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“Hay que superar la actual IU, pero sin IU no hay futuro para una izquierda transformadora”

José Luis Centella.

Aitor Riveiro

Las elecciones del 20 de diciembre han dejado a Izquierda Unida en una situación complicada. Pese a haber salvado los muebles, los dos diputados logrados por la candidatura encabezada por Alberto Garzón dejan a la organización con importantes problemas políticos y económicos. José Luis Centella (Córdoba, 1958), máximo dirigente del PCE y uno de los principales de IU, responde a eldiario.es sobre el futuro de una organización que nació en 1986 con la intención de agrupar a la izquierda rupturista pero que se ha visto muy superada en las últimas elecciones.

Centella da por seguro un proceso de refundación de IU aunque no se aventura a predecir el resultado. Lo que sí tiene claro es que no apoyará una integración en Podemos, aunque sí defendería un nuevo intento de confluencia con el partido de Pablo Iglesias en caso de repetición de las elecciones. En su opinión, la organización debe retener el millón de apoyos recabado en las urnas e ir hacia un auténtico proceso de unidad popular.

¿Cómo valora los resultados de Izquierda Unida-Unidad Popular?

Los resultados son claramente insatisfactorios. Habíamos puesto mucha ilusión en la campaña, que ha ido de menos a más y con mucha dificultades. Pensábamos que íbamos a tener mejores resultados. Visto cómo hemos quedado en varias provincias, ha sido un puñado de votos lo que nos ha dejado un sabor agridulce. La escandalosa ley electoral, que hace que a unos nos cueste un diputado 400.000 votos y a otros 50.000, viene a complicar la situación.

Siempre es más fácil hablar a todo pasado, pero los problemas de la ley electoral e IU son históricos, ¿cree que deberían haber intentado con más fuerza la confluencia con Podemos precisamente para salvar las carencias del sistema?

Nosotros nos dejamos la piel en el intento de confluir y poco tenemos que decir. Lo intentamos hasta el último momento, hicimos concesiones más allá de lo que podía haber sido lógico. Son ellos los que tiene que explicarlo.

Esta confluencia sí se logró en Galicia y en Cataluña. En Galicia directamente con Esquerda Unida y en Cataluña a través de EUiA, con quien ha habido algunas tensiones. ¿Cómo es la relación tras el 20D con su organización hermana en Cataluña?

Somos dos estructuras que trabajamos juntas como hermanas y con un protocolo de relación. La apuesta allí fue de convergencia y nos ha costado a IU porque fue a costa de la pérdida de votos para la contabilidad electoral de IU federal. Pero estábamos y estamos convencidos porque pensamos que ese era el camino, pero desde un punto de vista federal y sin que ninguna organización política tenga que cederlo todo.

El resultado del 20D deja un panorama complicado, ¿cree que estamos abocados a un adelanto electoral?

Hemos perdido una gran oportunidad. Si hubiésemos logrado esa confluencia hoy estaríamos hablando de una mayoría muy clara que hubiese anulado cualquier posibilidad de pacto de Estado. Nosotros estamos haciendo cálculos políticos más que de gobierno. Hoy, matemáticamente, hay votos suficientes para derogar la LOMCE, la reforma laboral y echar para atrás la ley antiaborto del PP. Y además poner en marcha una comisión de investigación sobre la corrupción. Estos cuatro elementos son compromisos que las fuerzas políticas que los han suscrito suman mayoría en el Parlamento.

El resultado dice que es “insatisfactorio” desde un punto de vista político. ¿Lo es también en el plano económico? ¿IU tendrá que tomar medidas internas en este sentido?

En el plano económico la situación es menos dramática de la que se puede plantear. Nosotros no tenemos una Gürtel ni financiación irregular y aún así en este periodo la deuda de IU ha decrecido. Tenemos una muy buena responsable de finanzas [Lola Sánchez] que ha hecho una gestión muy buena en los últimos años. La economía no va a ser lo que condicione la política de IU. Nunca lo ha hecho. Evidentemente no es lo mismo tener 11 diputados que dos.

¿Han arrancado ya las negociaciones para intentar constituir un grupo en el Congreso con otros partidos? ¿Se lo plantean?

No hemos empezado y de momento estamos haciendo balance de las elecciones. Pero tenemos un objetivo que es formar un grupo parlamentario dentro de los márgenes que permita el reglamento.

¿Con quién?

Todavía es prematuro, pero intentaremos que haya un grupo donde pueda estar IU-UP con un perfil propio. Es la única condición que ponemos. La pusimos para la convergencia, para el grupo parlamentario y la pondremos para cualquier otro tipo de acuerdo: que haya la posibilidad de tener un perfil propio de Izquierda Unida-Unidad Popular.

