Los activistas amenazan con paralizar Líbano si continúa la crisis de la basura

Activistas libaneses amenazaron hoy con una paralización nacional a partir del lunes si el gobierno no resuelve la crisis de la basura, que Líbano arrastra desde el 17 de julio pasado cuando cerró el principal vertedero del país.

La advertencia fue hecha durante una manifestación que congregó hoy a miles de personas que respondieron a la llamada de los colectivos “Apestan” y “Rendir Cuentas”, nacidos tras el estallido de la crisis de la basura, para presionar a las autoridades.

“Las advertencias se han acabado. Nos encontramos en una nueva fase; el lunes paralizaremos todo el país para defender los intereses de los ciudadanos”, afirmó el activista Ali Slim.

Slim, que leyó un comunicado, amenazó con cerrar todas las calles de Beirut e instó a los manifestantes a no ir al trabajo y a los padres a no enviar a sus hijos a la escuela.

“Hoy hemos demostrado que si creemos en nosotros mismos, a pesar de nuestras ideas y diferencias, podremos construir un verdadero país. El camino es largo, pero no bajaremos los brazos hasta que tengamos un verdadero Estado”, agregó.

El activista pidió también al primer ministro libanés, Tamam Salam, que explique con claridad el plan para resolver la crisis de la basura, que se amontona en muchas partes de Beirut sin ser recogida.

Los manifestantes, que portaban banderas libanesas y pancartas en las que exigían una solución definitiva al problema de la recogida de desperdicios, se concentraron primero en la Plaza Sassine, en el barrio de Achrafieh, de mayoría cristiana, y desde allí se desplazaron a la Plaza Riad Solh, situada en el centro de la ciudad, a pocos metros de la sede del Gobierno y del Parlamento.

“Ustedes roban y nosotros pagamos”, “No queremos terminar en el hospital, ”todo el cuerpo médico debería estar manifestándose para denunciar esta crisis“, eran algunos de los lemas que se podían leer en las pancartas que llevaban los participantes.

El conflicto social de los residuos comenzó tras el cierre del vertedero de Naame, el 17 de julio de 2015, y el fin del contrato con la sociedad Sukleen, encargada de recoger la basura.

La parálisis política que afecta al Líbano debido a las posturas encontradas que mantienen las dos principales alianzas políticas, ha impedido la solución de este problema, que ya ha provocado la ira de los ciudadanos en ocasiones anteriores.