Miguel Arias Cañete explica las cosas de forma compleja. Lo hace, sobre todo, en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros. El candidato del PP a las elecciones europeas ha comparecido 13 veces: ocho como ministro de Mariano Rajoy y seis como ministro de Agricultura de José María Aznar. La primera vez lo hizo en abril del 2000, y sólo para responder preguntas. Y, en la última, el viernes 11 de abril de 2014, su trabajo en Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente parecía no importar demasiado: el ministro fue más cuestionado por su condición de candidato que por su trabajo en el Ministerio.
La complejidad de un texto se mide con la prueba de Flesch-Kincaid, una fórmula que calcula la legibilidad a partir del número de sílabas, oraciones y palabras. Cuanto más elevado es el resultado, más fácil de comprender es el texto. De esta manera, un texto con valor 100 es muy fácil de leer, y uno muy árido, 0. La media está entre 55 y 65, y un texto complicado, sobre 30. (Este artículo tiene un índice Flesh-Kincaid de 59,02).
El ministro de Agricultura tiene una media de 34,67 en todas sus intervenciones. Sus frases son largas y usa palabras complejas. Ha estado por debajo de 30 en la presentación de la Ley de Parques Nacionales, la Ley de fomento de la integración cooperativa o con la última modificación de la Ley de Costas.
Curiosamente, en sus dos momentos clave como ministro se ha explicado mejor. En noviembre de 2001, se descubrió el primer caso de vacas locas en España, y Cañete apareció por primera vez en una rueda de prensa del Consejo de Ministros. En esta ocasión sacó un 43,71. En agosto de 2013, con la presentación del Proyecto de la Ley de Evaluación Ambiental, el índice de legibilidad fue de 41,09.
Sin embargo, Cañete parece hacer esfuerzos para explicarse. Ha repetido hasta 32 veces la muletilla “es decir” en las 14 ruedas de prensa. Y en cada comparecencia repite las palabras clave de ésta. En la del decreto que regula la calidad de la carne dijo “jamón” 13 veces, “ibérico” 26 y “bellota” 12. En su momento, dijo vacas hasta en 20 ocasiones, y en la última rueda de prensa la palabra más usada fue, obviamente, Europa. 19 veces, y las que quedan.