Cuatro diputados del PSOE rompen la disciplina de voto en una iniciativa sobre la mano dura del Gobierno ante el 1-O
El grupo socialista se ha dividido en el Congreso de los Diputados en la votación de la proposición no de ley presentada por Ciudadanos para respaldar las actuaciones del Gobierno de Mariano Rajoy ante el 1-O. La dirección de Pedro Sánchez ha decidido votar en contra de la proposición al no haber alcanzado un acuerdo con Ciudadanos sobre el contenido del texto. Pero cuatro de ellos se han abstenido. El voto negativo del PSOE ha impedido que salga adelante la proposición.
Los diputados que han roto la disciplina de voto son Soraya Rodríguez, Antonio Pradas, José Juan Díaz Trillo y Gregorio Cámara. A la salida del Pleno, los diputados andaluces han explicado a los periodistas que su voto se ha debido a un error, a pesar de que estaban en contra de la posición adoptada por la dirección de grupo.
Solo Soraya Rodríguez, exportavoz en el Congreso, ha reconocido que se ha abstenido a propósito. La parlamentaria, también crítica con la dirección de Sánchez, ha explicado que en la reunión de grupo previa al Pleno la dirección había expresado la intención de votar a favor de la iniciativa de Ciudadanos y, en caso de que no se aceptaran las enmiendas socialistas, abstenerse. Es decir, según Rodríguez el 'no' estaba fuera de los planes.
Fuentes de la dirección aseguran que han tenido abiertas las tres posibilidades de voto durante toda la jornada (sí, no o abstención) y que la decisión dependía de la actitud de Ciudadanos respecto a su posición sobre la comisión de estudio del modelo territorial que ha propuesto el PSOE así como de la aceptación de sus enmiendas. Como Albert Rivera ha rechazado esa comisión, que ha tildado de “pasteleo”, y no ha aceptado las enmiendas de los socialistas, la decisión de la dirección ha sido votar en contra, con lo que la iniciativa que planteaba la defensa de la mano dura del Gobierno ante el 1-O ha sido rechazada por el Congreso (con los votos en contra de todos los grupos, excepto PP y Ciudadanos).
Malestar por el voto en contra
Esa decisión de votar en contra de la PNL ha provocado un gran enfado en un amplio sector de la bancada socialista. En los momentos previos a la votación, un grupo de diputados socialistas se han reunido en el patio del Congreso y han mostrado su malestar en una conversación privada pero a la vista de todos los periodistas.
En ese corrillo estaban buena parte de los parlamentarios críticos con Sánchez: Soraya Rodríguez, José María Barreda, Ciprià Císcar, Ignacio Urquizu, Antonio Hernando, Pablo Bellido, Ricardo Cortés, Antonio Gutiérrez Limones, Gregorio Cámara y Artemi Rallo. Todos ellos han criticado la decisión de votar en contra, aunque la intención era mantener la disciplina de voto, según han manifestado a eldiario.es, a excepción de Soraya Rodríguez. La exportavoz, no obstante, critica la maniobra de Rivera: “Traer cualquier iniciativa que pueda dividir es erróneo. Lo que hay que hacer es favorecer el polo de los demócratas”.
Esos diputados consideran que lo correcto habría sido abstenerse y así se lo han trasladado a la dirección parlamentaria. Consideran que habría sido el menor de los males y que no habría tenido como consecuencia la imagen de que el Congreso rechaza una propuesta en defensa de la acción del Gobierno. “No nos habría pasado nada por abstenernos”, confiesa uno de ellos.
Es la primera vez que se produce una ruptura de la disciplina de voto en la bancada socialista desde que Sánchez se rehizo con las riendas del partido. La dirección del grupo –pilotada por Margarita Robles y de la que forman parte tres diputados que votaron no a Mariano Rajoy en la investidura rompiendo la disciplina– tendrá que determinar ahora si sanciona con una multa a los diputados que se han abstenido, tal y como prevé el reglamento interno del grupo socialista.