Colocan carteles machistas en los juzgados de Violencia sobre la Mujer de Madrid comparándolos con Auschwitz
Los juzgados de Violencia sobre la Mujer de Madrid, emplazados en la calle Manuel Tovar, al norte de la capital, amanecieron el pasado lunes con carteles machistas. Los rótulos, que todavía no han sido retirados y señalan con flechas al edificio, incluyen frases como “juzgado feminazi”, “criminales prevaricadores” o “Auschwitz-Feminazi: trituradora de hombres”.
En otro de ellos han escrito “denuncias falsas” en línea con la idea de que son mayoritarias, a pesar de que la Fiscalía General del Estado, con datos de 2014, asegura que solo representan el 0,01% del total.
Los trabajadores de los juzgados sostienen que este tipo de acciones son recurrentes y aparecen y desaparecen de manera constante. De hecho, en noviembre de 2015 aparecieron pintadas de “stop feminazis” y “juzgados feminazis” alrededor de los mismos juzgados. Dos días antes habían sido asesinadas cuatro mujeres por violencia de género. El año finalizó con 60 casos, según las estadísticas oficiales del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Este 2016, la institución lleva contabilizadas 13 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas y seis menores huérfanos por violencia de género. La cifra podría alcanzar las 15 de confirmarse los dos casos que actualmente se encuentran en investigación.
Según explica una trabajadora de los juzgados a eldiario.es, “esto refleja los sesgos machistas de algunos grupos que ven en peligro sus privilegios” y demuestra, dice, “la enorme confusión que hay respecto a lo que es la igualdad y la lucha contra la violencia machista”. La experta reivindica, además, que se investigue si puede considerarse apología de la violencia. “Ya le toca actuar a la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad”.
En el mismo sentido se expresa Laura Nuño, directora del Observatorio de Igualdad de Género de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, para la que esto responde a “que muchos hombres están interpretando la pérdida de privilegios como una pérdida de derechos”.
Critica, además, “la impunidad con la que se produce, ¿sería posible poner algo de este tipo en la Audiencia Nacional?”, se pregunta. En ese caso, dice, “no sería tomado como una broma, pero esto sí porque solo afecta a las mujeres”.
La investigadora y activista feminista asegura que “es especialmente grave que se produzca en estos juzgados” porque el mensaje social e institucional suele ser el de animar a las víctimas a denunciar. “Ya le cuesta a una mujer hacerlo y salir de un contexto de violencia como para que se encuentre con esto”, concluye.
