términos de negociación. Entre el martes y el domingo cada uno hace reflexiones sobre las consecuencias de no encontrar un punto común entre las distintas estrategias electorales. También mucha gente de dentro y de fuera. Y nos preguntamos si en el momento político que vive Madrid era responsable lo que estábamos haciendo: emperrarnos en elementos que podían conducir a que hubiese una dispersión de voto, a una imposibilidad de referenciar los procesos de unidad popular municipales. Si era responsable hacer eso. En algún momento pensamos que merecía la pena hacer un ejercicio de responsabilidad y encontrar un punto de acuerdo.
¿Por qué dice que no es una negociación?
No ha habido un tira y afloja de nombres, de listas ni de número de puestos. Lo importante ha sido en todo momento la diferencia que se visualiza el martes entre quienes creemos que la incorporación de sujetos individuales a Podemos no mejora las condiciones de la candidatura y quienes creen que sí. Hemos sido capaces de encontrar un punto en el que ninguna estrategia se ve dañada por satisfacer condiciones del otro. Ha sido un elemento más político que de personas.
Pero la propuesta del martes, en la que Podemos ofrece a Convocatoria por Madrid que participe en sus primarias, y las del domingo, ¿son distintas?
Nosotros admitimos una menor visualización en la papeleta y ellos nos reconocen como un sujeto político en bloque: no somos personas individuales que nos incorporamos a sus listas, no somos sujetos valiosos de Madrid que nos incorporamos en Podemos. Somos un sujeto político colectivo necesario para el cambio. Hay, además, una aceptación de trabajar para los procesos municipales que no estaba el martes. Y eso para nosotros es crucial.
¿Y cómo será ese trabajo?
Convocatoria por Madrid lo que tiene en la cabeza permanentemente es la responsabilidad de garantizar que los procesos de cambio ni encallan ni descarrilan por intereses que no están muy claros, ni de partido ni de marca. Es una realidad que nosotros conocemos muy bien porque lo hemos trabajado mucho. Nosotros no solo pensamos en una marca electoral que funciona bien.
Hay mucha gente que lleva muchos años intentando construir una transformación por abajo que ha tenido dificultades por la distancia y la incomprensión de los proyectos electorales. Y de golpe, un proyecto que rompe el mapa abre muchas oportunidades de transformación. Pero no lo ha cerrado, no está cosido. Y eso hay que coserlo, hay dificultades para hacerlo y podemos jugar un papel en eso y queremos jugarlo. Con humildad, pero con rigor y respeto por lo que hace mucha gente desde hace muchos años.
¿Cree que se cumple al 100% la frase “no vamos a ir a Podemos, punto”?
ICV no está en IU y cuando concurre en las listas de IU con la papeleta de IU y se incorpora al grupo de IU, ¿alguien le pregunta si se ha incorporado?
¿Se siente hoy plenamente reconocida en aquella frase?
Sin duda. Parte del acuerdo es reconocer que somos un sujeto distinto de Podemos, que no compartimos sus estructuras, ni sus obligaciones.
¿Cree que este relato calará o se impondrá el que dice que ustedes se han integrado en Podemos?
Hay tres perfiles: el militante de otros proyectos políticos, el de los medios y el de los ciudadanos. El domingo, en la manifestación del 8 de marzo, todo el mundo que se cruzaba conmigo me paraba y me daba su opinión. Y todo el mundo me dijo: “Tenéis que llegar a un acuerdo para no tener que elegir entre dos papeletas porque va a ganar el PP y no os lo voy a perdonar nunca”. Ese tipo de gente no tiene una sensación de integración.
En los medios se han escrito relatos de planes perfectos desde hace ocho meses. Y ahora en lugar de reconocer que se han equivocado y que llevan meses poniéndome a parir por una cosa que no es verdad, construyen otro nuevo relato, el de las generales.
¿Y va a presentarse a las generales?
Os habéis contado la historia a vosotros mismos. Y como la realidad la ha desmontado, hay que construir otra que justifique que sí, que la historia era buena desde el principio pero que se ha torcido. Ese relato hay que mantenerlo. Usted diga lo que quiera, pero yo no voy a ningún consejo ciudadano, el domingo no estuvimos en sus reuniones, ni somos parte de las estructuras de Podemos, ni vamos a integrarnos en los círculos, ni nada que signifique participar en la estructura de Podemos.
¿Y el relato militante?
