La participación en las primarias del PSOE se dispara hasta el 51% a las 14 horas
La participación en las primarias del PSOE a las 14.00 es de un 51%, según ha informado el portavoz de la gestora del PSOE, Mario Jiménez. Ese porcentaje sale de una muestra elaborada con las 750 mesas abiertas a la votación durante la jornada completa, que corresponden a agrupaciones con más de 100 afiliados y que representan a unos 120.000 afiliados, “dos tercios del total del censo”, ha explicado Jiménez.
Son los datos de participación que ha recabado Ferraz correspondientes a los militantes que ya han pasado por las urnas antes de las 14 horas. Ese dato supone un aumento de casi 20 puntos respecto a la participación de hace tres años a esa misma hora. En ese enfrentamiento entre Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias la participación a primera hora de la tarde fue del 32,24% del censo constituido. Jiménez ha reconocido que “hay una evolución”, si bien ha matizado: “Entonces se calculó de forma diferente, no son magnitudes idénticas”.
El 51% de participación registrado se ha hecho sobre la muestra de las 750 mesas que abren en jornada completa. Representan a unos 120.000 militantes respecto a los 187.949 que están llamados a las urnas, es decir, en torno a dos tercios del censo total. El PSOE no ha incluido en el dato de participación a las agrupaciones que han decidido abrir solo media jornada –se daba esta posibilidad a las que tienen menos de 100 miembros–. Así, no se incluye a los militantes que han votado por la mañana en esos centros para que el resultado sea más ajustado dado que hay un buen número de agrupaciones que han decidido abrir por la tarde únicamente. “Es un reflejo muy veraz de cuál es la realidad de participación en las agrupaciones locales”, ha expresado Jiménez.
Aún así, la participación ha aumentado significativamente respecto a las primarias de hace tres años, cuando a esta misma hora el dato era de 32,24%. “No estaríamos comparando magnitudes homogéneas”, ha advertido Jiménez. En aquel momento se incluyó en la cifra de participación a las agrupaciones que abrieron solo por la mañana.
En el PSOE esperan que la cifra de participación sea muy elevada y que roce el 80%. Solo en la recogida de avales para los tres candidatos se alcanzó al 66% del censo. Los candidatos tienen los ojos puestos en la movilización, pues de ella puede depender el resultado. En el equipo de Susana Díaz creen que si la participación supera el 80%, Pedro Sánchez tiene posibilidades de vencerla.
El PSC, por debajo de la media
Los de Sánchez, por su parte, consideran que la participación alta les beneficia porque tienen 'voto oculto' con respecto a los avales, que son firmas de los militantes y que, por tanto, no respetan el anonimato. En esa primera batalla, Díaz aventajó a su rival en cerca de 6.000 avales. Ahora confía en incrementar aún más la distancia en Andalucía y subir en algunos territorios en los que tuvo dificultades durante la recogida de avales, como Cataluña.
En el PSC la participación ha sido un poco menor que en la media, con un 47,87%, según fuentes del partido. En el 'susanismo' temen que una movilización masiva de los catalanes en favor de Sánchez, por eso ven con buenos ojos que esté por debajo de la media, aunque en los últimos días han percibido una mejora en las expectativas.
Ferraz no ha ofrecido la participación disgregada por federaciones porque, según ha explicado Jiménez, han centralizado los datos a partir de las mesas directamente. “No tenemos ese dato en estos momentos porque se ha tratado por mesas y no la tenemos todavía por territorios”, ha explicado.
Los 187.949 afiliados socialistas –en los que se incluyen los militantes del PSC y de las organizaciones juveniles de las dos formaciones– votan en un ambiente tenso e incluso crispado en el que no han faltado las palabras gruesas entre las candidaturas. La presidenta andaluza y el exsecretario general no esconden que el PSOE se debate en este proceso entre dos modelos diferentes.
Las primarias de este domingo pondrán fin a la incógnita de quién se hace con las riendas del PSOE, pero no será la última batalla. Al vencedor, que sacará una escasa ventaja a su oponente, le tocará la difícil tarea de gestionar el día después. La victoria de Díaz permitiría una transición más ordenada: tiene a las federaciones de más peso de su parte y capacidad para integrar a López. Además, cuenta con el respaldo mayoritario en los grupos parlamentarios.
El nerviosismo se ha apoderado de la candidatura de Díaz en la recta final de la batalla. La que fue una demostración de fuerza de la andaluza con 60.231 avales quedó empañada por la sorpresa de Sánchez, que recabó 53.692 firmas. La escasa distancia entre los dos hizo sonar todas las alarmas en el 'susanismo'. Por primera vez, muchos de los que la apoyan se dieron cuenta de que la amenaza de una derrota es real.
Los militantes tendrán la última palabra: dar el poder a Díaz, que cuenta con el respaldo de buena parte de los pesos pesados socialistas, o que Sánchez recupere el control del PSOE tras su convulsa salida en Ferraz. De esa decisión depende el futuro del partido centenario, que para Díaz se juega “su ser o no ser” y para Sánchez, seguir siendo la referencia de la izquierda.