Catedráticos de una universidad pública usaron dinero de las matrículas de máster para gastos personales
Al menos dos catedráticos de la universidad pública Carlos III de Madrid, directores de máster, han utilizado los fondos obtenidos mediante las matrículas de esos cursos para sus gastos personales. Esos pagos se deducen de los recibos de taxi que unían las facultades con sus respectivos domicilios y que ha podido examinar eldiario.es.
Tras ponerse en contacto este medio con la universidad, ambos profesores, Fernando Mariño y Mercedes Caridad, han reconocido que pagaban así esos trayectos. La documentación a la que ha accedido eldiario.es se acota a un periodo de tiempo concreto: la facturación remitida a 31 de octubre de 2014 “correspondientes a los servicios facturados” por la cooperativa Radioteléfono Taxi a la institución. El total es de 1.700 euros.
En esos días, el catedrático de Derecho Internacional Público, Fernando Mariño, utilizó hasta 16 veces este servicio. La mayoría de las ocasiones viajó desde el campus de la Carlos III en la localidad de Getafe a su domicilio en la zona norte de Madrid, aunque también aparecen desplazamientos a direcciones en la ciudad en las que, por ejemplo, opera una clínica dental.
El presupuesto al que Mariño cargaba esos viajes entre su facultad y su casa no era el general de la universidad, sino de un máster que se nutre de las tasas abonadas por los alumnos que lo cursan, ha explicado el gerente de la entidad, Juan Manuel Moreno. Su gasto, solo entre el 1 de septiembre y el 10 de octubre de ese año, sumó más de 500 euros (a una media de 32 euros por trayecto).
La otra catedrática que ha pasado taxis a cuenta del dinero de la universidad para desplazamientos personales, según los recibos, es Mercedes Caridad Sebastián, del departamento de Biblioteconomía. Su uso es algo más modesto: cinco cargos entre su localidad de residencia en una zona residencial de la periferia madrileña y lugares como el Senado, el campus de Getafe o la terminal de llegadas del aeropuerto.
También aparecen recibos por carreras entre la Universidad Carlos III y un eje comercial de su localidad de residencia u otro que, simplemente, cumplimenta con un “Getafe-Pozuelo”. La universidad tiene establecido en sus normas que los trayectos de los profesores cuando van en representación académica de la institución sean abonados por ésta, pero no para usos personales“, han explicado a eldiario.es fuentes de la Carlos III.
Devolver el dinero
Una vez cuestionada la universidad pública sobre estos gastos, el gerente Juan Manuel Moreno ha relatado que se convocó a ambos catedráticos a una reunión “con el secretario general y el rector”. Allí, prosigue, adujeron “que no sabían, que ellos pensaban... que podían utilizar el dinero recaudado con las matrículas para esos transportes”. Moreno asegura que “tienen que devolver ese dinero mal utilizado” y que “se están revisando sus gastos desde 2011”.
El gerente ha subrayado a eldiario.es que “antes había un problema con los pagos de los taxis de manera generalizada” en la universidad pero que “se ha reducido el gasto a la mitad”. El caso de estos catedráticos “es excepcional”, justifica.
El gerente insiste en que estos recibos “se han escapado” y que la Universidad Carlos III “ha hecho un gran esfuerzo en transparencia”. Argumenta que “incluso cambiamos de auditoría cada dos años para que nos revisen mejor”. Quiere alejarse, dice, de escándalos en el uso de fondos como el que protagonizó la Fundación de la Universidad Polítécnica de Madrid con sus proyectos de investigación. En aquel caso, profesores responsables superaban el límite de ingresos para funcionarios, contrataban a familiares para sus proyectos, cargaban comidas y viajes personales o, incluso, compraban materiales a proveedores amigos.