Ana Mato dice que se entera del estado de salud de la enferma de ébola por los medios
La ministra de Sanidad, Ana Mato, afirma que se entera del estado de salud de la paciente infectada de ébola “a través de los medios de comunicación”. La ministra, tras el Consejo Interterritorial de Salud se ha escudado en que “no soy yo quien debe informar” sobre la evolución de la enferma Teresa Romero.
Mato se ha limitado a subrayar que se están analizando todavía, “paso a paso” los eslabones de la cadena para hallar dónde pudo contagiarse Romero. “Seguimos avanzando en qué ha podido fallar”, ha rematado la minsitra con el consejero de Sanidad de Madrid detrás de ella Javier Rodríguez ya dio por buena la teoría de que la auxiliar se rozó la cara con un guante y que, además, ocultó informaicón durante días. La baza del “error humano” ya aventada por la Comunidad de Madrid ha sido amortiguada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy: “Hay una investigación abierta”.
El consejo, en teoría, se había convocado para explicar y consensuar con los responsables de sanidad de las comunidades autónomas los cambios en los protocolos de actuación para casos de ébola. En realidad, apenas han añarado la superficie: considerar contactos de riesgo a todo el personal sanitario involucrado en el tratamiento de un infectado, pasar a seguimiento activo a los contactos de bajo riesgo y trazar el umbral de fiebre de alerta en los 37,7 grados. Ahora eran los famosos 38,6 a los que se han agarrado las autoridades sanitarias para dejar a Teresa seguir fuera de aislamiento u observación una vez presentados “síntomas vagos”.
Ana Mato no se ha pronunciado sobre la posibilidad de revertir el destino del hospital Carlos III. El centro está en pleno proceso de conversión en hospital de media y larga estancia, perdiendo su carácter de apto para enfermedades infecciosas (que deberá recoger el hospital General de la Defensa que tiene un convenio con el Sistema Madrileño de Salud). “No estamos en eso ahora”, ha dicho. Sin embargo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saéz de Santamaría sí ha admitido unas horas antes que están dispuestos a que el Carlos III siga siendo un centro referencia para infecciosos.
