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IU Madrid sufre un “colapso financiero” que el sector oficial niega

Aitor Riveiro

La peligrosa situación financiera de Izquierda Unida Comunidad de Madrid ha sido objeto de seguimiento informativo en las últimas semanas después de que la Agencia Tributaria ejecutara los embargos que recaen sobre los cuatro inmuebles que tiene en propiedad la federación regional. La fallida subasta de las posesiones atrajo la atención mediática pero no fue la primera voz de alarma: en el lapso de un año (entre septiembre de 2011 y diciembre de 2012) el secretario de Finanzas del partido y su inmediato superior, el secretario de Organización, presentaron su dimisión por la situación de las cuentas; además, la IX Asamblea de la federación regional rechazó el informe de gestión de la Ejecutiva saliente, presidida por Gregorio Gordo, que incluía las cuentas del último ejercicio.

La primea de las dimisiones la protagonizó el secretario de Finanzas, Javier Viondi, apenas 11 meses después de tomar posesión. En la carta de renuncia, a la que ha tenido acceso eldiario.es, Viondi denuncia la situación de “colapso financiero” por la que pasa la organización y lanza duras acusaciones contra la dirección. Entre ellas, ejecutar movimientos bancarios, pagos de cheques o contrataciones fuera de los cauces establecidos.

Todas estas puntualizaciones han sido desmentidas por la actual dirección de IU-CM. Mientras, fuentes oficiales de la dirección federal recuerdan que los estatutos del partido impiden intromisiones en las distintas federaciones y ponen como ejemplo el pacto de investidura alcanzado en Extremadura que dio la presidencia de la Junta a José Antonio Monago (PP) gracias a la abstención de IU en la Asamblea regional, una decisión criticada por el coordinador federal, Cayo Lara, pero que, con el apoyo en referéndum de los militantes, se llevó a cabo.

Javier Viondi protagonizó un escándalo meses antes de dimitir, en marzo de ese mismo año, que le privó de encabezar la lista electoral a la Alcaldía del municipio madrileño de Getafe tras falsear su currículum. Cuando el engaño se hizo público, Viondi abandonó la carrera electoral pero mantuvo su responsabilidad orgánica, en la que llevaba cinco meses. La filtración al diario digital getafecapital.com de la mentira del entonces secretario de Finanzas coincidió exactamente en el tiempo con la aprobación de un plan de viabilidad destinado a enjugar la deuda de la formación con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria. Dicho plan recibió el visto bueno de la inmensa mayoría de la dirección pero jamás se llevó a la práctica.

Colapso financiero

En su carta de dimisión, Viondi relató “la situación de colapso financiero” a la que abocaba “el impago sistemático de las obligaciones” con la Administración y que creó “numerosas e importantísimas sanciones”, algunas de las cuales superaban “el centenar de miles de euros”. La deuda reconocida de IU-CM con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social, ésta ya refinanciada, supera ampliamente los dos millones de euros.

Para luchar contra esta situación, el entonces secretario de Finanzas propuso establecer una cuota extraordinaria entre cargos públicos, de confianza y representantes en empresas públicas con el fin de recaudar “varios cientos de miles de euros” para garantizar los pagos del ejercicio. Además, Viondi denunció en su carta de dimisión el traspaso irregular de fondos y los pagos a empresas que se había acordado suprimir por no ser imprescindibles, o simplemente desconocidos por él mismo.

Por último el exsecretario de Finanzas aseveraba en la carta que era inútil permanecer en un cargo del que no era responsable “literalmente hablando”. Efectivamente, nunca llegó a firmar los poderes notariales que le hubieran conferido la capacidad de ejercer su labor, extremo que confirma la dirección de IU-CM, que asegura que los papeles estuvieron “meses esperando en la notaría” su rúbrica. El entorno de Viondi replica que él exigió una auditoría independiente de las cuentas del partido antes de firmar que nunca se produjo.

La dirección de IU-CM también ha negado a este diario el resto de acusaciones vertidas por Javier Viondi, a quien resta credibilidad precisamente por el escándalo que finiquitó sus aspiraciones a la Alcaldía de Getafe. La publicación del falso currículum y su caída en desgracia entre la militancia fueron el detonante, según la dirección, de las reiteradas ausencias y posterior dimisión del hasta entonces secretario de Finanzas.

