Antes y después del photoshop

No hay nada que no pueda borrarse tras el paso del photoshop. Con la misma dedicación, pero con algo menos de pericia, de la habitual en las revistas de moda, la policía griega se aplicó a fondo con las caras de un grupo de delincuentes atrapados en un intento de robo. Primero, en la paliza que les dieron y luego en el ordenador para borrar las marcas más evidentes.

La Fiscalía ha iniciado una investigación, el ministro de Justicia ha confesado estar “horrorizado” (aunque no ha tardado mucho en encontrar una excusa fácil: “Cuando te enfrentas a alguien que empuña un kalashnikov, no puedes llevar un ramo de flores”), y Amnistía Internacional ha pedido que acabe esta cultura de la impunidad policial: “Las autoridades griegas no pueden borrar sus problemas con photoshop”.

Es posible que los policías sólo piensen que debería haber aprendido a manejar mejor la herramienta de difuminar.