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Castilla y León autoriza una cacería fuera de temporada para que una empresa se libre de las piezas que le sobran

Muflón / Foto: Europa Press

Raúl Rejón

Fuera de la temporada permitida, la Junta de Castilla y León autorizó a una empresa de servicios cinegéticos que organizara una montería para cazar los muflones que 'sobraban' en la finca que gestiona en Ávila. La empresa no había podido celebrar la cacería prevista en las fechas recogidas legalmente y deseaba reducir el número de piezas en su coto. La partida se celebró el 3 de febrero.

La sociedad CMD Wildlife obtuvo el visto bueno oficial aduciendo los daños que provocaría una “alta densidad” en el coto Monte el Rincón, según la autorización redactada por la Consejería de Medio Ambiente.

Esa “alta densidad” ha sido provocada por la misma gestora ya que el terreno está dedicado, de acuerdo a su plan cinegético, a “la suelta y caza intensiva de muflones”. Es decir, es un espacio vallado en el que CMD Wildlife libera ejemplares criados en granjas para ser abatidos por los cazadores. “No se pudo dar la montería prevista en su momento por diversos temas y fallos de organización”, ha explicado un portavoz de la empresa a eldiario.es.

La Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León contesta que, además, la solicitud incluía que ese “importante número” de reses “seguramente serían cazados de forma furtiva por personas ajenas al coto”.

La autorización, asegura, respondía al hecho de que “no es recomendable, desde el punto de vista de conservación del monte, la presencia continuada de un herbívoro que ocasiona daños a los árboles”. Con esos elementos se permitió cazar a los animales “cuya presencia en el acotado no era deseable por el titular cinegético”.

Así que CMD Wildlife tenía un excedente de muflones. La Junta autorizó de manera extraordinaria a la organizadora a que le diera salida. La población se ha diezmado mediante diez puestos de tiro dispuestos para matar 40 ejemplares de macho, además de cuantos jabalíes fueran capaces de cobrar los participantes. “No hay problema de hembras embarazadas porque solo soltamos machos”, justifica el mismo portavoz.

Medio Ambiente dice que lo que se hizo fue aprovechar una montería de jabalí para “realizar el control poblacional de los muflones que deberían haberse cazado antes del 15 de diciembre”.

La empresa ha dicho a este medio que se pidió una montería extraordinaria para los muflones. En todo caso, cualquier partida atrae más a los cazadores si permite cobrar piezas diferentes. La Administración informa de que ha aplicado “el principio de precaución” ante posibles daños y no ha encontrado “ningún elemento de juicio” para oponerse a esta cacería fuera de los periodos habilitados por ella misma para cazar.

Los cotos intensivos

La cacería fuera de temporada del 3 de febrero pasado responde a la lógica impuesta por los cotos de caza intensivo: cercados diseñados para que las presas no puedan escabullirse. Esos cercones se alimentan con rebaños de animales que han sido desarrollados en otras explotaciones y se envían allí. Ejemplares seleccionados para satisfacer las medidas de cornamenta y tamaño que exigen los tiradores.

“Son monterías mucho más caras porque aseguran la pieza al estar cerrados”, analizan fuentes de la Guardería Forestal. En las fincas abiertas “los animales pueden huir, meterse en otro coto o, incluso, en zonas protegidas donde no se les puede disparar”, explican.

Medio Ambiente considera esta modalidad “residual” aunque le concede “una actividad comercial muy interesante desde el punto de vista del desarrollo rural”. De los 5.571 cotos privados de la región, solo 13 pueden soltar caza mayor (venados, jabalíes...) en cercados. De estos, seis tienen permiso para muflones. Uno de estos privilegiados es Monte de El Rincón.

El coto cuya montería autorizó el Gobierno regional es propiedad de una sociedad limitada: Explotaciones Agropecuarias Monte el Rincón. Sus titulares son los dueños del hierro Gregorio Fraile e Hijos, una ganadería de toros de lidia. Pero tienen arrendada la explotación cinegética a esta empresa CMD Wildlife que se coloca en un grupo de sociedades dedicadas a la cría de reses para la suelta en cotos intensivos, la producción de piensos específicos para estos animales y la gestión de fincas.

CMD se anuncia como “venta de jabalíes y muflones vivos. Caza en el Monte de El Rincón”. Su administrador solidario es Pablo Cañones Amarillo que también está al cargo de Cañones Servicios Cinegéticos. Esta última tiene toda una línea de “alimentación cinegética”. Pienso para presas de caza mayor criadas en explotaciones.

En esa empresa cuenta como socio con otro empresario del negocio de la caza: Mariano Reglero. Éste, a su vez, está al cargo de la sociedad Gestión Cinegética Integral que, entre otras cosas, se dedica a la venta de las reses de caza mayor que cría para cotos. Muflones también.

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