A Facebook no le gusta que se recuerde el Holocausto
María Torres tuvo que leer varias veces el mensaje que recibió de los responsables de Facebook durante la pasada madrugada: “Hemos eliminado el contenido porque no se ajusta a las normas comunitarias. Restringimos la exhibición de desnudos”. La “escandalosa” fotografía que hizo saltar las alarmas en la red social era una instantánea histórica de un grupo de esqueléticos prisioneros soviéticos. Tomada en Mauthausen por un fotógrafo de las SS, la imagen ha sido reproducida infinidad de veces y refleja el sufrimiento de los deportados que pasaron por los campos de concentración nazis. Facebook eliminó también el texto que la acompañaba: un escrito de Mariano Constante, uno de los pocos españoles que logró sobrevivir a casi cinco años de cautiverio en Mauthausen.
María está convencida de que no se trata de un error más de los sistemas de censura automática de Facebook. Ella es la creadora de Búscame en el ciclo de la vida, el principal blog memorialista de este país. Pese a tener cerca de 30.000 seguidores en su página y publicar solo contenidos de carácter histórico, la red social fundada por Mark Zuckerberg lleva tiempo teniéndola en su punto de mira: “Llevamos con problemas puntuales desde hace tres años, pero el acoso se ha intensificado durante el último mes. No hay mañana en la que no recibamos un mensaje diciendo que hemos incumplido las normas. Creo que existe censura ideológica, sin ninguna duda. En nuestra página los ultras han realizado comentarios bestiales contra nosotros y contra las víctimas del franquismo. Facebook jamás censuró uno solo de estos comentarios”.
El desenlace en esta batalla desigual puede producirse muy pronto: la red social le ha advertido de que “Búscame en el ciclo de la vida puede dejar de estar disponible” si continúan “haciendo publicaciones que infringen nuestras normas”.
Facebook avaló la página de la Fundación Francisco Franco
La determinación con que Facebook actúa contra esta página memorialista contrasta con su tolerancia frente a cuentas de otro sesgo político. El pasado mes de diciembre, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica pidió a la red social que clausurara la página de la Fundación Nacional Francisco Franco por incitar al odio. La ARMH explicaba en su denuncia que la FNFF reconoce como objetivo único el “difundir el conocimiento de la figura de Francisco Franco en todas sus dimensiones, así como de los logros llevados a cabo por su Régimen”. La asociación recordaba a la red social que ese Régimen fue responsable “del asesinato y la desaparición de 114.226 civiles, la detención ilegal de 400.000 personas, el exilio de medio millón de españoles, la marginación de la mujer y el secuestro de la democracia durante cuarenta años”. La ARMH también trasladó a Facebook varias publicaciones de la FNFF a modo de ejemplo; en una de ellas, el vicepresidente de la fundación, Jaime Alonso, declaraba: “El Régimen de Franco solo fusiló a 23.000”. La ARMH pedía una reflexión a los responsables de la red social: “¿Alguien imagina que una persona cercana a un grupo terrorista afirmara que ”solo“ habían asesinado a determinado número de personas? ¿Esa palabra ”solo“ no incita al odio?”.
Facebook apenas tardó dos semanas en analizar el caso para concluir que la fundación que ensalza la dictadura franquista “no infringe nuestras normas”. Emilio Silva, presidente de la ARMH, cree que “una red social como Facebook tiene una enorme responsabilidad pedagógica y política. Puede ser una gran herramienta civilizatoria y de universalización de los cultura de los derechos humanos. Y su manejo del big data, para obtener enormes beneficios financieros, debe servir para construir y universalizar los defensa de los derechos humanos”. María Torres comparte esta reflexión y no tiene dudas de que “existe un doble rasero en esa red social. Facebook es el neoliberalismo extremo llevado a los medios de comunicación. Globaliza la información, pero también globaliza la censura. Se presenta como un espacio de libertad de opinión, pero comprobamos cada día que no lo es. No voy a tirar la toalla. Pienso luchar para que no nos silencien. Se lo debemos a las miles de víctimas del franquismo”.