Los 'comunes' quieren cambiar el eje de la campaña del 21D: de lo nacional a lo social
Dos años y tres meses después, la candidatura que aunará en Catalunya a los comunes de Ada Colau y Xavier Domènech con ICV, EUiA y Podemos (si sus inscritos lo apoyan) afronta otra vez una campaña con un discurso que puede verse enterrado si se impone el relato plebiscitario. Catalunya Sí Que es Pot lo intentó, sin éxito, en septiembre de 2015. Su candidatura heredera, volverá a hacerlo ahora. Y sus principales portavoces ya se han puesto a ello.
Los mensajes en este sentido han proliferado en las últimas semanas, después de que la dirección de Unidos Podemos-En Comú-En Marea, que actúa como órgano ejecutivo de toda la confluencia, decidiera modificar el discurso que se había impuesto tras el 1-O y endurecer el discurso contra el bloque independentista.
El candidato a la Presidencia de le Generalitat de los comunes, Xavier Domènech, ofreció este lunes su primera entrevista tras ser ratificado por la Coordinadora de Catalunya en Comú. En Rac 1, el portavoz saliente de En Comú Podem en el Congreso apostaba por buscar “una nueva mayoría” en contra de la “represión” y a favor de un referéndum pactado para “desbloquear la situación actual” en Catalunya y “construir un país con una agenda social”.
En el mismo sentido se pronunciaba el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, casi a la misma hora en una rueda de prensa. “Pensamos que hay que poner el eje social por encima y recordar que los recortes en Sanidad y Educación los hizo el PDeCAT y la derecha catalana”, señalaba.
Por último, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, abundaba en la idea en la habitual rueda de prensa de los lunes. Tras apelar a una “solución democrática al problema nacional en Catalunya” señalaba que el problema no está “en las diferencias entre Catalunya y España. ”Esto va de las diferencias entre Pedralbes y de Cornellá. O entre el Barrio de Salamanca o Vallecas“.
Separarse del independentismo
El afianzamiento del “eje social” irá acompañado en la campaña por un distanciamiento del independentismo. La posición intermedia que ha mantenido el espacio político de los comunes (“ni DUI ni 155”), acompañada de su reacción ante la actuación policial el 1-O y el encarcelamiento del Govern, ha hecho mella en las encuestas.
En la dirección del grupo parlamentario son conscientes del “daño” que puede hacerles a corto plazo, aunque creen que han mantenido el discurso adecuado y que se moduló cuando había motivos para hacerlo, el cierre de las opciones de diálogo.
La posición de Unidos Podemos-En Comú-En Marea sobre la situación en Catalunya no ha cambiado desde esas autonómicas de 2015. Pero sí podría evidenciarse en los próximos días ese distanciamiento con posiciones independentistas. Sobre todo si finalmente se reproduce de alguna manera la coalición entre ERC y el PDeCAT. Una duda que se resolverá este mismo martes, cuando se cierra el plazo legal para registrar coaliciones electorales.
Em su entrevista en Rac 1, Domènech, visiblemente enfadado en algunos momentos (“nos llaman equidistantes y los de la puta y la ramoneta, pero siempre en la misma posición”), aseguraba que el objetivo de su candidatura es “construir una Catalunya que tenga reconocida su soberanía y que pueda decidir efectivamente su futuro”. Una “soberanía” que no tiene por qué implicar independencia: “Y hemos dicho que eso pasa por estar conjuntamente con el resto de pueblos del Estado”.
Más contundente en este sentido se mostraba Garzón. El líder de IU, menos atado a los equilibrios territoriales que otros dirigentes del espacio, apuesta abiertamente “por un Gobierno de izquierdas” con participación de Catalunya en Comú.
También el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, lanzó la semana pasada un llamamiento a ERC y el PSC para buscar un entendimiento posterior al 21D. En este sentido, su número dos orgánico aseguraba este lunes: “Tenemos claro que no vamos a llegar a acuerdos con el PDeCAT ni con el PP xenófobo ni con Ciudadanos”.
Echenique rechazaba un acuerdo preelectoral porque “una cosa es negociar en un Parlamento tras las elecciones donde no hay mayorías” y “otra muy distinta es ir en coalición a unas elecciones, que implica una sintonía muy alta”.
El secretario de Organización de Podemos advertía que este escenario se cerraría con un acuerdo entre ERC y el PDeCAT. “Una coalición lo cambiaría todo, sería plebiscitario y nos pondría muy difícil habar con ellos”, aseguraba. Y zanjaba: “Con una alianza nacional como fue Junts pel Sí se blanqueó la corrupción de CiU y los recortes en Catalunya. Ojalá haya una oportunidad después de las elecciones del 21D y se pueda evitar subsumir todo el debate al eje nacional”.