El actual responsable del área, Gerardo del Val, un veterano dentro de IU-CM, ha reconocido a eldiario.es los problemas en las cuentas del partido a los que ha calificado de “complejos técnicamente”, lo que exige una “profesionalización” no siempre disponible en una organización pequeña como la suya. Sin embargo, Del Val confía en encontrar una solución, en la que lleva trabajando once meses, ya que en su opinión no existe “un problema de fondo” irresoluble. Recuerda, además, que la Administración regional adeuda a IU-CM 100.000 euros desde las elecciones municipales y autonómicas de 2011.

“Tumor” y carta financiera

Uno de los principales puntos de disputa en el seno de IUCM, cuyo sector crítico sumó en la última Asamblea al 49% de la militancia en dos listas, es el cumplimiento de la Carta Financiera, un sistema de autofinanciación que obliga a los cargos electos, de confianza o en empresas públicas a destinar una parte de sus ingresos al partido, en función del sueldo y de la labor desempeñada.

Este sistema “presenta problemas técnicos para su cumplimiento” tanto a la hora de sistematizar la recaudación como de imponer su cumplimiento al tratarse de donaciones, según Del Val.

La insuficiencia de la Carta Financiera provocó meses después de la dimisión de Viondi la renuncia de su inmediato superior, el secretario de Organización, Miguel Ángel Gómez, quien en su carta de despedida avisaba de que IU-CM estaba “incubando un tumor” ya que el sistema no garantizaba “la viabilidad económica” del partido dado que no podía cumplir con las obligaciones de pago. Eso provocaba recargos, multas e intereses que incrementaban la deuda.

La dirección de la federación regional asegura que Gómez dimitió cuando sus superiores jerárquicos le habían comunicado que iban a destituirle.

Gómez, así como militantes de otras corrientes que forman la oposición a la dirección, exigieron, primero, el cumplimiento de dicha Carta Financiera y, además, el endurecimiento de las exigencias al menos hasta que la situación económica interna se solucione, algo que la mayoría tumbó en los órganos de dirección.

Un ejemplo palmario de este problema es el caso de José Antonio Moral Santín, exconsejero de Caja Madrid a propuesta de IU-CM que ocupó también distintos cargos en BFA (la matriz de Bankia, surgida tras la fusión de siete cajas de ahorros), en empresas participadas por estas, en el consejo de administración de Telemadrid, que llegó a presidir, y en Mapfre, entre otras. Moral Santín está imputado por la Audiencia Nacional en la querella que instruye el tribunal por la salida a Bolsa de Bankia, motivo por el que solicitó la suspensión temporal de militancia.

Según la Carta Financiera, Moral Santín debía aportar a IU-CM hasta el 80% de los ingresos derivados de sus distintos cargos. Solo en 2011, y solo de BFA, el catedrático de Economía Aplicada de la UCM se embolsó 455.000 euros, según la información que hizo pública la entidad. Para hacerse una idea, la Agencia Tributaria exigió a IU-CM un depósito de 300.000 euros para detener la subasta de sus inmuebles y permitir una refinanciación de la deuda.

Sin embargo, Moral Santín nunca cumplió dicha obligación estatutaria. Los motivos que alega IUCM son dos. En primer lugar, que nunca llegó realmente a ganar ese dinero, sino que sus emolumentos alcanzaron en 2011 los 76.000 euros, según la documentación que él mismo aportó en una comisión 'ad hoc' creada en el seno del partido a finales de 2011 para analizar la situación en vista del escándalo social y mediático que produjo la fracasada salida a Bolsa de Bankia, joya de la corona de BFA.

En segundo lugar, y como dicha comisión dio por buena la información aportada por Moral, se confirmó con un único voto en contra mantenerle en la misma escala que a los diputados regionales y concejales del Ayuntamiento de Madrid, por lo que su contribución a IU-CM continuó, como hasta entonces, en el 10% de sus ingresos en compensación por el abandono de su carrera docente en la universidad, según confirma Del Val.

La documentación presentada por Moral en aquella comisión fue, según distintas fuentes internas, un certificado emitido por la propia entidad.

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