La caja B del PP nacional irrumpe en el juicio de Gürtel en la segunda declaración
Han bastado cuatro jornadas y dos declaraciones de acusados para que la financiación irregular del Partido Popular durante dos décadas aflore en el juicio del caso Gürtel, a pesar de no ser ésta pieza en la que se investiga. Ha ocurrido durante la rápida declaración de Alfonso García-Pozuelo, el antiguo dueño de la Constructora Hispánica, la sociedad que obró el milagro de competir con las grandes del sector partiendo de tercera fila. Resultó breve, apenas imperceptible, el comentario “organismos centrales” que utilizó el empresario para apuntar a Génova como destino último del dinero que reconoce entregó a Francisco Correa.
La esperada declaración de García-Pozuelo ocupó unos minutos porque la fiscal Concepción Nicolás centró su interrogatorio en preguntar al constructor si suscribía las acusaciones que contra él se incluyen en el escrito de Anticorrupción y si hacía lo propio con los que él mismo ha presentado en la Audiencia Nacional, en los que asume su participación en los hechos. García-Pozuelo contestó afirmativamente a las dos.
Fue entonces cuando la fiscal Nicolás se centró en intentar averiguar el destino de una parte de los fondos de dinero negro del constructor, bajo la sospecha de que fue entregado a cambio de adjudicaciones de obra pública en Castilla y León. Pero García-Pozuelo negó haber pagado para que la Junta le diera obra pública y apuntó como destino del dinero entregado a Correa “organismos centrales”.
¿A qué se refería el constructor con esa expresión? Fuentes del caso aseguran que la respuesta está en la documentación intervenida a José Luis Izquierdo, el contable del 'grupo Correa'. Esa documentación fue cruzada con los ‘papeles de Bárcenas’ arrojando unas coincidencias que convencieron a Pablo Ruz de que los documentos publicados por El País debían convertirse en una pieza separada del caso Gürtel. Y es que García-Pozuelo entregó también dinero a la caja B de Génova, los “organismos centrales” del partido. En total, 162.000 euros entre 2003 y 2004. Según recopiló la UDEF, Constructora Hispánica fue adjudicataria de 32 proyectos entre mayo de 2000 y marzo de 2004 por un monto total de 703 millones de euros, con Francisco Álvarez-Cascos como ministro de Fomento.
Con el tiempo, los papeles de Bárcenas se convirtieron en la de la financiación irregular del Partido Popular, que irá a juicio en 2017. Y aquí está la explicación, según las mismas fuentes, de que la fiscal no repreguntara a García-Pozuelo. Si no admitía que el dinero era una contrapartida por obra en Castilla y León, su afirmación superaba la causa que se juzga y por tanto queda fuera del proceso.
La caja de los truenos, en Génova
El 7 de marzo de 2013, el juez Pablo Ruz dictó el auto que abría la caja de los truenos para el PP nacional. A los fantasmas de la corrupción del partido en Madrid, que investigaba en la pieza principal, se unía la sospecha de que una caja b había sostenido la formación en el Gobierno desde casi su formación. Dos años y dos semanas después, otro auto de Ruz cerraba la instrucción de la pieza separada de la caja b dando por acreditada su existencia de forma indiciaria en las últimas dos décadas.
Del banquillo han escapado los dirigentes del Partido Popular por encima de Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta y la veintena de empresarios que aparecen en los papeles del extesorero, entre ellos García-Pozuelo. Ruz consideró que había indicios suficientes de que habían entregado dinero negro al partido, pero la financiación irregular en el momento de los hechos no era delito y el cohecho resultaba indemostrable. Para ello había que acreditar que sus donaciones fueron a cambio de adjudicaciones concretas.
García-Pozuelo aparece en dos de los tres vínculos que Ruz citó aquel 7 de marzo de 2013 para vincular el caso Gürtel y el de los papeles de Bárcenas. En una carpeta incautada en febrero de 2009 a José Luis Izquierdo, el contable de la trama había recogido cómo el 21 de octubre de 1999, García Pozuelo ingresaba 9 millones de pesetas al “grupo Correa”, que habrían sido dirigidas a la financiación del PP gallego. A su vez, en los papeles de Bárcenas, el extesorero anotó tres entradas en enero, julio y noviembre de 2000 por valor de 5, 2 y 5 millones de pesetas respectivamente. Bárcenas anotó al lado “Alfonso Gª Pozuelo” y “de Alfonso Gª Poz”. La UDEF concluyó que ambas entregas pertenecían a la misma partida y que su destino final fueron la campaña del PP en Galicia.
El 27 de noviembre de 2003, la contabilidad de Izquierdo recoge una entrega de García Pozuelo por 600.000 euros. El dinero se reparte y 60.000 euros vuelve al mismo empresario, en forma de comisión. Los papeles de Bárcenas recogen una entrada de dinero a la caja B de Génova procedente de Alfonso García Pozuelo de 60.000 euros apenas una semana después.