Los barones socialistas se revolucionan para apoyar a Susana Díaz frente a Madina
Eduardo Madina ha puesto muy nerviosa a la estructura orgánica del PSOE más clásico. Algunos creían que todo estaba previsto para que Susana Díaz, llegara y triunfara como en un paseo militar en su ascenso a la dirección del partido, pero todo apunta a que nada va a ser tan sencillo.
El PSOE se ha convertido en solo unos días en un polvorín donde solo el diputado vasco ha mostrado sus cartas y en el que otros como Carme Chacón claman contra el proceso e insinúan la existencia de pactos entre Rubalcaba y Madina para desbancar a la líder del PSOE andaluz. Mientras tanto, Susana Díaz solo ha dicho que su prioridad es Andalucía, pero consciente de que nadie como ella atesora poder orgánico e institucional dentro del debilitado socialismo.
La decisión, anunciada por Madina, de presentarse sólo si vota la militancia ha causado una revolución en la organización. Primero, Ferraz se replanteó sus planes iniciales y anunció la apertura de un proceso de búsqueda de fórmulas para generar un nuevo modelo donde se cumpliese la fórmula de “un militante un voto”. Ese cambio radical en cuestión de horas dibujaba para Díaz un panorama nuevo: su poder en Andalucía y la paz que ha aglutinado en torno a su federación de poco podrían servirle si en un Congreso la competencia con el vasco se planteaba en igualdad de condiciones.
La respuesta que ha provocado la dirección en Andalucía ha sido apabullante: este jueves, han salido los secretarios generales de varias federaciones del PSOE, todos ellos con pésimos resultados en las elecciones europeas en sus respectivas comunidades autónomas, para apostar públicamente por la líder andaluza en cuestión de unas pocas horas.
Ximo Puig (Valencia), Tomás Gómez (Madrid), César Luenga (La Rioja), Javier Lambán (Aragón), José Miguel Pérez (Canarias), Eva Díaz (Cantabria) y Roberto Jiménez (Navarra) mostraron este jueves su respaldo a Susana Díaz, a pesar de que la andaluza ni siquiera ha dicho públicamente que anhele convertirse en el relevo de Rubalcaba, como nueva secretaria general del PSOE. A éstos se ha sumado el secretario de Organización del partido en Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero.
Se trata de una nueva operación orgánica del PSOE como reacción clara a la irrupción de Eduardo Madina, que ha roto los planes ya cerrados por los sectores más tradicionales del partido. Asturias y Extremadura, las federaciones que junto a Andalucía salvaron los muebles en las europeas, no se han sumado por el momento al órdago a favor de la andaluza.
Madina se mantiene en su posición. Echará el pulso siempre que se cumpla que sea una elección directa de los militantes, contra Susana Díaz o contra Chacón.
Chacón, por su parte, se ha colocado en un segundo plano, porque todos los planes que tenía se han visto trastocados tras la decisión de Rubalcaba de convocar un Congreso Extraordinario. La exministra de Zapatero clamaba este jueves contra la dirección e insistía en pedir unas primarias abiertas antes de la celebración del congreso socialista.