El Gobierno retuerce la ley del deporte para prohibir las esteladas en la final de la Copa del Rey

La Policía impedirá por orden de la Delegación del Gobierno en Madrid el acceso a la final de la Copa del Rey de fútbol con banderas esteladas, símbolo del independentismo catalán. Esta decisión forma parte del dispositivo de seguridad para el partido que enfrentará al F.C. Barcelona y al Sevilla en el estadio Vicente Calderón el próximo domingo 22 de mayo. Y que está respaldada, según la delegación, por la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el Deporte (conocida también como Ley del Deporte). Pero en ninguno de los artículos se menciona expresamente a este tipo de símbolos.

Esta legislación contempla que no se pueda acceder a recintos deportivos con banderas o símbolos “que inciten a la violencia o al terrorismo o que incluyan mensajes de carácter racista, xenófobo o intolerante”. Este supuesto está recogido en el artículo 6 de “Condiciones de acceso al recinto” de la Ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.

Sin embargo, otros medios sostienen que la Delegación del Gobierno se ampara en el artículo 2 del Título Preliminar, que define como acto que incita a la violencia lo siguiente:

En la reunión para el dispositivo de seguridad del partido se ha recordado que en la final del año pasado, celebrada en Valencia, pudieron verse en el campo este tipo de banderas no constitucionales. Además, según la agencia EFE, se ha mantenido que este extremo no está permitido por la Ley del Deporte. El artículado, que se puede consultar en la web del Consejo Superior de Deportes, desmiente esta afirmación.

La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, ha dicho a los asistentes a la reunión que “el deporte en general y el fútbol en particular no tienen que convertirse en escenarios de confrontación política”, cuenta EFE.

Así será el dispositivo

Los asistentes al campo tendrán que pasar por dos “exhaustivos” anillos de seguridad en los que serán cacheados para evitar la entrada de objetos prohibidos, según ha detallado en rueda de prensa la delegada, que ha precisado que el dispositivo de seguridad estará integrado por 2.500 efectivos entre policías, vigilantes de seguridad y miembros del Samur y Cruz Roja.

Vigilarán por la seguridad del encuentro 1.490 agentes de Policía Nacional de diferentes unidades, 700 vigilantes de seguridad contratados por la Federación de Fútbol, 180 policías municipales, 80 efectivos del Samur y 43 de Cruz Roja, además de bomberos del Ayuntamiento.

Se trata de un partido de alto riesgo que cuenta con las medidas de seguridad habituales para este tipo de encuentros pero reforzadas por el nivel 4 de alerta antiterrorista vigente en España desde hace un año. Para el partido se prevé aforo completo, con más de 50.000 espectadores, a los que la delegada ha pedido que lleguen pronto al campo para evitar aglomeraciones, de manera que diez minutos antes del encuentro todos estén en sus asientos.

Las puertas del estadio estarán abiertas desde tres horas y media antes para facilitar el acceso al evento, al que asistirá el rey Felipe VI.

El FC Barcelona rechaza la decisión

En un comunicado, el FC Barcelona ha expresado su rechazo a la decisión del Gobierno. El club expresa “su desacuerdo más absoluto con el anuncio de prohibir la exhibición de banderas esteladas en la final de la Copa del Rey”. Califica la decisión de “atentado a la libertad de expresión” y asegura que “el FC Barcelona ha defendido y continuará defendiendo la libertad de expresión de sus socios y aficionados, que han demostrado un alto nivel de civismo y respeto”.

El club llama al “sentido de la responsabilidad” y pide a la delegada del Gobierno que “colabore en la creación del buen clima que ha de presidir la celebración de la final de la Copa del Rey”. El comunicado le pide que “respete la honorabilidad y no provoque incomodidades a las instituciones implicadas en esta final”. El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado que no asistirá al partido como rechazo a la prohibición de las esteladas.