Los descartes y las confluencias obligarán a Podemos a rehacer sus listas electorales
La dirección de Podemos afrontará en los próximos días un reto que tiene que resolver muy rápido: rehacer sus listas electorales. Pablo Iglesias ha asegurado en público que su intención es que el partido repita las candidaturas que presentó el 20 de diciembre pero las circunstancias, internas y externas, obligarán a introducir cambios que serán más o menos traumáticos en función de cómo y cuándo se produzcan. El proceso no estará abierto a primarias. En todo caso, según ha anunciado el partido, se someterá a ratificación la unión electoral con otras fuerzas para el 26J.
De partida, Podemos tiene dos cabezas de lista que no repetirán. Y los dos en Andalucía. El abogado David Bravo anunció este miércoles que renuncia a repetir al frente de la papeleta en Almería por motivos personales relacionados con el cuidado de su hijo. El sindicalista Andrés Bódalo tampoco podrá repetir como número uno por Jaén ya que ingresó en prisión en marzo para cumplir una condena por agredir a un concejal del PSOE durante una protesta. La elección de Bódalo ya provocó una importante disputa interna en Podemos.
Andalucía es, además, uno de los lugares clave para la confluencia. Muestra de ello es que la primera reunión secreta entre Podemos e IU para alcanzar un acuerdo de cara al 26 de junio tuvo como protagonista a un importante dirigente de la coalición de izquierdas en la región.
Podemos podrá así aprovechar los huecos que dejan Bravo y Bódalo para reordenar algunas de las listas de la región y abrir huecos que permitan trufar sus papeletas con las de IU. Las conversaciones entre ambas formaciones avanzan en múltiples temas pero en lo que toca a personas todavía no se ha abordado, según aseguran fuentes de los dos partidos a eldiario.es.
Sevilla y Málaga serán dos plazas importantes en disputa. Además de por tamaño, porque en las elecciones del 20 de diciembre Podemos e IU acariciaron, respectivamente, un representante más para cada uno en dichas circunscripciones. Los cabezas de lista por Podemos fueron entonces Sergio Pascual y Alberto Montero.
El economista no es probable que salte ni ceda su posición pero el exsecretario de Organización del partido sí podría ser una de las personas que, sin quererlo, se vea relegado en la candidatura e incluso salte de ella, después de caer en desgracia ante el líder del partido.
Otro factor será la posición de Anticapitalistas. La secretaria regional de Podemos en la región, Teresa Rodríguez, es una de las principales dirigentes de este movimiento. El 20D ningún miembro de Anticapitalistas ocupó puestos relevantes en las listas pero esta situación podría cambiar de cara al 26J si los retoques de las listas pasan de ser un trabajo de cirujano.
Entre las opciones que se barajan, aún sin concretar, están que Alberto Garzón lidere la lista de Sevilla después de que Podemos haya blindado a Íñigo Errejón como número tres por Madrid. Aunque esto no ocurriera, la capital andaluza es una de las circunscripciones que podría encabezar un candidato o candidata de IU. Estaría por ver que Pascual acepte ser relegado no ya por un compañero, sino por alguien de otra formación cuando ha sido y es uno de los más firmes detractores de la convergencia electoral.
El baile de candidatos puede arrancar en Madrid o en Andalucía y reproducirse por el efecto dominó. Si la lista que encabece Pablo Iglesias sufre overbooking, algunos de quienes ocuparon puestos de salida en diciembre podrían optar por saltar hacia otra provincia. Y esto podría contagiar a otras listas. Ya en diciembre alguna de las personas más relevantes de Podemos fueron desplazadas a provincias más pequeñas ante el riesgo de no lograr representación.
En Canarias también está abierta la opción a una modificación de las listas, después de que el Tribunal Supremo haya decidido abrir una investigación contra la jueza en excedencia y ya exdiputada de Podemos Victoria Rosell. Aunque Pablo Iglesias e Íñigo Errejón han defendido su inocencia y han asegurado que repetirá al frente de la papeleta en Las Palmas, sus vicisitudes judiciales podrían provocar finalmente su caída.
Por último, dos nuevas confluencias regionales supondrían también una modificación de las listas. Por un lado el País Valencià, donde se reeditará la coalición entre Compromís y Podemos y a la que podría unirse IU. En este caso, como en Cataluña y Galicia, la confluencia operará de forma independiente y, en caso de que la unión se amplíe, reordenará sus propias listas.
La otra nueva confluencia se está fraguando en las Islas Baleares. Podemos negocia con el Més y otros partidos de la región una candidatura conjunta.