“Nos hemos cansado de España y España se ha cansado de nosotros”
La asociación que ha conseguido que un millón y medio de catalanes salieran a la calle para pedir la independencia apenas tiene seis meses de vida. Su presidenta es Carme Forcadell (Xerta, Baix Ebre, 1956) es una persona desconocida para la mayoría pero omnipresente en muchas de las luchas que se han llevado a cabo en Cataluña en los últimos años: fundadora de la Plataforma per la Llengua, miembro de la Comissió de la Dignitat que reclamó los papeles de Salamanca, vicepresidenta de la Plataforma pel Dret a Decidir y coordinadora de las consultas independentistas que se hicieron en más de 500 municipios de Catalunya. También fue concejala de ERC en Sabadell desde el año 2003 al 2007. Su teléfono no para nunca y ella tampoco. Durante la entrevista apenas piensa sus respuestas. Responde rápida y directa.
¿Cómo lo han hecho para conseguir que un millón y medio de personas salgan a la calle a pedir la independencia?
No lo hemos conseguido nosotros solos. Hemos recogido la antorcha de la histórica Assamblea de Catalunya, de la Crida, del Dret a Decidir, que empezó a normalizar el derecho a decidir, de las consultas a los ayuntamientos del 2009 y de la manifestación de hace dos años por el Estatut. No somos como una seta que nace de la nada. La mayoría de nuestra gente, nuestra base territorial, trabajó organizando las consultas independentistas.
¿Sus miembros forman parte de algún partido?
Tenemos gente que va desde Unió Democràtica hasta las CUP. Tenemos gente de todos los partidos y de distintas entidades. Nuestro único objetivo es la independencia y un estado propio. Hasta ahora pasaba que algunas organizaciones tenían este objetivo y muchos más. Hemos priorizado sólo el aspecto nacional y no el social, para sumar gente de todos los partidos.
Pero si hay que crear un Estado nuevo hay que pensar cómo hacerlo…
Cuando llegamos a la independencia nos disolveremos y los que tendrán el trabajo serán los partidos. Nosotros sólo hemos empujado a los partidos para que hagan el trabajo que creemos que tienen que hacer.
¿Se imaginaban una protesta tan masiva?
Al principio no. Pero a principios de agosto teníamos muchas señales… Organizamos más de 1.200 autocares, a los que hay que añadir los de otras entidades. La Guàrdia Urbana de Barcelona nos dijo que el número máximo de autocares que habían entrado en Barcelona eran 600… La gente tenía ganas de salir a la calle. Nosotros estamos cansados de España y España está cansada de nosotros.
¿No queda ninguna alternativa?
No. Federalistas es España no hay ni ha habido nunca. Para mí el federalismo es muy válido pero para España no sirve. Yo no he oído nunca a ningún político ni de derechas ni izquierdas que esté dispuesto a federarse con Cataluña. Es una opción utópica. Federalistas sólo ha habido en Cataluña.
No tienen la sensación que, de golpe…
Todo se ha acelerado, ¿no?
Sí. ¿Está de acuerdo?
En todos los procesos de independencia que se han producido en Europa en los últimos años, las personas que los han vivido siempre dicen que llega un momento en el que las cosas se aceleran. Y que las hojas de ruta no se acaban cumpliendo porque todo se acelera. Aquí se ha acelerado por la manifestación masiva: piensa que es la segunda manifestación más grande en todo el mundo, sólo superada por la del Cairo. Pero hay que tener en cuenta que en Cataluña sólo hay siete millones y medio de habitantes. El otro factor que ha acelerado los acontecimientos ha sido que a los ocho días de la protesta había la reunión entre Mas y Rajoy.
¿Esto no lo tenía previsto?
No, pero ha sido muy importante. La manifestación era demasiado reciente. En el tiempo han coincidido dos cosas que al ligarse han acelerado el proceso. Y Rajoy le responde que no a Mas y le obliga a tomar decisiones.
Dos días después de la manifestación el President Mas les recibió. ¿Qué sensación les dio?
Nos pareció que lo tenía claro, que iba en serio. Que si Madrid cerraba las puertas, como ha pasado, ya no había vuelta de hoja.
