Denuncian lentitud en las labores de rescate de los espeleólogos atrapados en Marruecos
“No entendemos la negativa de las autoridades marroquíes a que un equipo español efectuara el rescate”, señala en conversación con eldiario.es Juan Rengel, uno de los compañeros de expedición de los tres montañeros andaluces atrapados en un cañón junto a la cordillera del Atlas, en el sur de Marruecos.
Rengel, que permanece en la zona junto con otros cuatro miembros de la expedición que llegó la semana pasada al país, asegura que las autoridades marroquíes y el consulado español estaban al corriente de la dificultad de las labores de rescate y la falta de medios de la Gendarmería marroquí desde el primer momento. “Durante dos días no fueron capaces de sacarles; no tenían siquiera las cuerdas adecuadas, pero se ve que lo que impera es el orgullo”, añade.
Según Rengel, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía José Antonio Jiménez y Juan Bolívar y el abogado Gustavo Virues se encontraban en el fondo de un cañón muy estrecho adonde los helicópteros marroquíes, demasiado grandes, no podían acceder; una operación que sí puede llevarse a cabo con los medios de los que dispone la Guardia Civil. Desde el sábado se sabe del fallecimiento de Virues y este domingo ha fallecido el policía nacional José Antonio Martínez, según confirman fuentes diplomáticas españolas a eldiario.es. Se desconocen las circunstancias en las que se han producido las dos muertes.
El tercero, Juan Bolívar, ha sido rescatado del barranco esta noche, se encuentra en buen estado y ha sido trasladado por carretera a Ouarzazate, donde pasará la noche en un centro hospitalario, informan fuentes del Ministerio del Interior.
Jiménez, cuyo falleciento se ha conocido en la noche del domingo, presentaba una fractura en la pierna “y en estos casos el tiempo es fundamental. Si no se tapa una herida, te desangras y te mueres. Los diplomáticos españoles me han llegado a decir que no iban a entrar en una guerra con Marruecos y entiendo que pueden presionar hasta donde pueden, pero el resultado no llega, y estamos aquí, una semana después, con un compañero muerto colgado de la pared de un cañón y el otro malherido”, relata Rengel. Según las informaciones de la expedición, uno de los tres alpinistas podría haber resbalado mientras escalaban una pared arrastrando a los otros dos en la caída.
José Antonio Jiménez, Juan Bolívar y Gustavo Virues formaban parte de la expedición de nueve personas que llegó hace una semana a Marruecos. Los tres se separaron del grupo con la intención de volver al campamento base, en Imlil, el martes por la tarde. Cuando no acudieron al punto fijado y al ver que sus móviles no emitían señal, el jefe de la expedición dio aviso a la Gendarmería marroquí y al Consulado de España en Casablanca. Llevaban meses preparando el viaje y contaban con experiencia previa en este tipo de excursiones de montaña.
El barranco en el que se encuentran está situado a cuatro horas a pie y a 400 metros de profundidad del punto más accesible. Cuatro de sus compañeros permanecen allí y otros dos siguen en las inmediaciones de la localidad de Teseut para colaborar en lo que puedan en el rescate de los montañeros. Una delegación diplomática española ha sido movilizada desde Rabat y coordina en Ouarzazate, junto con las autoridades marroquíes y la Gendarmería, el dispositivo del rescate.
Los cuatro agentes del Servicio de Montaña de la Guardia Civil y tres agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía que se han desplazado a la zona estaban movilizados en Madrid desde el viernes por la noche a la espera de recibir la autorización de las autoridades marroquíes para colaborar en el rescate. La autorización de Marruecos llegó a mediodía del domingo, según fuentes diplomáticas consultadas por eldiario.es.
A las ocho de la tarde hora española, un helicóptero militar marroquí se ha desplazado hasta el barranco, cerca de Termest, con los cuatro guardias civiles y los dos GEO a bordo. Según ha podido saber eldiario.es de fuentes de la coordinación del rescate, podrían haber llegado ya hasta el primer nivel del barranco donde se encuentra un equipo de rescate marroquí. En el siguiente nivel hay otro más acompañando a los montañeros.
“Podríamos haber intentado acceder al barranco, pero no nos autorizaron”
El sábado, antes de la llegada de los cuatro agentes de la Guardia Civil y los tres GEO, un equipo de 17 personas del Grupo Espeleosocorro Andalucía había viajado hasta Marruecos para ofrecer su asistencia de forma voluntaria. El grupo colabora habitualmente con la Guardia Civil cuando requiere de su experiencia y medios en este tipo de situaciones.
“Hemos traído una tonelada de material, una médico preparada físicamente para bajar a una profundidad de hasta 1.000 metros y equipos de iluminación para trabajar de noche”, cuenta a eldiario.es, desde Ouarzazate, José Enrique Sánchez, secretario general de la Federación Andaluza de Espeleología.
Los compañeros de los tres montañeros creen que la presencia del Grupo Espeleosocorro Andalucía ha servido para que las autoridades marroquíes se hayan decidido a autorizar a los cuatro guardias civiles y los tres GEO la coordinación del rescate. “Al fin han entendido la gravedad de la situación”, añade Sánchez, que sigue en Ouarzazate a la espera de que la Guardia Civil pueda solicitar su asistencia. “Un rescate de estas características requiere unos medios y una experiencia que Marruecos no tiene. Podríamos haber intentado acceder al barranco el sábado por la noche, porque sabemos trabajar a oscuras, en cuevas, pero no nos autorizaron”, se lamenta.
Un rescate de esta complejidad, según Sánchez, necesita materiales específicos y personal cualificado, conocedor de las técnicas de utilización del material. A su juicio, los guardias civiles pueden llevar a cabo el rescate pero, si se complica, podrían necesitar un operativo de una veintena de personas para ser eficaces “teniendo en cuenta que el tiempo va en detrimento del estado físico de los montañeros”.
El grupo de voluntarios está integrado en el sistema de alerta de la Guardia Civil de montaña, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el 112 y colabora habitualmente con ellos en caso de que se detecte que no tienen medios suficientes para afrontar un rescate con garantías y con rapidez.