Los partidarios de la abstención se imponen en el grupo parlamentario socialista
La abstención se impone en el grupo socialista. Una mayoría de los parlamentarios que ha intervenido en la reunión que la gestora ha convocado para senadores y diputados en la Cámara Alta se ha pronunciado a favor de la línea planteada por Javier Fernández de evitar terceras elecciones. Solo tres intervenciones han defendido el “no es no”, aunque los dirigentes partidarios de esa postura se han quejado de que no les han dado la palabra al finalizar el encuentro antes de que pudieran intervenir bajo el pretexto de que la gestora tenían que reunirse para convocar el Comité Federal.
De las más de treinta intervenciones solicitadas se han producido cerca de una veintena. La mayoría de ellas han abogado por la abstención en la línea pronunciada minutos antes por el presidente de la gestora: “Abstenerse no es apoyar a Rajoy”, según fuentes presentes en el encuentro. Varios parlamentarios andaluces han defendido esa posición -José Andrés Torres Mora, José Caballos, José Martínez Olmos y Francisco Menacho, al igual que el nuevo portavoz en el Senado, Tini Álvarez Areces.
Antonio Pradas, que el encargado de presentar en Ferraz las 17 dimisiones que marcaron el camino de salida a Pedro Sánchez, ha apostado también por la abstención y ha asegurado que ha sido el mensaje mayoritario: “Debe ser el no a unas terceras elecciones”.
El expresidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha asegurado que hay que “desdramatizar” la abstención y ha considerado que se trata de una “decisión técnica, no ideológica”. En la misma línea de la gestora también ha intervenido Eduardo Madina, que ha insistido en que si hubiera ya gobierno se podrían haber derogado las principales leyes del PP, como la LOMCE o la ley mordaza.
Solo tres de las intervenciones han apostado por mantener el no a Rajoy, aunque son más los dirigentes que siguen defendiendo esa posición -entre ellos los miembros de la antigua dirección, como César Luena o Adriana Lastra, que mantienen el rechazo al PP, aunque han reconocido que no romperán la disciplina de voto si el Comité Federal decide la abstención. Precisamente, en la reunión, también ha habido llamamientos de los favorables a la postura de la gestora para cumplir con la disciplina de voto ante la amenaza del PSC y de algunos dirigentes, como la aragonesa Susana Sumelzo. Ni Javier Fernández ni Susana Díaz son partidarios de las 11 abstenciones “técnicas” para evitar que se vislumbre la división interna.
Peticiones de libertad de voto
Margarita Robles ha reconocido que no comparte el discurso “catastrofista” de Javier Fernández, que ha asegurado que el PSOE necesita una “reconstrucción”. La que fue número dos de Pedro Sánchez ha asegurado que los socialistas pueden “ilusionar” aún al electorado y mantener su promesa de cambio. No obstante, a pesar de que la semana pasada no descartó abandonar su escaño si el Comité Federal varía su rechazo al PP, ha asegurado que no dimitirá.
Del PSC ha intervenido Marc Lamuá, que ha advertido de los socialistas perderán “la confianza de la calle” si cambian del no a la abstención. “Hincar la rodilla es más cómodo que ponerse en pie y mantenerse firmes”, ha dicho en la reunión a puerta cerrada. También Odón Elorza se ha mantenido en el “no” y ha apelado a las normas del grupo parlamentario socialista para que se permita el “voto en conciencia”.
Acusación de silenciar el no
Dirigentes afines a Sánchez y partidarios del “no es no” se han quejado del “sesgo” impuesto por la dirección a la hora de repartir las peticiones de palabra porque aseguran que han impedido intervenir -por cuestiones de tiempo- a quienes iban a fijar la posición del no. Varios diputados y senadores habían acordado que el senador Ander Gil interviniera para defender esa posición “sin necesidad de montar un circo”, según esas fuentes.
El senador burgalés tenía preparado un discurso en el que iba a avisar de la falta de “coherencia” que supone abstenerse y de que esa decisión inhabilita al PSOE para ser oposición frente a la creencia de la gestora. Según ha explicado el senador burgalés a eldiario.es, la abstención “supone un problema de conciencia para muchos diputados y diputadas socialistas que difícilmente es compatible con la disciplina de voto”.
Gil, que iba a pedir también la libertad de voto en la investidura, considera que “lo responsable es no prolongar la vida de un gobierno de un partido corrupto y aniquilador del estado del bienestar”. “Tengo la esperanza de que podamos mantener, al menos, una parte de conciencia y de coherencia para enfrentar el futuro y seguir siendo la alternativa que busque y lidere un gobierno limpio y de izquierdas para este país”, zanja.
En la gestora están convencidos de que ganarán por mayoría la abstención en la reunión del Comité Federal teniendo en cuenta que 14 de los miembros de la Ejecutiva de Sánchez no votarán esta vez -sí tienen derecho el exsecretario general, Luena por ser barón y Patxi López que ha sustituido a un socialista vasco que ha dimitido en ese órgano- y porque han conseguido el viraje de algunos de los miembros que se mantuvieron leales con Sánchez en la votación de su caída, como el senador madrileño David Lucas.
La preocupación que existe ahora en Ferraz es que se ponga de manifiesto la división en la votación de la investidura. El PSC asegura que mantendrá el rechazo a Rajoy y algunos diputados, como la aragonesa Susana Sumelzo, aseguran que votará no. Por eso hay dirigentes que plantean la “abstención técnica” de once parlamentarios, que son los que necesita Rajoy para seguir en Moncloa. Ni Susana Díaz ni Javier Fernández quieren esa opción.