¿Él tenía fe en la reunión con Rajoy?
Yo creo que un no tan rotundo no se lo esperaba. Es mi impresión pero yo creo que él esperaba un aplazamiento, pero no un no tan rotundo. Esta negativa ocho días después de la manifestación…
¿Y ustedes?
Teníamos claro que Rajoy diría que no, pero nos daba igual. La soberanía fiscal o hacienda propia es una parte pero nosotros queremos el derecho a decidir. Nosotros no queremos que decidan por nosotros unos señores que hacen aeropuertos sin aviones, trenes de alta velocidad sin pasajeros… cuando nosotros pagamos peajes y en España está lleno de autovías. No puede ser que llevemos años pidiendo el corredor mediterráneo para dar salida a las mercancías y España todavía se esté planteando el corredor central, cuando por el mediterráneo pasan el 60% de las mercancías y por el central el 4%. Tenemos claro que en España no nos quieren como queremos ser y que el pacto fiscal no es la solución. Si el President quería ir a Madrid porque era su compromiso, pues que vaya, pero para nosotros daba igual.
¿Creen que la negativa de Rajoy ha dado más fuerza al independentismo?
Sí, hay mucha gente que ve la independencia como un tema de dignidad. El trato. Hace 30 años que contribuimos, que se niegan a publicar las balanzas fiscales para que no se conozca el expolio fiscal. Para mí es un trato humillante. Y ahora pedimos los 5.500 millones y toda España lo critica y desde Extremadura dicen no sé qué…
Hace cinco años apenas había independentistas. ¿Qué ha provocado aumento tan radical?
No creo que sea radical. Ha habido muchos avisos. En 2005 el pueblo de Cataluña vota un Estatut en el Parlament y luego en referéndum, pero el Gobierno español lo rebaja y encima lo impugnan al Tribunal Constitucional... Llega una gota que hace colmar el vaso. No ha sido tan de pronto, se habían dado avisos, pero lo que pasa es que no hay más ciego que el que no quiere ver. No nos han entendido y tampoco nos entienden ahora.
¿Y los partidos catalanes sí que lo vieron?
No lo sé…. Un poco sí. Convergència en su congreso de hace un año empezó ha hablar de transición nacional. Lo vieron y se prepararon.
¿Cómo se crea un país nuevo dentro de Europa en pleno siglo XXI?
Ese será trabajo del Govern y se tiene que hacer bien, con la cabeza fría y con serenidad. Con pasos seguros y con la ayuda internacional. Europa tiene que legislarlo. Puede haber otros países, como Flandes, Escocia, las Islas Feroe… Europa tendrá que legislarlo. Es cierto que no hay leyes, pero en el siglo XXI la democracia está por encima de todo, y si un pueblo quiere tener un Estado no hay fuerza humana que pueda frenarlo. Se tiene que hacer a tres bandas entre España, Cataluña y la Unión Europea y llegando a acuerdos. Aquí no se va en contra de nadie. Cuando dos no se entienden…
Si el President aprovecha el debate general para adelantar las elecciones se ahorrará hablar de los recortes…
Cataluña tiene muchos problemas, como España y una parte de Europa.
¿Y con la independencia se solucionan todos?
Con la independencia ganaríamos al menos 16.500 millones de euros cada año, que es todo lo que marcha a España y no vuelve. Con esto solucionaríamos una parte.
¿Qué cree que harán los empresarios?
En Cataluña el tejido empresarial es sobretodo pequeña y mediana empresa. Creo que ellos lo ven claro. Los grandes empresarios harán como en todos los sitios: lo que hace la mayoría. No querrán perder un mercado como el catalán.
El PSC parece muy desorientado. ¿Cataluña puede dar un paso tan trascendental con el segundo partido en fuera de juego?
Precisamente está fuera de juego por este tema. Hay una parte del PSC que está con que Cataluña sea un nuevo Estado de Europa, pero otra parte no. El señor Pere Navarro dijo que España será federal o no será y al día siguiente Rubalcaba le decía a Rajoy que ni pacto fiscal ni federalismo. El mismo Rubalcaba le dio la respuesta a Pere Navarro.