El Gobierno aprueba el decreto que acaba con las reválidas de la Lomce
El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el Real Decreto Ley de medidas urgentes para la ampliación del calendario de implantación de la Lomce. Lo que significa este paso es algo más simple que el nombre infinito elegido para nombrar el decreto: el fin de las reválidas como pruebas vinculantes para titular en ESO y Bachillerato y obligatorias para todos los alumnos y alumnas de España.
Con este decreto culmina un proceso que se inició en el Congreso el pasado 26 de octubre, cuando Mariano Rajoy anunció en la sesión de investidura que el Gobierno dejaría sin efectos académicos las reválidas hasta que hubiera pacto educativo. No hay novedad en el contenido del decreto, cuyos puntos fundamentales ya anunció el ministro de Educación y portavoz Íñigo Méndez de Vigo tras acordarlos con las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de hace dos semanas. Tras esa reunión, Méndez de Vigo anunció que Educación restablece el título único de la ESO, independientemente del itinerario que elijan los estudiantes, y que los alumnos y alumnas de FP Básica podrán obtener el título de la ESO.
El contenido del real decreto, que el Gobierno remitirá al Congreso para su convalidación, incluye las primeras cesiones del PP con la Lomce. Las polémicas reválidas, uno de los torbellinos de enfrentamiento con la comunidad educativa, se quedan con la aprobación del decreto en dos pruebas muy diferentes a las que ideó José Ignacio Wert cuando era ministro de Educación en la primera legislatura de Rajoy.
Así quedan los exámenes
Por una parte, un examen para los estudiantes de 4º de la ESO sin efecto sobre las notas que abarca solo asignaturas troncales y que se limita únicamente a algunos centros escolares que elija la administración. La ley contemplaba que aprobar esta evaluación fuera obligatorio para obtener el título y que, por tanto, fuera “censal” y no “muestral”, como ahora.
Por otra, la reválida de Bachillerato se transforma en una prueba de acceso a la universidad, “muy similar” a la antigua Selectividad que comprende materias solo del último curso (la Lomce preveía exámenes también del curso anterior) y que solo tendrán que hacer los estudiantes que quieran continuar sus estudios superiores en la facultad. El resto, no. De manera que pierde su carácter vinculante, como la de ESO, para titular. La evaluación de Primaria también se reduce, como la de Secundaria, solo a algunos colegios.
El Gobierno pretende con los cambios “proporcionar seguridad jurídica sobre las características y efectos de las evaluaciones” y defiende que la realización de las evaluaciones, muy mermadas, “permitirá realizar un diagnóstico de las necesidades de los centros educativos y de los alumnos con el objetivo de mejorar las actuaciones educativas en cada centro”.
El portavoz y ministro de Educación Íñigo Méndez de Vigo ha insistido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la “voluntad de diálogo” del Gobierno. “El Gobierno cumple”, ha afirmado, sin entrar a detallar los cambios que incluye el decreo.
Desde el Ejecutivo subrayan que esta medida, que se empieza a aplicar de inmediato, tiene carácter provisional “mientras se lleven a cabo las negociaciones” que conduzcan a pacto educativo y, en última instancia, un nuevo marco legal. La Comisión de Educación aprobó el pasado viernes la creación de una subcomisión ad hoc en vistas a tener listas las bases del acuerdo educativo en un plazo de seis meses.
385 millones a las comunidades
El Consejo de Ministros también ha dado luz verde a nueve programas de cooperación territorial en materia de educación por valor de 385 millones de euros y que incluye financiación para, entre otras cuestiones, formación en convivencia escolar, compra de libros de texto, apoyo educativo, aprendizaje de lenguas extranjeras o financiación de la FP y FP dual. 1,5 millones de esa partida se destinarán a la financiación de las pruebas de evaluación final de Primaria.