La escasa presencia de mujeres en el poder político: 11 autonomías desoyen el criterio de la Ley de Igualdad
Aún queda camino por hacer en la lucha por la igualdad: ni con una normativa a favor está garantizada la presencia de mujeres la política –ni en la primera línea ni en cualquier otro ámbito. Once Comunidades Autónomas no respetan la “presencia equilibrada” que marca la Ley de Igualdad aprobada en 2007, que establece que las personas de cada sexo no deberían superar el sesenta por ciento ni ser menos del cuarenta.
A la cola en materia de igualdad se encuentran Cantabria (22,22% de mujeres en el Gobierno), Catalunya (28,57%), Murcia (30%) y Melilla (30%). Incumplirían igualmente la normativa Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Galicia, Madrid, La Rioja y Ceuta. Estas once regiones van en contra del espíritu de la Ley de Igualdad, que entiende la paridad como un mecanismo para “asegurar una representación significativa de ambos sexos en órganos y cargos de responsabilidad”.
Baleares: ejemplo de promoción femenina
En el otro extremo se sitúa Baleares, que va más allá de la ley: es la comunidad con mayor presencia femenina (63,63%), seguida de Extremadura (62,5%) y Navarra (60%). Pilar Costa, consejera de Presidencia y portavoz del Govern balear, comenta que el Ejecutivo que preside Francina Armengol –primera mujer en ocupar este cargo– “tiene siempre presente la promoción de las mujeres”. Armengol es una de las tres mujeres presidentas de autonomías, junto con Cristina Cifuentes, Miren Uxue Barkos y Susana Díaz.
Actualmente, el Govern balear está compuesto por once miembros, siete de ellos mujeres, incluida la vicepresidencia. Costa, portavoz del Ejecutivo, empezó “muy joven” a hacer política y ella misma ha sido la primera mujer en ser presidenta del Consell Isular de Ibiza. Previamente, había sido senadora por Ibiza y Formentera. “El porcentaje de mujeres cuando yo estaba en el Senado, en los noventa, era bajísimo, entre el 15 y el 20%”, comenta.
Para ella, es fundamental que existan normativas a favor de la discriminación positiva: “Esto hace que fuerces la participación de las mujeres en los sitios de responsabilidad. A base de esfuerzo y de legislación se hacen avances, sobre todo a base de normativa. Si todo lo dejamos a lo que muchos defienden, ese 'ya caerá el tema por su propio peso' o 'las que valen llegarán a los puestos de responsabilidad'... pues podemos estar 200 años más hasta que llegue la igualdad real”.
En su caso, Costa dice no haber sufrido “ninguna dificultad para ser política”, pero comenta que quizás “no es consciente” de los obstáculos que ha sufrido porque “forma parte del machismo intrínseco que todos llevamos dentro”. “Pero sí puedo decir que no es un tópico que existe una mayor exigencia hacia las mujeres políticas”, añade. A parte, señala la dificultad añadida de poder compatibilizar la vida familiar y un alto cargo.
Falta de igualdad en los partidos y el Gobierno
El panorama en las formaciones políticas no es mejor. El INE publica un informe en el que evalúa el porcentaje de mujeres en los cargos ejecutivos de los principales partidos, así como el porcentaje de mujeres ministras –también se fija en las mujeres en los parlamentos autonómicos, en Europa, el Congreso y el Senado. Según el último estudio, el porcentaje de mujeres en los cargos ejecutivos de los partidos disminuyó respecto del año anterior, situándose en un 37,2%, frente al 37,5% de 2016.
PSOE, Podemos, IU, PDeCAT y Coalición Canaria son los únicos partidos que cumplen con los criterios de la Ley de Igualdad, aunque el partido catalán lo hace por los pelos: el 60% de las personas que lo dirigen son hombres y el 40% mujeres. La formación más igualitaria es IU, con un 50% de integrantes de cada sexo. Los que menos cumplen son PNV (28'6% de dirigentes mujeres) y ERC (23,8%).
El porcentaje de mujeres en el Gobierno es similar: el Ejecutivo de Mariano Rajoy cuenta con cinco mujeres ministras. Así, el Consejo de Ministros tiene una presencia femenina del 35,71%. Una de las carteras más importantes es la de Defensa, ocupada por María Dolores de Cospedal, como hizo ya en su día Carme Chacón, quien protagonizara ese “capitán, mande firmes” embarazada de siete meses que tantos sarpullidos y comentarios machistas provocó.
Machismo social e informativo
Diana Rubio, que codirige junto a Elena Barrios una plataforma de mujeres consultoras políticas –Womencompol–, critica las dificultades a las que se ven sometidas las mujeres que aspiran a alcanzar un puesto en primera línea de la política: “Además de las diferencias en cuanto a salarios, las mujeres tienen que estar el doble de formadas para alcanzar un lugar de responsabilidad y así despertar seguridad y confianza”.
Esta experta en comunicación, que ha asesorado a políticos de ambos sexos, observa una tendencia en el número de mujeres que consiguen un espacio destacado en las altas esferas del poder político y corporativo. “Son las líderes que necesitamos para que todas tengamos visibilidad”, comenta. En muchas ocasiones, ser tan visibles hace que reciban insultos y menosprecios machistas.
Rubio también lamenta el tratamiento informativo que se les da: “Es más cercano a la prensa del corazón. Los periodistas se fijan más en la vestimenta o el pelo. El caso de Ángela Merkel y su escote fue muy conocido. También están las preguntas que se les realiza. A los hombres no se les suele preguntar si piensan tener hijos o si les gusta bailar reggaeton”.