Pablo Echenique: “Un asistente personal no es como una rampa, no se puede inaugurar con un lazo” (I)

Conozco a Pablo Echenique en una manifestación de hace un par de años -si no recuerdo mal en la que celebra el Foro de Vida Independiente-. Lo veo a lo lejos, rodeado de gente, y eso que aún no era un rock star europarlamentario. A su lado, su mujer y compañera, Mariale, siempre atenta a él, sonríe. Me acerco y entablo conversación con ellos, porque yo ya era seguidora de este blog, donde escribía junto con Raúl Gay. Desde entonces me declaro fan incondicional, y dos años después vuelvo a verlos, con muchísima más gente alrededor de ambos y disparos con flash por todas partes. Apenas puedo acercarme a saludar. Meses después consigo hablar por teléfono con él. 

Muy buenas, Pablo, muchas gracias por concederme esta entrevista, que sé que estás muy liado. Me gustaría comenzar preguntándote qué fue lo que os hizo empezar con este blog en su momento.

Hola Ana, un placer. Básicamente no había ningún medio o espacio público en el cual se hablara de la discapacidad en el tono que nosotros considerábamos más adecuado desde un punto de vista de la reivindicación social y por otro lado también sentíamos que faltaba ese punto irreverente sobre el tema. Todo lo que se cuenta sobre la discapacidad suena siempre muy grave, muy serio, muy duro. También te digo que Raúl Gay y yo, ya habíamos nacido con discapacidad, lo cual es algo importante, ya que no es lo mismo eso a que te toque a mitad de la vida. No te lo tomas tan en serio y estábamos acostumbrados a hacer bromas a reírnos de nuestras circunstancias. Entonces, tanto el punto de vista escéptico de la realidad y la falta de humor nos hizo pensarlo. Mi anterior blog personal que se llamaba Mundo Cascao, era bastante más cebado y dentro del poco alcance que tenía veía que estaba teniendo bastante más repercusión que anteriores blogs míos. Estaba funcionando y se me ocurrió dar un paso más allá, hacerlo más profesional y entre los dos se lo proponemos a Ignacio Escolar y da el visto bueno. Eso sí, nos recomienda que no digamos tantos tacos -ríe. Así que mantuvimos el espíritu con esta única restricción.

Una vez leí en un post que escribiste en el que decías que podías ser más feliz que el resto de los mortales. No sé si sigues sintiéndote así y cuál crees que podría ser la clave.post

Desde que he dejado la ciencia soy un poco menos feliz, la verdad, pero aún así creo que soy algo más feliz que la media de la población por lo que veo a mí alrededor. Se debe un poco a todo, de algún modo si la discapacidad te viene de fábrica existe la posibilidad de que te acostumbres a ella y no te la tomes a la tremenda, aunque depende también de muchos factores, psicológicos y materiales por supuesto. Si te viene de nacimiento y tienes suerte en lo que te toca en cuanto a tu propia cabeza y tu entorno hay bastante posibilidades de que la discapacidad se convierta en un factor más de tu vida: eres caucásico, te gustan los Beatles, vives en el sur de Europa, eres alérgico a la lactosa y además vas en silla de ruedas. Creo que cuando la discapacidad te viene a mitad de la vida y los otros factores vitales tampoco ayudan estamos hablando de otra realidad completamente distinta.

En mí se dan una serie de condiciones por azar que me hacen feliz. Aunque con ese artículo también intentaba desafiar a ese pensamiento mayoritario por el cual si vas en silla tienes que estar muy triste y dar pena. Ese pensamiento en mí no es veraz y además a mí no me molesta y tiene algo de profecía autocumplida. Si a los cascaos les dices continuamente que tienen que estar tristes, al final tienen más probabilidades de ser infelices.

Sin embargo me cuentas que desde que dejas la ciencia eres un poco menos feliz… ¿qué es lo que te hacer dar el paso a la política y por qué? Y también me gustaría saber cómo te encuentras en esta nueva situación de tu vida.

