El PP de Mariano Rajoy ha vuelto a ganar las elecciones, esta vez con 14 escaños más que hace seis meses. El afán de los liberalconservadores era superar el 30% de votos y los 123 diputados conseguidos el 20D gracias a la previsible caída de Ciudadanos. Ambos objetivos han sido conseguidos con un 32% de sufragios y 137 asientos en el nuevo Congreso, lo que ha hecho que en la sede de Génova el sentimiento fuera de euforia en cuanto quedó claro que se mejoraba.
A pesar de que la suma con Ciudadanos se ha quedado en los 169, lejos de la mayoría absoluta, el PP lo interpreta como una mayor “legitimación” de Rajoy para gobernar de la lograda al primer intento. El bajón de Ciudadanos, además, aleja el veto de Albert Rivera.
El análisis de los resultados por parte de la dirección del PP no se ha llegado a producir. El argumento de la dificultad del recuento por los restos que inclinan los últimos escaños ha sido el esgrimido para no realizar ninguna valoración. Mientras, los simpatizantes empezaban a congregarse a las puertas de la sede donde sonaba la música para amenizar la espera.
Pasada la media noche, Rajoy, su esposa, Jorge Moragas, la vicepresidenta, Cristina Cifuentes y María Dolores de Cospedal salieron al balcón para celebrar la victoria y la lona con el lema “A favor” se descolgó para dejar ver otra que ponía “gracias”. Al ritmo del himno del PP en versión merengue, toda la dirección ha celebrado la victoria mientras abajo se coreaba el “yo soy español, español”. Los vicesecretarios también se sumaron al coro con el pulgar levantado en señal de victoria.
El candidato del PP, tras realizar tímidos saltos en varias ocasiones a petición de los miles de simpatizantes, ha asegurado que iba a dar “el discurso más difícil de su vida y eso que algunos he echado”. Claramente emocionado, y tras el tradicional recuerdo de que empezó en política “pegando carteles a los 22 años”, el líder del PP ha agradecido “la fe en la victoria” y ha renunciado a nombrar a sus dirigentes para agradecerles el trabajo. “No puedo citar a todos, sólo voy a citar a mi mujer”, ha dicho antes de besarla.
“Reclamamos el derecho a gobernar precisamente porque hemos ganado. Ahora de lo que se trata es de ser útil al 100% del pueblo español, a los que nos han votado y a los que no, a disposición de todos estamos”, ha sido su principal declaración. En este sentido ha dicho que a partir de este lunes empezará “a hablar con todo el mundo”.
En la primera planta, lo que antes era territorio de Esperanza Aguirre y ahora de Cristina Cifuentes se acumularon los cargos a la espera de que Rajoy cruzara el despacho para salir al balcón. Ante los nervios de Juan Carlos Vera, secretario ejecutivo de organización, el despacho de Cifuentes se ha convertido en un hervidero de inminentes diputados. Entre los más entusiasmados, Marimar Blanco y el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que se quedaron fuera del Congreso el 20D pero ahora han logrado escaño al conseguirse 15 por Madrid.