El Gobierno quiere un pacto educativo con presupuesto y blindado por mayoría reforzada
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha propuesto este lunes a los consejeros autonómicos que un acuerdo de Estado sobre la enseñanza vaya acompañado de un “pacto presupuestario” para dotarlo de “financiación estable y previsible” a lo largo de los años. Las negociaciones para un futuro pacto de Estado por la Educación han llegado así a la Comisión General de las Comunidades Autónomas, que no se reunía para hablar de este asunto desde 2013, meses antes de que el rodillo parlamentario del PP aprobara la Lomce.
“La mejora educativa no consiste siempre en invertir más, sino mejor”, ha subrayado Méndez de Vigo, quien ha defendido lo “fundamental” de un acuerdo presupuestario para “evaluar el funcionamiento y eficiencia de ese pacto para consolidarse en el tiempo”.
El ministro ha insistido en que el sistema educativo sea estable y “afiance” la distribución de competencias entre administraciones según la Constitución y los estatutos de autonomía, así como “flexible” para adaptarse a las diversas realidades territoriales, a sus circunstancias y necesidades. También ha defendido que ese pacto de enseñanza podrá consolidarse en el tiempo si se acuerda que solo pueda modificarse con una mayoría política “supercualificada”.
Más participación de las CCAA en el pacto
Los consejeros autonómicos de Educación han ido desfilando por la tribuna lanzando mensajes al ministro y al Gobierno. Ha habido diversidad de opiniones y de propuestas, algunas centradas en una queja común: la escasa participación de las comunidades como estructura permanente en la negociación del pacto, así como de la comunidad educativa.
El acuerdo, ha advertido el ministro, no debe hacer “tabla rasa” ni construirse “ex novo”, sino basarse en analizar certeramente lo que funciona y lo que no, con la experiencia de las comunidades. Por eso, ha instado a ser “responsables” para conseguir esa estabilidad trabajando juntos en la misma dirección, administraciones, fuerzas políticas y comunidad escolar, en la que debe centrarse el debate.
“Creo en el diálogo, en el acuerdo positivo para la sociedad” por medio del pacto, ha enfatizado el ministro. “Establezcamos el marco y los objetivos del debate y escuchemos” en un dialogo “abierto y participativo”, ha propuesto.
Un sistema “desequilibrado”
La apuesta del Gobierno, ha resumido el ministro, es una educación basada en el “aprendizaje de valores universales como la libertad y el respeto de los derechos humanos”. Asimismo ha citado “la libertad de elección, la igualdad de oportunidades y la equidad -para que nadie deje de estudiar por motivos económicos- y la calidad, donde el mérito y el esfuerzo sean recompensados”. El ministro ha sacado pecho con que tenemos un “buen” sistema, aunque admite que siguen existiendo “grandes desequilibrios” y se debe continuar reduciendo el abandono escolar prematuro.
El ministro ha subrayado que quiere contar con el profesorado para alcanzar el pacto y ha defendido su autonomía y libertad de cátedra, “autoridad ganada en el trabajo diario y aprecio y reconocimiento de su labor”, con “seguridad” en el acceso a la profesión, la formación continua y la carrera profesional.
