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Las caras del 7N: “Sueño con un mundo en el que importen las personas, sean hombre o mujer”

Ari, en el centro, ha acudido con amigos al 7N para pedir que paren ya los asesinatos de mujeres

Raquel Ejerique

“Veo machismo también entre la gente de mi edad”

Ari, estudiante. “He venido porque esto no se puede sostener más. Cada año tenemos más muertes por violencia machista. Además creo que todos tenemos dentro algo de machismo, incluso en mí lo noto, pero me doy cuenta e intento cambiarlo. Está en todas partes. Por ejemplo, vivo en un barrio pequeño, hemos estado pegando carteles, y nos miraban como en plan... 'Qué decís, si no hay machismo...' También lo veo entre gente de mi edad, tienen muy metido el machismo, porque han visto cómo sus madres se ocupan de la casa, por ejemplo. Desgraciadamente he visto violencia en mi entorno, y es cuando más te das cuenta. Los que tienen suerte de no tenerlo cerca tiene que concienciarse, porque esto nos concierne a todos. Acabar con el machismo no es una utopía, se puede erradicar, la prueba es que haya tanta gente aquí, es genial. La pena es que entre las prioridades del Gobierno no esté la violencia machista”.

“Sueño con un mundo en el que importen las personas, sean hombre o mujer”

Juan Andrés, vive en Leganés. “Tenemos un hijo y una hija que también han venido al 7N. Es absurdo tener que venir a estas alturas del siglo XXI a manifestaciones como estas, porque debería estar erradicado cualquier tipo de violencia contra la mujer. Pero la verdad es que yo todavía veo machismo cada día. Algunos tratan de disimularlo en público aunque, como decía Aznar, en privado hablan en el idioma del machismo. En mi familia no ha habido caso de violencia de género, pero en mi pueblo teníamos hace 50 años una pequeña tiendecita y he conocido allí, porque se lo contaban las señoras a mi madre, mucha violencia. Pero entonces la única solución era hablar con el cura y el cura te decía que te aguantaras porque para eso te habías casado. Las cosas han cambiado, pero sueño con un mundo en el que importen las personas, independientemente de si son chicos, chicas, van en silla de ruedas o miden 1,90”.

“Tengo 93 años y he vivido el machismo desde siempre”

Cesárea, 93 años. “Vengo para que haya paz para todos y acabe la violencia contra las mujeres. En mis tiempos no se podría haber visto algo así, con tanta gente. Yo he vivido el machismo desde siempre. En la casa, la que llevaba toda la carga era la mujer: hijos, tareas y también trabajo, porque ayudábamos en el campo. Pero el que mandaba era el hombre. Eso es lo que yo he visto a mi alrededor, en casa mandaba siempre el capitán como se suele decir. En mi casa jamás vi violencia, pero en mi entorno he visto mujeres muy castigadas, aunque a mí no me tocó. Yo creo que hoy la vida está mucho más adelantada, pero me parece que sigue habiendo mucho machismo, en el control del hombre, que siempre ha querido ser poderoso”.

Ángela, la mujer a la que la violencia machista le arrebató a su única hija

Ángela González ha sido una de las personas que ha encabezado la primera manifestación nacional contra la violencia machista. Es una víctima de la violencia machista: hace 12 años su exmarido y padre de su única hija de 7 años, del que entonces se estaba separando y al que había denunciado, asesinó a la menor durante una de las visitas. Eso, pese a que ella había advertido de los riesgos. La ONU le dio la razón y condenó a España por esta fatal desprotección. Ángela ha sido la encargada de leer el manifiesto del 7N al inicio de la marcha, en el que ha pedido que la violencia “sea una cuestión de Estado”. Tras la lectura, muy emocionada, no ha hecho declaraciones a la prensa.

“Estamos intentando cambiar las cosas con la educación”

Alejandra. “Vengo porque mi marido es de una asociación que se llama 'Si los hombres hablasen' y he venido a apoyar la igualdad. Nosotros estamos intentando cambiar las cosas desde la educación. A él le han educado en valores machistas, para trabajar... pero él se da cuenta. Por ejemplo, con nuestra segunda hija es quien se ha quedado en casa. Mi marido se encarga de ir a la compra, cocinar, y eso es un ejemplo para mis hijas también. Creo también que desgraciadamente es la mujer la que ha educado en valores machistas, lo han consentido también. Esto es cosa de todos y hay que cambiarlo”

Bruno. “Venimos a reivindicar nuestro papel como hombres en todo esto, estamos respirando la libertad que hay aquí para invitar también a que otros hombres nos sigan. El machismo está metido en nuestro ADN, lo tenemos que sacar. Hemos heredado una educación, y hombres y mujeres tenemos que reeducarnos. Yo mismo noto cosas machistas en mí. Queremos salir de este mundo machista que nos asfixia. Estamos hartos de estar callados y agazapados y de sentirnos mal”.

“No puedo con las ideas machistas de mi país, Ecuador, desde pequeña no lo he soportado”

Enma, nació en Ecuador, vive desde hace 14 años en Madrid. “He sufrido violencia machista y sé el dolor que comporta, por eso estoy aquí. Desde entonces he luchado contra el machismo, intento influir en mis amigas para que no se dejen maltratar y no consientan ciertas actitudes. Todo suele empezar con que te imponen cambiarte de ropa, luego tienes que estar dando explicaciones de dinero, gastos, adónde vas... Mientras ellos son libres. Cuando llegué a España me di cuenta de que también había machismo, pero aquí es más psicológico, con la voz. En mi país más bien te golpea, es más físico. De hecho no vuelvo a mi país porque no puedo con las ideas machistas que hay allá, desde que era niña no he soportado este tipo de acoso y me fui, de hecho no estoy preparada para volver. Aunque creo que la igualdad es difícil, se puede conseguir”.

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