Se podía resumir en una sola palabra: responsabilidad. Yo, como gran parte de la población veíamos ya lo que había detrás de las cortinas del escenario y el desastre social que estaba ocasionando, pero no encontraba una herramienta para cambiar las cosas. Había explorado algunas vías, como por ejemplo una conferencia que organicé sobre economía responsable. En una sociedad donde el consumo es tan importante, de alguna manera cuando compras estás por así decirlo votando. Si todos cambiamos nuestros hábitos de consumo se podría parecer a cambiar el Gobierno. Y cuando aparece Podemos rápidamente me interpela en varios sentidos. En primer lugar en cuanto a la apuesta audaz, es como un órdago y eso me pone. También veo que hace una crítica a la izquierda preexistente en un sentido que a mí también me interpela. He tenido muchas amistades de izquierdas en mi vida con las que he estado muy de acuerdo con sus planteamientos económicos y sociales, pero por otro lado siempre me ha molestado esa especie de elitismo intelectual que hay a veces en estos ámbitos en el sentido de que si no has leído a Marx y a Lacroix, el primero en alemán y el segundo en argentino pues eres idiota. Me tocaba mucho las narices que mis amigos doctorados en filosofía estuviera con esos purismos. Se hablaba mucho de revolución del proletariado y mi amigo camarero no tiene ni idea de eso, y además no le importa, pero estaría de acuerdo con lo que estarías hablando si te entendiera.

Sí, de alguna manera, se trata de cambiar el lenguaje, el cómo comunicar las cosas, como ya ocurre en su momento con el 15M. Hasta el punto que el 80% de la población simpatiza con el movimiento.

Además de lo táctico del asunto, hay una parte de respeto que yo echaba a faltar. Por ejemplo el desprecio de la izquierda tradicional al fútbol, diciendo que están narcotizados o son idiotas. Se trata de que estas personas tengan el mismo reconocimiento porque tienen el mismo nivel de inteligencia y de derecho a hacer política que el que ha leído a Marx en alemán. Entonces cuando veo todos estos motivos en Podemos que me llaman la atención no estoy seguro de que vaya a funcionar, pero pienso que puede haber posibilidades.

Es entonces cuando ves un halo de esperanza.

Claro, claro. Digamos que la ciencia a mí me encanta, pero al nivel que lo hacía yo tan teórico de tener un impacto en la mejora de las condiciones de vida de los demás sería dentro de bastantes años. Entonces desde un punto de vista privado, es una actividad loable y que me encanta pero si uno conjuga el servicio a los demás con la urgencia que se vive en nuestro país yo siempre sentía que no estaba haciendo lo suficiente. Por eso organizaba cosas como la conferencia de consumo, que me hacía sentir que estaba actuando para cambiar la situación horrible que estábamos viviendo en nuestro país. Cuando veo un instrumento que tiene posibilidades de cambiar las cosas prácticamente no tengo otra opción. Si tengo que ser coherente conmigo mismo tengo que ponerme a disposición del proyecto y es verdad que lo voy haciendo paulatinamente pero de manera inevitable al mismo tiempo. A partir de que me presento a las europeas ya va saliendo solo.

Ya va todo rodado, desde entonces.

Exacto, en el momento que me quedo quinto en las primarias y Pablo me dice que me vaya con él por toda España desde entonces es todo automático. A nivel personal sin embargo vivía mejor antes.

Yo, por ejemplo, ahora no me puedo ir de cañas con mis amigos a una terraza, me rodean y me gusta, me siento bien, pero también me gusta hablar con mis amigos tranquilamente y con intimidad.

Me fui hace poco cinco días a Roma con mi mujer y elegimos el destino fuera de España con la esperanza de que pudiéramos caminar más o menos tranquilos, pero igual me hice cincuenta o sesenta fotos con españoles que estaban de vacaciones. Bueno, también hubo un chino que gritó “Podemos” y “Echenique”, y la verdad me quedé flipado -ríe-.