Decía antes que hay una serie de propuestas políticas comunes que varios partidos defienden, pero no parece que haya una mayoría articulada clara que elija a un presidente y ponga en marcha la legislatura. ¿Cómo valora la propuesta de Podemos de que haya un presidente independiente?

Nosotros estamos centrados en la política. Lo que deberían hacer los partidos que tienen diputados con posibilidades es cumplir su compromiso. No es que tengan que cumplir sus promesas electorales, es que sobre la derogación de la LOMCE hay un acuerdo firmado por partidos que hoy tenemos mayoría en el Congreso. Están planteado que solo existe la posibilidad de un gobierno de estabilidad, pero existe la opción de un gobierno de la coherencia.

¿Pedirán a los diputados electos que han ido en las candidaturas de confluencia que se sumen a ese grupo?

Todavía es muy prematuro, pero debe haber coherencia de los compañeros que se han presentado en candidaturas de identidad nacional. No vamos a entrar como elefante en cacharrería en ningún espacio. Nosotros queremos formar grupo y sabemos que habrá comprensión en otros espacios y a partir de ahí vamos a trabajar, pero sin forzar ningún elemento porque sería un error. De la misma forma que sería un error que otras fuerzas políticas nos impidan hacer grupo.

Ante el reto de unas nuevas elecciones, ¿tendría IU capacidad económica para afrontarlas?

Por supuesto. Hemos hecho una campaña de menos a más, nos han faltado dos semanas. En el plano económico, si algo tiene IU-UP es un gran bagaje de gente y no será ningún freno.

En caso de repetición, ¿deberían volver a intentar una confluencia con Podemos y otras fuerzas?

Por supuesto. Nosotros planteamos sacrificios políticos y personales para que esa confluencia saliera. Ante una nueva llamada electoral estoy convencido de que algunos grupos que no la quisieron hace tres meses tendrían mucha más presión social para que la aceptasen, porque las matemáticas han demostrado que teníamos razón. Las cosas serían diferentes, por eso las fuerzas del sistema no van a caer en ese error y van a intentar formar Gobierno sea como sea.

Esta semana han celebrado una Presidencia federal en la que analizaron los resultados. El 9 de enero se ha convocado un Consejo Político. ¿Se encamina IU a una refundación?

No es ningún secreto que ya planteamos que había que repensar la izquierda y que este país necesita una reflexión colectiva de las fuerzas que consideramos que hay que romper con el actual sistema. Hay que pensar un bloque social de fuerzas de ruptura y ahí IU debe estar.

¿Quién debe pilotar dentro de IU este proceso de repensar el espacio? ¿La dirección actual, una nueva?

Lo que debe dirigir IU es el colectivo. Es importante dar la palabra a la gente, a los militantes de IU pero también a todos aquellos que se han ilusionado con el proyecto de Unidad Popular. Además, en la Asamblea no es ningún secreto que habrá una renovación, pero no se trata de ir a una dirección personalista. Ese error no lo va a cometer IU.

¿Ni siquiera Alberto Garzón?

Alberto Garzón ha salido muy consolidado en esta campaña electoral, pero no como un líder único sino como un referente que ilusiona a todo un colectivo.

La Asamblea tendría que incluir a la gente que se ha ilusionado con UP, ¿le gustaría entonces una asamblea abierta no solo a los militantes?

El debate tiene que ser lo más participativo posible que fortalezca el espacio de una izquierda rupturista, republicana y que de verdad plante cara al sistema.

¿Es una nueva herramienta que supere a la IU que surgió en 1986, con otro nombre?

Hay que superar la actual IU, pero sin la actual IU no hay futuro para una izquierda transformadora y rupturista. Dentro de IU hay mucha gente que sigue ilusionada con el proyecto de IU. Los que somos dirigentes tenemos que escuchar mucho más que hablar. No debemos ir con ningún elemento prefijado. Es el momento de que hable la gente. Y si algún dirigente cree saber el final del proceso se equivoca.

Ese nuevo espacio a la izquierda, ¿no es Podemos? ¿Se plantean algún tipo de integración o fusión?

Eso sería un error porque limitaría las posibilidades. Es verdad que Podemos ha obtenido un importante resultado pero IU y lo que representa no ha desaparecido ni va a desaparecer. Se nos tiene que reconocer como un elemento fundamental para el futuro de la izquierda rupturista.

¿Cuál es el papel del PCE en todo este proceso?

El Partido Comunista está dispuesto a jugar un papel activo. Somos una fuerza con capacidad para aportar que no representa al pasado, sino al futuro. En enero convocaremos un Comité Central donde haremos el planteamiento para construir la unidad popular. El PCE está decidido a dejarse la piel para confrontar con un sistema que quiere regenerarse para que sigan mandando los de siempre. En el marco de la actual UE y del actual euro no hay salida a la crisis para la gente. Hay que confrontar con la Europa del euro y con la troika, que están al servicio del capital.

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