Aguirre acusa a Montoro de “castigar a los ciudadanos” con el “déficit a la carta”

La tregua ha durado tres meses escasos. Noventa días en los que Esperanza Aguirre ha mantenido el silencio público sobre la política económica del Gobierno, desde aquellos repetidos ataques por las subidas de impuestos durante la aprobación en el Consejo de Ministros del plan de reformas. Pero ya no ha podido más. Este lunes, en su columna semanal del diario ABC, ha vuelto a la carga contra el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, su blanco favorito dentro del Ejecutivo. ¿El detenonante? El reparto del techo de déficit autonómico para el próximo ejercicio.

“Y aquí viene la sorpresa del último Consejo de Política Fiscal y Financiera, cuando el ministro Montoro decide que, en vez de obligar a todas las comunidades por igual a militarese a ese 1,3%, propone un déficit a la carta, con la peculiaridad de que a las comunidades que no cumplieron en 2012 se las premia y se les permite sobrepasar el 1,3%, y a las que sí cumplieron se las obliga a apretarse aún más el cinturón”. Y prosigue: “A este trato discriminatorio para las comunidades hay que unir, en el caso de Madrid, el hecho de que sigue vigente el Sistema de Financiación Autonómica (FSA) que creó el Gobierno socialista de Zapatero con el objetivo de favorecer entonces a la Cataluña del tripartito y a la Andalucía de los gobiernos de los ERE, y de perjudicar siempre a la Comunidad de Madrid. Porque con ese SFA en 2013 el Estado ha entregado a Madrid mil millones de euros menos que en 2012, y, como no va a cambiar, en 2014 serán 1.300 millones menos”. Para concluir: “Con este déficit a la carta, lo que se consigue es castigar a los ciudadanos que tienen la suerte –que ahora se convierte en desgracia– de tener los gobiernos más responsables y eficientes. Como es el caso de Madrid. Algo muy difícil de explicar y me temo que imposible de entender. De la misma forma que es muy fácil de explicar y aún más fácil de entender el voto negativo de la Comunidad a esa resolución ministerial que castiga a los buenos y premia a los malos”.

Desde su abandono de la presidencia autonómica, en septiembre de 2012, no ha dejado de erigirse en un referente político paralelo al Gobierno del PP. “El problema del partido no es de comunicación, sino de convicción del ministro de Hacienda. Al ministro de Hacienda le gusta subir impuestos. Y si no le gusta, no le disgusta tanto como a mí”, llegó a decir en la Cope. Y es que, según había dicho en la misma emisora en otra ocasión: “Ante la mala noticia sobre las previsiones macroeconómicas anunciadas en el último Consejo de Ministros (...), sí hay alternativa”.