Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE
Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.
Matteo Renzi elimina del Gobierno italiano a Letta
Enrico Letta ya no es primer ministro de Italia. Las maniobras de Matteo Renzi han surtido efecto. El líder del Partido Demócrata italiano (PD) tenía prisa por llegar al Gobierno y consiguió que la dirección de su partido le diera un apoyo completo. Renzi se presentó ante los dirigentes, los mismos que en el pasado desconfiaban de él, y les dijo que quería un Gobierno diferente para el resto de la legislatura, dirigido evidentemente por él mismo.
Renzi tuvo lo que quería. 136 votaron a favor de su proyecto, 16 en contra y dos se abstuvieron. Una diferencia menor podría haber convencido a Letta que podía resistir más tiempo al frente del Gobierno de coalición. No fue el caso, y el primer ministro se reunirá el viernes con el presidente Napolitano para presentarle la dimisión.
A pesar de los pasos dados por Renzi en las últimas semanas, Letta aseguró un día antes que no tenía ninguna intención de dimitir. De hecho, presentó un documento que llamó “Compromiso Italia 2014” para continuar contando con el apoyo de la coalición gubernamental. “Quien quiera mi puesto que lo diga abiertamente. Las dimisiones no se dan porque se cuenten chismes o por juegos de poder”, añadió un desafiante Letta, que tardó menos de 24 horas en plegar velas.
Tras la elección de Renzi, de 38 años, como líder del PD el 8 de diciembre gracias a una victoria aplastante en las primarias, la cohabitación de ambos ha sido tumultuosa. El alcalde de Florencia no ha dejado de criticar ni un sólo día la pasividad del Gobierno. “Las baterías del Gobierno se han desgastado y tenemos que decidir si cambiarlas o recargarlas”, ha sido una de las máximas de Renzi de los pasados días.
El futuro Gobierno de Renzi ya cuenta con el apoyo del líder del partido Nuevo Centroderecha, Angelino Alfano (los antiguos disidentes del partido de Berlusconi), así como también otras formaciones como la centrista Elección Cívica, que temen la posibilidad de elecciones y ganarían así tiempo.