El PP se divide ante la llegada de Trump mientras Feijóo guarda silencio

“Nada que decir”. Es la reacción de la dirección del PP al artículo de opinión crítico con Donald Trump que firma el vicesecretario y hombre fuerte del partido en Europa, Esteban González Pons. El responsable de la política Institucional del PP, vicepresidente del Parlamento Europeo y del PP continental, negociador con el Gobierno y 'proxy' con Junts, dejó escrito en el diario Las Provincias este fin de semana del presidente de EEUU que es un “ogro naranja” o un “macho alfa de una manada de gorilas”. Sus expresiones han desatado la bronca del sector más extremo de su partido y de Vox.
La primera reacción interna fue la de Esperanza Aguirre. La expresidenta de Madrid y habitual de los platós de televisión en defensa de las posiciones de su sucesora, Isabel Díaz Ayuso, dijo no estar “nada satisfecha de Pons”. “Le he puesto un mensaje donde le decía que está a la izquierda de Iglesias y Monedero”, zanjó, en una conexión por videoconferencia en Cuatro desde el asiento trasero de un coche y sin el cinturón de seguridad puesto.
Las palabras de Aguirre sirven de termómetro del estado de agitación de la derecha española con el regreso de Trump a la Casa Blanca. El sector más extremo, con Vox a la cabeza, lo ha recibido con gran jolgorio. Santiago Abascal se desplazó a Washington a la toma de posesión del pasado 20 de enero, aunque sin haber compartido espacio con el presidente del país.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido este martes por la mañana que la relación de España con EEUU debería ser “siempre excelente” y “constructiva”, sin mencionar directamente la polémica que han suscitado las palabras de González Pons y culpando al presidente del Ejecutivo de enturbiarla. “Ese es el camino que yo utilizaré si tengo la responsbilidad de presidir el Gobierno, y lamento que Sánchez esté haciendo lo contrario”, ha afirmado. “Me preocupa, no lo que diga un diputado o un dirigente político, sino que el presidente del Gobierno esté jugando con los intereses de España en esa relación tosca y hostil con el prsidente de los EEUU”.
Este mismo lunes, Abascal ha pedido la destitución de Pons de su cargo institucional en el Parlamento Europeo. “Entiendo que el Parlamento Europeo reprobará a este vicepresidente bocazas. Y entiendo que el señor Feijóo desautorizará a su portavoz y lo mandará a que se confiese con su obispa”, escribió el líder ultra en su cuenta de Twitter, en referencia a las palabras de Marian Budde ante Trump, de las que Pons dice en su artículo: “Mirando al ogro naranja, pidió a Dios por los jóvenes homosexuales, por los sin papeles que lavan nuestros platos en los restaurantes, por los niños cuyos padres pueden ser deportados, por los refugiados que huyen de la guerra y la persecución”.
Pero Feijóo no ha desautorizado a Pons, y el resto de sus compañeros de la dirección nacional del partido han optado por rebajar el artículo del vicesecretario a una mera opinión propia. “No es el criterio del PP, las ha hecho a título particular”, dijo el responsable de Política Autonómica, Elías Bendodo.
El criterio del PP es no tener criterio, al menos en público. Feijóo ha optado por el silencio casi sepulcral al respecto desde que Trump ganó las elecciones a Kamala Harris el pasado mes de noviembre. El líder de la oposición y principal alternativa a Pedro Sánchez para dirigir el país se limitó a un mensaje en Twitter en el que mandó una “felicitación” al nuevo presidente y puso en valor “la importancia de la relación transatlántica”.
La tesis oficial del PP es la de mostrar “respeto” a la elección en EEUU sin entrar al debate de las propuestas de Donald Trump. Y no solo en asuntos que pudieran parecer alejados de España, como su idea de vaciar Gaza de palestinos o las deportaciones de personas migrantes engrilletadas.
El PP tampoco quiere pronunciarse sobre aquello que sí afecta directamente a España, como la amenaza de poner un arancel del 25% a la exportación de productos hacia EEUU, después de situar al país, por error, como uno de los integrantes del grupo BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, además de otros estados que se han sumado con el tiempo.
La amenaza de Trump no solo no provocó críticas en el PP o Vox, sino lo contrario. Isabel Díaz Ayuso, por ejemplo, ha pasado de criticar al líder republicano cuando no había sido reelegido todavía a ponerse de su lado ahora que ha regresado al Despacho Oval. En febrero de 2024, en una sesión de control en la Asamblea de Madrid dijo del entonces exmandatario que “tiene la brújula un poco averiada”.
Menos de un año después, la presidenta de Madrid ha recogido las palabras de Trump sobre España para atacar al Gobierno de Pedro Sánchez. “No todos los españoles ni todos en España somos parte de los BRICS ni queremos serlo, situación en la que nos ha llevado el Gobierno por aislamiento”. Ayuso felicitó a Trump por su toma de posesión y pidió “las mejores relaciones” con el Gobierno estadounidense “por motivos evidentes de seguridad económica” y porque cree que ambos ven “la vida de una manera parecida”.
Ayuso zanjó: “La primera administración del mundo, con la que estamos obligados a entendernos de manera prioritaria, nos ve alineados con dictaduras, con países empobrecedores donde no se respetan ni la propiedad ni la libertad”.
Este mismo lunes, preguntada por los periodistas en la puerta de la sede autonómica del PP, en la calle de Génova de Madrid, evitó referirse al artículo del vicesecretario nacional: “Lo que me faltaba ya como presidenta del PP de Madrid es valorar lo que diga Pons”. Tampoco la dirección de Feijóo ha querido hacerlo.
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