El presidente de la gestora del PSOE rechaza reunirse con Iglesias: “Si todavía no lo has entendido, va a ser inútil”
El presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, ha rechazado reunirse con Podemos para tratar la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, como le pidió a través de una misiva Pablo Iglesias. Fernández ha respondido al secretario general de Podemos en otra carta en la que le reprocha que haga “de la política un juego de apariencias” y señala que tiene la “sensación” de que pretende “regresar como salvador a la escena del crimen”.
Fernández recuerda que desde el PSOE ya habían mostrado su negativa a una moción de censura a través del portavoz de la gestora, Mario Jiménez, y del portavoz parlamentario Antonio Hernando. “Ya conoces por Mario Jiménez las razones por las que no creemos que una moción de censura sea la respuesta adecuada (...). No intentaré reiterártelas, primero porque pienso que no hace falta y segundo porque si todavía no lo has entendido, creo que va a ser inútil”, asegura.
En el documento, fechado del 2 de mayo, critica que Podemos hable de “equivocaciones” del PSOE derivadas de la investidura de Rajoy porque “no habrían tenido lugar si el partido que diriges hubiera permitido un Gobierno alternativo para el que existía una mayoría suficiente”. “Cada vez que lo reiteras, tengo la sensación de que pretendes regresar como salvador a la escena del crimen. Ya sé que es una forma tópica de decirlo, pero en este caso me parece particularmente exacto”.
Fernández afirma que está de acuerdo “en la gravedad de la situación” y pide que en lugar de hacer de la política “un juego de apariencias”, se lleguen a acuerdos “que exigirían una relación más fluida y más sincera entre nosotros por el bien de nuestra patria, como tú dices (o de la ciudadanía, como acostumbro a decir yo)”.
La carta finaliza con una postdata en la que pide a Pablo Iglesias que haga llegar al líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, “con el que me consta tienes proximidad personal y política”, la necesidad de apoyar a Macron en la segunda vuelta de las elecciones francesas frente a Marine Le Pen porque “si hay veces que la neutralidad es otro nombre de la complicidad, esta es una de ellas”.