Es similar. Hay cierto nivel de frustración de gente que está en una situación muy complicada, que han sido compañeros. Lo entiendo.
En noviembre del año pasado los militantes y simpatizantes la eligieron como su candidata para las elecciones autonómicas. Al final, no lo será de ninguna lista. ¿Hacía falta todo esto para llegar a esta situación?
Volvemos a lo de siempre. No era un plan. Nosotros nos presentamos a las primarias con una apuesta por un proyecto político de lo que toca hacer en este momento histórico. Y mantenemos esa apuesta por una lógica real de unidad popular, porque todo el mundo es necesario para el cambio. Siempre dije que lo importante no era el papel de Tania Sánchez, sino si el proyecto seguía o no. Y para nosotros, tras mucho debate y sufrimiento, el proyecto de construir y coser bien la unidad popular está mejor que en enero. Bien vale eso decir: “que yo no sea un problema”. ¿Cómo voy a ser yo un problema a la voluntad de cambio que hay en Madrid? Lo he dicho siempre, pero como se ha hecho ya el relato, da igual.
¿Le produce desazón no ser usted la persona que intenta llevar ese proyecto de cambio adelante?
No, me produce desazón no tener garantías de qué era mejor o peor. Espero que no nos hayamos equivocado y que el cambio se produzca.
¿Hubo gente que le pidió que no retirara su nombre de la mesa?
Sí. En los debates que hemos tenido en el último mes hemos tratado no de imponer, sino de convencer y de ver pros y contras de las decisiones midiendo lo máximo posible los riesgos. A la gente que quería que yo estuviera en la candidatura les parece razonable.
Usted ha señalado que entre los motivos que le han llevado a dar un paso al lado está construir ese espacio político que está por el cambio pero que no quiere irse a Podemos.
Es que eso pasa. No todo el mundo está a gusto en Podemos y no podemos desaprovechar a nadie que esté por el cambio.
¿Cómo se va a cristalizar ese movimiento? ¿Con un partido?
Tenemos que hacer un debate con el resto de compañeros, con Equo y demás, para hacer las cosas como hemos hecho hasta ahora, sin líneas rojas y definiendo bien, en función de los objetivos políticos, qué es lo más importante y cómo buscar las herramientas y las tácticas que sirvan para eso. Yo tengo mis ideas pero hay muchos elementos de discusión. Es muy difícil encontrar una fórmula de organización y de propuesta política que sea capaz de cumplir los objetivos de todos los actores que son imprescindibles por el cambio y que hay que garantizar que estén, pero que sea operativo para que actúe en la vida cotidiana de la gente.
Hay muchos actores, pero usted tendrá su planteamiento. ¿Cuál es?
Muchos sectores piensan que la reestructuración del mapa electoral solo iba a afectar a dos partidos. Esta reestructuración afecta a muchos sectores y ámbitos. Hay mucha gente que no encuentra un espacio de participación y eso es lo fundamental: abrir el debate para encontrar la fórmula que pueda recoger a toda la militancia que necesita espacios de participación en su cotidianidad y que a día de hoy no ha encontrado.
¿Qué fórmula es la suya?
No tengo una fórmula perfecta. Si se estudian los diferentes procesos de las organizaciones sociales y políticas de transformación en toda Europa y en Latinoamérica que han aspirado a sumar, no han ido muy bien. Hay que estudiar bien cuál es la fórmula, que todavía no ha aparecido.
Pero tampoco hay tantas fórmulas donde elegir.
Es que hay que inventar la rueda, que es lo que no ha hecho Podemos. Hay que inventar la rueda de verdad.
Este nuevo actor político, que no podemos llamar partido, ¿seguirá en el ámbito regional?
Lo que le pasa a Madrid es mucho más urgente e imperioso que lo que le pasa a otros territorios, pero esto pasa en todo el estado. Hay que buscar la fórmula de coser a todo el mundo en todo el estado.
Entre tanto, ¿de qué va a vivir Tania Sánchez?
Tengo una parte de ahorros y, por primera vez desde que soy un personaje público, voy a cobrar en las televisiones. Nunca he cobrado porque como cargo público mi obligación era estar ahí, pero es una tarea que requiere de tiempo, dedicación y estudio porque yo procuro ser rigurosa y no ir a decir lo primero que se me ocurra. Además aprovecharé para hacer cosas que hasta ahora no he podido hacer: acabar mi máster y terminar de escribir un libro que tengo comprometido con Akal. Quiero vivir.