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Zapatero considera que la reforma de la Constitución en agosto de 2011 evitó un gobierno tecnócrata
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero considera que la decisión de reformar la Constitución en agosto de 2011 para consagrar el principio de estabilidad presupuestaria evitó el peligro de que España se viera forzada a formar un gobierno técnico.
En la fase más dura de la crisis económica, “era reformar el artículo 135 o acabar con un Gobierno técnico como Italia o Grecia”, afirma Rodríguez Zapatero en una entrevista que publica este domingo el diario El País, en la que asegura que fue una iniciativa “completamente autónoma” y no inducida desde el exterior.
El expresidente del Gobierno asegura que esta reforma constitucional fue “muy útil” para la estabilidad presupuestaria del país, y defiende este principio aunque se muestra consciente de que “hay mucha gente de la izquierda” que no lo hace, y considera que la propuesta del PSOE de crear un fondo de garantía del Estado del bienestar en la Constitución “complementa muy bien” esta idea.
Zapatero señala que actualmente España está “lejos” de poder acometer un proceso de reforma de la Constitución, ya que “sólo podría encauzarse si antes hay una actitud nueva en el PP”, aunque el expresidente entiende que “hay muchas cosas que se pueden reformar”.
En concreto, aboga por fortalecer constitucionalmente los derechos de igualdad de la mujer y el reconocimiento explícito del matrimonio homosexual, considera “evidente” que los principios de la financiación autonómica deberían tener algo más de concreción en la Constitución, y añade que “se puede mejorar” todo lo relativo a las competencias autonómicas.
No obstante, a su juicio, “el tema está en la vertebración del Estado”, y alude a la “gran cuestión” con dos preguntas en las que “seguramente se centrará el debate” cuando se plantee: “¿Podemos reconocer singularidades? ¿Podemos reconocer el derecho a la diferencia sin que eso represente diferencia en derechos?”.
Afirma que “hay terreno que explorar” en respuesta a estas preguntas, y cree que es conveniente reconocer singularidades a Cataluña en la Constitución, pero no solo a esta Comunidad, sino a todas aquellas “que tengan singularidades”.