Así serán las próximas semanas hasta un 26J que se colará en las vacaciones de verano
Los dos meses transcurridos desde la votación fallida para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno obligan a que las Cortes sean disueltas y se vuelva a llamar a los españoles a las urnas el 26 de junio. El Congreso y el Gobierno preparan ya el decreto que se publicará en el BOE el 3 de mayo. Terminada la tercera ronda de consultas, Felipe VI contará con el refrendo de Patxi López para firmarlo una vez comprobado que no hay candidato que calcule tener los votos suficientes. El próximo 20 de julio, el resultado electoral habrá alumbrado unas nuevas Cámaras y volverán a abrirse las negociaciones para ver si los partidos son capaces de acordar quién será el nuevo inquilino de La Moncloa.
Constitución de unas nuevas Cortes
Desde el momento en que los ciudadanos depositen sus votos, el calendario marcado por la Constitución indica que habrá 23 días hasta que el Congreso vuelva a vivir una sesión inaugural después de la legislatura más corta de la historia de la democracia española. Tras una campaña electoral en los días previos a la Navidad, esta vez los partidos desplegarán su propaganda antes de las vacaciones de verano.
Si el resultado del 26J arroja una mayoría clara, España podría volver a tener un Gobierno la última semana de julio con un nuevo debate de investidura. En caso contrario, volverá a abrirse un nuevo paréntesis para las negociaciones y rondas de consultas con el rey sin un plazo fijado. De esta forma, el mes de agosto dejaría de ser vacacional para los líderes de los partidos, que tendrán que dedicar esos días a trabajar para lograr un acuerdo con más presión de la que tuvieron en las pasadas navidades.
Los retoques en las listas electorales
Según han avanzado ya las formaciones políticas, sus papeletas apenas se verán modificadas. El partido del Gobierno sólo tiene intención de hacer algunos retoques, los imprescindibles para sustituir, al menos, a tres candidatos apartados por la corrupción. El primero en caerse de la lista fue Pedro Gómez de la Serna. Ya antes de quedar claro que se repetirían las elecciones, el PP prometió que el número dos por Segovia no volvería a compartir siglas.
Sospechoso de cobrar comisiones en sus negocios junto al exembajador Gustavo de Arístegui, Gómez de la Serna logró su escaño aun sin hacer campaña y esconderse de sus superiores, que le pidieron sin éxito que diera un paso atrás. Los tres Plenos celebrados en la legislatura, el parlamentario los ha pasado sentado en uno de los escaños del llamado gallinero, entre sus compañeros del Grupo Mixto. La dimisión de José Manuel Soria como máximo responsable del PP canario no supone que su relevo, Asier Antona, vaya a heredar el puesto. Tampoco está decidido aún quién relevará al exalcalde de Granada, José Torres Hurtado, y a Sebastián Pérez, número dos de la lista.
Los socialistas tampoco tienen intención de variar de forma sustancial la composición de sus papeletas aunque Ferraz se enfrenta ahora a algunos problemas. Uno de ellos es el complicado encaje de Mari Luz Rodríguez, que pierde el número uno por Guadalajara y puede volver al cuarto puesto por Madrid. También está en discusión la permanencia de Irene Lozano, que en el 20D fue la cuarta, y Zaida Cantera. Los dos fichajes estrella de Pedro Sánchez sentaron mal en las filas socialistas. El sector más crítico con Sánchez tratará de anular los cambios que el secretario general hizo a última hora antes del 20D.
En el caso de IU y Podemos, las listas electorales van a verse sometidas a cambios en caso de que finalmente alcancen un acuerdo para confluir juntos. Si no, ambas formaciones han asegurado que los nombres de sus papeletas. De acordar la confluencia, el puesto de Alberto Garzón y varios de sus compañeros afectarán de forma sustancial la composición de las candidaturas.
Las confluencias catalana y gallega están decidiendo todavía la fórmula jurídica con la que presentarse a los nuevos comicios de junio. En el caso de que optaran por una coalición clásica, su plazo para registrarla es como tope el 13 de mayo. Si eligen la fórmula de partido, instrumental o no, tienen una semana más, hasta el 22 de mayo.
Presupuestos para otra campaña
El debate sobre cómo abaratar los gastos de la nueva campaña electoral ha irrumpido sin que ningún partido haya dado el paso y entrado en detalle sore cómo hacerlo. Además del coste de organización de los comicios, los partidos se gastaron para el 20D unos 30 millones de euros. A la cabeza, el PP, con 12 millones, seguido por el PSOE, que invirtió 9. Ciudadanos, con casi 4, Podemos y sus confluencias, con 3,6 e IU-Unidad Popular, con 2,5. El partido que lidera Alberto Garzón no ha podido recuperar el dinero invertido en el envío de papeletas y propaganda al no haber conseguido grupo parlamentario propio.
Programas sin cambios sustanciales
Como las listas electorales, los programas que resumen las propuestas tampoco se prevé que se vean afectados. El PP ya ha anunciado que no lo cambiará y los cinco pactos de Estado ofrecidos por el partido de Rajoy centrarán la oferta principal. Lo mismo ocurrirá en Ferraz, aunque la preocupación por el viraje a la derecha que supuso la concreción del acuerdo con Ciudadanos puede obligar a introducir nuevos matices en sus iniciativas.
El asunto que ha protagonizado el programa electoral de Podemos durante estos cuatro últimos meses ha sido el del derecho a decidir de Cataluña y del resto de comunidades históricas que lo deseen. Todo indica que este punto seguirá siendo clave ya que la cúpula de la formación ha avanzado que su programa no se verá afectado por la repetición electoral.