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España perdió en 2013 casi el doble de habitantes que el año anterior
La población residente en España se sitúa, a 1 de enero de 2014, en 46.507.760 habitantes, es decir un 0,47% y 220.130 personas menos que a comienzos de 2013, datos que reflejan el segundo descenso de población en España desde que existen datos anuales (1971).
El descenso de la población se ha intensificado respecto al año anterior cuando la población se redujo el 0,19%, según las cifras de población a 1 de enero de 2014 y la Estadística de Migraciones de 2013 difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística.
Las causas de la menor población se encuentran en la caída del número de extranjeros, ya sea porque regresan a sus países o porque consiguen la nacionalidad española y a la salida de ciudadanos españoles en busca de trabajo. Así, a lo largo de 2013 la cifra de extranjeros se redujo un 7,8% hasta las 4.676.022 personas.
El saldo migratorio (diferencia entre quienes llegan a España y quienes se marchan) fue negativo en 256.849 personas (llegaron 291.041 procedentes del extranjero y se marcharon 547.890), una cifra un 80,2% superior a la de un año antes y que estuvo basada en el descenso del 4,3% de la inmigración y el aumento del 22,7% de la emigración.
Medio millón de personas emigraron en 2013
Un total de 547.890 personas se marcharon al extranjero durante el año pasado y de ellas, 79.306 eran de nacionalidad española, según la Estadística de Migraciones difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que revela una caída de la población por segundo año consecutivo: España perdió 220.130 habitantes en 2013, a cuyo cierre se contaban 46.507.760 ciudadanos.
Según explica el INE, esta caída poblacional tiene entre sus factores el saldo migratorio negativo que dejó el año pasado, cuando se marcharon 256.849 personas más de las que llegaron a España. Esta cifra es un 80,2% mayor de la registrada en 2012 y es fruto de un descenso del 4,3% de la inmigración sumado a un aumento del 22,7% de las emigraciones.
Esto, junto a un saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) de 36.719 personas, hizo que se intensificara el ritmo de la caída de la población ya apuntada en 2012, cuando la cifra de habitantes se redujo un 0,19%. El tamaño del país está así menguando desde que al cierre de 2011 alcanzase su punto álgido: 46.818.216 habitantes, el número más alto de la década.
Sobre los que se marcharon, la estadística indica que el 14,5% del total, 79.306 personas, eran españoles, de los cuales, 52.160 habían nacido en España. También había españoles entre quienes llegaron al país el año pasado, un total de 33.393 personas, el 11,5% del total. Dejaron de figurar así cerca de 46.000 nacionales al cabo del año.
El resto de los emigrantes, 468.584, eran extranjeros. De hecho, durante el año pasado el éxodo de población foránea aumentó un 20,4% respecto de 2012, con la salida de 210.936 personas. En paralelo, la llegada de inmigrantes cayó un 5,4%, hasta situarse en 257.648.
Las salidas y el proceso de nacionalización, por el que 230.581 extranjeros se convirtieron en españoles el año pasado, dejaron al cierre del mes de diciembre una reducción global de la población foránea en España del 7,82%, es decir, 4.676.022 ciudadanos de terceros países.
Aunque todas las nacionalidades registraron saldos migratorios negativos, las mayores reducciones en términos relativos se produjeron en las comunidades peruana (perdieron al 23,76% de sus habitantes), colombiana (un 22,75% menos), boliviana (22,22% de reducción), ecuatoriana (20,96% menos) y argentina (15,20% de caída).