Eres el nuevo Cristiano Ronaldo (risas). Cambiando de tercio, sobre el tema de la urgencia y de que es una responsabilidad de todos el mejorar las cosas y hasta donde puedas mojarte, me pregunto hasta que punto sería necesario un pacto con el PSOE del que tanto se está hablando.

Mi posición es que lo que realmente generaría un cambio profundo de la gente que lo está pasando mal es un gobierno de Podemos. En esa tesitura, tendría que ser el PSOE el que apoya un gobierno de Podemos o del PP. En Aragón, hemos apoyado la investidura del PSOE, vigilando y presionando para que tomen las medidas que firmaron en el decálogo hemos conseguido un montón de cosas como la paralización de la LOMCE. Si Podemos se queda por detrás del PSOE habrá que pensar en qué hacemos con mucho cuidado.

Antes hablabas de Europa, qué es lo peor y lo mejor de Bruselas y si tienes alguna anécdota.

En el Parlamento Europeo he conocido a gente muy guay -hice muchos amigos de la Izquierda Unitaria-. También tuve la suerte de hablar idiomas, cosa que me encanta. Y también la cerveza -ríe.  Yo en España bebo más vino que cerveza pero en Bruselas la verdad es que estaba muy buena. ¿Lo peor? El clima de la ciudad y la accesibilidad urbana, una de las peores en las que he estado, aunque Roma es peor. Los taxis, los establecimientos… es una ciudad hostil para las personas con problemas de movilidad.

Entonces suspensas Roma y Bruselas.

Completamente. De hecho, la prueba del algodón es que no ves a gente por la calle en silla de ruedas. La gente con discapacidad en estas ciudades o están encerradas en casa o van con coche adaptado a todas partes. En Roma no había taxis adaptados y en Bruselas eran muchísimo peores que en España, y en ambas ciudades las aceras, el asfalto, las entradas a los comercios y restaurantes eran completamente no pensadas para ir en silla de ruedas.

Me pregunto si existe alguna política ahora que has estado allí en Bruselas en materia de discapacidad que te haya parecido especialmente interesante.

No pude profundizar en ese tema porque me metí en el intergrupo de discapacidad, pero cuando se constituyó fue cuando dimití del Parlamento Europeo para hacer la campaña en Aragón. Además las competencias en derechos sociales que tiene la UE son mínimas, prácticamente todo reside en los Estados- Nación o en las comunidades autónomas. Sí hay un aspecto de ámbito europeo que es el transporte. En trazo gordo te diría que en los países del norte junto con Reino Unido hay muchos más derechos sociales para las personas con discapacidad en cuanto a asistencia personal, subvenciones de material protésico aunque como te comento no siempre son tan avanzados en temas de accesibilidad. En España por un lado se vive más en la calle y por otro lado las infraestructuras son más modernas.

¿En España? (reconozco mi sorpresa)

Sí, es un país donde el dinero ha llegado recientemente, los trenes, las aceras y los taxis son nuevos por lo que aplican la legalidad más moderna y accesible. Pero desde luego lo que es un hecho es que España probablemente sea de los países más accesibles a nivel urbano de Europa. El único más accesible que España de los que conozco es Londres.

Bueno, por lo menos tenemos algo aprobado ¿no?

Sí, pero también tiene que ver con algo no tan positivo y es que la accesibilidad es más barata que los derechos de asistencia personal o vida independiente. Per cápita es más barato poner picas que más asistentes personales y pagar rehabilitación a personas con problemas crónicos, por ejemplo. España no lo hace y un poco a cambio para que parezca que hacen algo invierten en accesibilidad, que es más barato.

Para equilibrar la balanza.

Sí y para hacerte una foto. Una rampa la puedes inaugurar, entonces yo creo que para los políticos tradicionales les sale rentable usar eso. Como digo yo siempre en broma a un asistente no lo puedes inaugurar, igual podrías ponerle un lazo rojo y que venga un ministro y con una tijera le corte el lazo. Pero al ser algo menos visible pues posiblemente sea más caro.

To Be Continued...