Alfonso Alonso presume del decreto que dejó sin tarjeta sanitaria a más de 870.000 personas
Alfonso Alonso asegura que el decreto que dejó sin tarjeta sanitaria a unas 870.000 personas, la mayoría inmigrantes, ha servido para una “plena universalización de la sanidad”. Para el ministro de Sanidad, el decreto ley 16/2012 ha permitido la inclusión en el sistema de “colectivos que llevaban décadas apartados”, como algunos grupos profesionales y los mayores de 26 años desempleados que perdían la cobertura.
Estas palabras de Alonso han sido de lo más destacado de su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso, donde ha insistido en que el balance de la gestión del Gobierno en materia sanitaria es “positivo”. También ha defendido que los recortes sirvieron para impulsar “medidas de racionalización, que se deberían haber planteado en un periodo de bonanza”.
El ministro, que ha acudido a la comisión a petición propia tras acceder al cargo hace unas semanas, ha dedicado parte de su intervención a la crisis de la hepatitis C. Sobre este asunto, ha pedido a los grupos parlamentarios presentes que no se haga “partidismo” con los enfermos o los nuevos fármacos que sirvan para tratarles. Además, ha anunciado que el Ejecutivo está negociando qué medicamentos se incorporarán al sistema. “El Sistema Nacional de Salud garantizará que el tratamiento prescrito llegue a los pacientes”, ha señalado Alonso.
Sobre el plan estratégico para combatir la hepatitis C, el titular de Sanidad ha recordado que esperan tener en unas tres semanas un borrador sobre los pasos a dar con los enfermos. Esta iniciativa estará liderada por el doctor Joan Rodés, que pertenece a la fundación Pfizer, uno de los laboratorios más grandes del mundo. Sus compañeros en este comité de expertos también están vinculados de alguna manera a este sector, ya sea por haber trabajado para los laboratorios directamente o por haber recibido financiación para distintas investigaciones. Estos vínculos han sido criticados por la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública, que ha alertado de un posible “conflicto de intereses”.
A lo que no se ha referido Alonso es a las protestas de este fin de semana de las asociaciones de enfermos, que reclamaron que se pusiese a su disposición los fármacos necesarios para su tratamiento. El ministro se ha limitado a decir que las administraciones y los profesionales son los auténticos aliados de los pacientes, y ha dado un “mensaje de garantía” a los afectados. El otro punto destacado es la promesa del ministro de un registro de pacientes, que se realizará en colaboración con las comunidades autónomas.
Dependencia, ancianos y tercer sector
Alfonso Alonso ha dedicado gran parte de su comparecencia ante los diputados a la atención a los mayores, los dependientes y los discapacitados. Estos colectivos serán prioritarios para el Ejecutivo, según el ministro, que ha destacado que buscarán la protección de la familia y la infancia. Además, ha asegurado que se impulsarán políticas de juventud y emprendimiento y se buscará la consolidación de las actividades de las organizaciones sociales del tercer sector.
Otro de los objetivos que ha destacado para su gestión durante 2015 es que “las familias recuperen el bienestar perdido por la crisis”, a lo que según él contribuirá la reforma fiscal, que ayuda a los hogares monoparentales o con niños discapacitados. También ha anunciado la presentación de una estrategia nacional para las personas sin hogar, sin concretar cómo y de qué manera se desarrollará.