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El Confidencial acusa a Juan Luis Cebrián de “cercenar la libertad de expresión” con su demanda
“El editor del primer periódico y de la primera emisora de radio de España protagoniza vergonzantemente el mayor y más inédito ataque a la libertad de prensa en nuestro país”. Así carga este sábado El Confidencial contra Juan Luis Cebrián, exdirector de El País y presidente de Prisa, en el que es el tercer editorial de sus quince años de historia. El diario digital reacciona de este modo a la demanda “por competencia desleal” que el grupo presidido por Cebrián ha anunciado contra Titania Compañía Editorial, su empresa editora.
El Confidencial no sólo responsabiliza a Cebrián de lo que califica como “un intento espurio de cercenar la libertad de expresión recogida en el artículo 20 de la Constitución española”, sino que indican que también atañe a “administradores y accionistas de referencia” de la compañía que “se lo permiten, aun en el supuesto de que el primer ejecutivo de la empresa no haya contado con el visto bueno previo del Consejo de Administración a la interposición de la acción judicial”. “Y si lo hubiera obtenido”, apuntan, “peor aún porque se habría plegado a intereses ajenos a los de la entidad”.
Según señala El Confidencial, Juan Luis Cebrián compromete “con frivolidad” la reputación y los recursos de su grupo, “una empresa cotizada en bolsa”, en una batalla “que le concierne sólo a él” en un acto que tachan de “contradicción”. Las argumentaciones de la demanda buscan “justificar la transformación de un interés personal en un asunto corporativo”, opinan.
El Grupo Prisa pide en su demanda a Titania Compañía Editorial, editora de El Confidencial, un importe cercano a los 8,2 millones de euros en concepto de daños patrimoniales y morales por las informaciones publicadas con motivo de los Papeles de Panamá y la presencia de Cebrián en el accionariado de la petrolera Star Petroleum. En la demanda, realizada por la vía mercantil, se argumenta que las informaciones no provienen de un tercero ajeno al mundo del periodismo, sino de “un competidor directo” y justifica la identificación del Grupo Prisa con Cebrián por el “notorio vínculo” existente entre ambos.
Para El Confidencial, esto supone “un enorme trampantojo” que“no logra esquivar su intencionalidad censora, su propósito intimidatorio y la inevitable conclusión de que, a través de la alegación de un supuesto ilícito mercantil, se pretende cercenar la libertad de expresión”.
El editorial concluye con la afirmación de que el medio digital “va a ampararse en la libertad de expresión y en la buena praxis profesional para exponer ante el juez cómo y por qué informó a sus lectores sobre el presidente de Prisa”, además de con el compromiso de “seguir publicando cuantas informaciones veraces disponga sobre él y sobre cualquier otra persona o entidad en tanto en cuanto sean relevantes y de interés para nuestros lectores y para la sociedad en general”. La demanda, dicen, “fortalece” el compromiso con la libertad de expresión y el servicio a sus lectores del periódico. En este sentido, los periodistas de El Confidencial han puesto en marcha un hashtag en Twitter: #seguimosinformando.
Tras la publicación de Los Papeles de Panamá, el grupo Prisa anunció que, en nombre de su presidente, llevaría a los tribunales a otros dos medios de comunicación además de El Confidencial, que de momento no han recibido ninguna notificación: La Sexta y eldiario.es. Además, Cebrián puso en marcha un veto profesional que acabó, entre otros, con el despido de Ignacio Escolar, director de eldiario.es, como colaborador de la Cadena SER.