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Cebrián anuncia el nombramiento de Antonio Caño como director de El País

El periodista Antonio Caño.

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Antonio Caño ha sido nombrado director de El País, aunque no tomará posesión de su cargo hasta el mes de mayo. Después de Juan Luis Cebrián, Joaquín Estefanía, Jesús Ceberio y Javier Moreno, el hasta ahora corresponsal jefe en Washington y responsable de la edición americana asume la dirección del diario del Grupo Prisa. Caño aterriza después de que trascendiera que había redactado un informe que supuestamente le había pedido Cebrián, presidente de Prisa, sobre sus ideas para el futuro del periódico y que, por error, había enviado a medio centenar de periodistas y colaboradores.

Caño lleva 32 años en El País, donde ha trabajado como corresponsal en América Latina –al igual que Ceberio y Moreno ha pasado por la redacción de México–, en EEUU y ha ejercido de redactor jefe de Internacional y subdirector.

La llegada al poder de Caño se interpreta como un refuerzo del giro conservador sufrido por el periódico en los últimos años. Desde la victoria del PP en las elecciones de 2011, Cebrián ha elogiado en público la figura de Mariano Rajoy y sus relaciones con los medios de comunicación, en contraposición a la gestión de José María Aznar. En varias ocasiones, los editoriales han recibido de forma favorable determinadas reformas aprobadas por el Gobierno en política económica y ha llegado a la conclusión de que el inicio de la recuperación económica es un hecho.

Un dato poco conocido de la biografía de Antonio Caño es que mantiene muy buenas relaciones con el príncipe Felipe, desde que el heredero estudió en la Universidad de Georgetown, en Washington.

Ahora toma el relevo de Moreno al frente de El País, quien accedió a la dirección cuando se cumplía el 30º aniversario del periódico (mayo de 2006). Bajo su dirección, se han producido dos hechos insólitos en la historia del diario: el ERE en el que fueron despedidos 129 trabajadores en noviembre de 2012 (un 27% de la plantilla) y la publicación de una foto en primera página en enero de 2013 de un falso Hugo Chávez entubado en una cama de hospital.

Infolibre y Voz Populi habían adelantado este fin de semana la posibilidad del relevo en la dirección de El País, y se hacían eco del supuesto informe en el que, según estos medios, Caño pedía el cambio de la cúpula directiva del periódico. De momento, ya se ha producido el paso del subdirector José Manuel Romero a la jefatura de la sección de Nacional, cuyo responsable hasta la fecha, Javier Casqueiro, ha sido nombrado corresponsal en el Magreb. En este cometido, de momento, comparte tarea con Ignacio Cembrero, quien tiene pendiente un litigio con el Gobierno marroquí por la publicación en El País de un vídeo de un supuesto grupo de Al Qaeda en el Magreb.

Antonio Caño escribía hace dos años su visión sobre el periodismo un post publicado en su blog: “Nadie sabe si el periodismo seguirá existiendo dentro de otros 30 años. Quizá, no. De hacerlo, es evidente que será algo diferente a lo que hemos conocido hasta ahora. Con la desesperada locuacidad de la víctima ante la bala inminente, nos hemos lanzado en los últimos tiempos a una retórica desproporcionada sobre las excelencias del periodismo y su función social. Se elogia constantemente el periodismo de calidad, sin que sepa muy bien en qué consiste. Se confrontan modelos periodísticos como si fueran ideologías. Se sacralizan medios que quizá nunca se consoliden y se desprecian otros que quizá sería posible conservar, o viceversa”.

Y añadía: “Mentiría si dijera que esta es una profesión como cualquier otra. Sinceramente, me satisface tanto que me cuesta entender cómo hay gente que se dedica a otra cosa. Pienso, además, que, bien ejercida, puede llegar a resultar una profesión muy útil. Pero no podemos imponer que los demás lo crean también. La sociedad tiene de los periodistas el concepto que tiene, bueno en unos países y malo en otros, positivo en ciertas épocas y negativo en otras. No podemos obligar a nadie a que nos quiera para siempre. Quizá ni siquiera lo merezcamos. Si la historia dicta que hemos de desaparecer, desapareceremos, ojalá que dignamente. Prefiero vivir en un tiempo en el que existe el periodismo, pero no me parece inconcebible un mundo sin él ni creo que forzosamente tenga que ser peor que el actual. Después de todo, este oficio no lleva entre nosotros más que un par de siglos, y no siempre con motivo de orgullo”.

Caño llega a la dirección en un momento de crisis empresarial dentro de El País. El diario ha perdido 140.000 ejemplares de difusión media diaria en los últimos seis años (de los 435.000 de 2007 a los 292.000 de 2013), según la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD). Y también han caído sus cuentas: a cierre de 2012 (aún no han comunicado los datos a cierre de 2013), El País tenía un EBIT negativo de 5,43 millones de euros.

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