El TSJM valora pedir pena de cárcel contra Elpidio Silva por la publicación de los correos de Blesa
El juez que investiga a José Elpidio Silva quiere saber si puede imputar a su colega delitos que comportan pena de cárcel en relación con la publicación de los correos de Blesa. El magistrado Jesús Gavilán ha dictado una providencia en la que solicita un informe al fiscal que aclare si Silva podría haber cometido los delitos de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos, ambos recogidos en los articulos 413 y 418 del Código Penal.
El artículo 413 del Código Penal señala que “la autoridad o funcionario público que, a sabiendas, sustrajere, destruyere, inutilizare u ocultare, total o parcialmente, documentos cuya custodia le esté encomendada por razón de su cargo, incurrirá en las penas de prisión de uno a cuatro años, multa de siete a veinticuatro meses, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de tres a seis años”. Si las pretensiones del magistrado Jesús Gavilán se cumplen en su expresión más grave podría darse la circunstancia de que Elpidio Silva acabe en la cárcel mientras Miguel Blesa sigue en libertad.
Según el escrito del juez, Silva podría ser responsable de la publicación de los correos de Blesa por la sencilla razón de que en un momento tuvo acceso a esos documentos. El juez que encarceló a Blesa niega poseer esa documentación y ha pedido al Tribunal que le facilite acceso a la misma para poder usarla en su defensa. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid le negó a Silva el acceso a los correos argumentando que se trata de comunicaciones en la esfera personal del banquero, por lo que su uso judicial podría vulnerar el derecho a la intimidad del banquero.
En la misma línea se manifiesta la Fiscalía. Fuentes de la fiscalía de Madrid, consultadas por eldiario.es, señalan que “hay que plantearse si se ha producido un delito de antentado contra la intimidad del Sr Blesa”. Ahora, el mismo tribunal que denegó a Elpidio José Silva el acceso a los correos de Blesa para usarlos en su defensa da los primeros pasos para culparle por la publicación de los mismos en diferentes medios.
Las posturas de Gavilán y de la Fiscalía quedan en entredicho si se observan las normas de Caja Madrid sobre el uso del correo electrónico que le fueron remitidas al propio Blesa vía mail, como publicó eldiario.es. En esa guía de uso, la entidad bancaria recuerda que la propiedad de las comunicaciones electrónicas de los empleados de Caja Madrid es de la empresa y no de los usuarios, además de recordar una serie de normas que limitan los correos con temas personales e incluso políticos. Blesa incumplió casi todas esas normas.