Sáenz de Santamaría: “Si todo el mundo hiciera como Monedero, a ver cómo pagamos la sanidad y la educación”
Desde Moncloa, durante la rueda de prensa que sigue al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno ha entrado en la polémica política por la regularización de ingresos de Juan Carlos Monedero. A Soraya Sáenz de Santamaría se le ha preguntado si el Gobierno, a través de Hacienda, se da por satisfecho con la presentación de una declaración complementaria.
La número dos del Gobierno ha repetido el acostumbrado “al Gobierno no le corresponde entrar en los procedimientos de Hacienda” para añadir que tampoco es cosa suya “si una complementaria anula la responsabilidad”. Pero, acto seguido, ha recordado al dirigente de Podemos que presentarla supone dejar claro que hay “un reconocimiento de parte”.
Una vez expresado en lenguaje jurídico, la vicepresidenta ha sido mucho más directa al exclamarse: “Si todo el mundo hiciera como Monedero ¡a ver cómo pagamos la sanidad y la educación en este país!”. Su actitud este viernes no es la habitual cuando se le ha preguntado por la corrupción que azota a su partido. En esos casos, es mucho más difícil que la vicepresidenta conteste directamente a no ser que se trate de las medidas presentadas para combatirla.
Los 26.000 millones a Grecia
La número dos de Mariano Rajoy ha aprovechado la ocasión para enviar un mensaje al gobierno de Syriza. Igual que han hecho Esteban González Pons y otros dirigentes del PP, que han pedido directamente la devolución de los 26.000 millones aportados por España, Sáenz de Santamaría los ha sacado a relucir para recordar “la solidaridad”.
“España ha aportado 26.000 millones sin que el sistema financiero español fuera proclive a la deuda griega”, ha dicho la viedepresidenta, que no ha querido responder directamente sobre si hay interlocución directa con Alexis Tsipras o Yanis Varufakis más allá de las reuniones internacionales.
La vicepresidenta ha insistido en que un cambio de gobierno “no es un cambio de compromisos”, aunque tampoco ha querido entrar en el detalle de los planes económicos hasta que los clarifiquen ni opinar sobre la anunciada subida del salario mínimo en Grecia.
