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El Gobierno aboca a quien suspenda la reválida de la ESO a retroceder en el sistema

Un profesor imparte clase en un instituto de Euskadi.

Daniel Sánchez Caballero

Al final pasó lo que muchos temían. La regulación por parte del Ministerio de Educación de las llamadas reválidas de Secundaria, necesarias para obtener el título, va a dejar a buena parte de los alumnos en un limbo educativo. La norma aboca a los alumnos que las suspendan a retroceder en el sistema yendo a la FP Básica (FPB). 

La vía educativa de la FPB está pensada, sobre todo, para estudiantes a partir de 15 años (los rebotados por la reválida tendrán 16) con problemas de rendimiento. Y este es el mejor de los casos. En el peor se quedarán estancados a la espera de repetir el examen o saldrán directamente del circuito educativo.

Además, habrá otros que ni siquiera podrán optar por ese camino ya que se les habrá pasado la edad. Entre los requisitos para acceder a la FPB consta no haber cumplido los 17 años ni cumplirlos durante ese primer curso.

Dado que los alumnos que progresan a curso por año finalizan 4º de la ESO con 16 cumplidos o por cumplir, que es cuando harán el examen de reválida, con solo haber repetido un curso quedarán automáticamente fuera de este itinerario. Y en España uno de cada tres alumnos de 15 años ha repetido algún curso, según datos de la OCDE.

Otro medidor como es la tasa de idoneidad eleva al 37% el porcentaje de estudiantes que, con esa edad, no está en el curso que le corresponde. La lógica hace pensar que los que han repetido algún curso tienen mas posibilidades de fallar en el examen general de Secundaria. 

Competencias profesionales básicas

Respecto al programa en sí, la FPB ofrece la cualificación profesional más baja que hay en España. Consta de dos cursos en los que se aprenden “competencias básicas de cualquier familia”, explica Miguel Recio, director del instituto Pío Baroja, en Madrid, y responsable de la Fundación de Estudios 1º de Mayo.

“Es una barrabasada [enviar a los suspensos a la FPB] porque no es un estudio postobligatorio, está entroncado en el sistema educativo obligatorio”, se lamenta Montse Ros, responsable de políticas educativas de CCOO.

Aplicado al caso práctico, Ros se refiere a que un alumno que aprueba 4º de la ESO en teoría ha concluido su andadura por la parte obligatoria del sistema. Pero si no aprueba la reválida, su única opción es retroceder a una vía paralela, “pensada para alumnos de 15 años que han repetido y están en 3º de la ESO o que hayan repetido dos veces y estén en 2º. Esos son los candidatos normales”, explica Recio, que afirma que además “hay que pescarlos para que acudan al curso”.

El sentido de retroceso que sufrirán los alumnos se explica porque cuando se titula en la FPB el estudiante tiene dos opciones (siempre que quiera seguir estudiando). Avanzar a una FP de grado medio... o presentarse a la reválida de Secundaria, justo de donde habría venido este alumno rebotado. Además, estos estudiantes se verán con compañeros menores, de 15 años en la mayoría de los casos (y excepcionalmente algunos de 14).

Entre sus objetivos de esa Formación Profesional se encuentran “aprender por sí mismos y trabajar en equipo, así como formarse en la prevención y resolución pacífica de conflictos (...), fomentar la igualdad efectiva de oportunidades entre hombres y mujeres (...), afianzar el espíritu emprendedor (...) o preparar al alumnado para su progresión por el sistema educativo”, entre otras, según el Ministerio de Educación.

La Comunidad de Madrid añade: “En esta etapa se presta especial atención a la tutoría personal del alumnado así como a la orientación psicopedagógica y profesional del mismo y fomentando la correcta expresión oral y escrita, el hábito de la lectura y la integración en el currículo de las tecnologías de la información y la comunicación”.

“Montar y desmontar fuentes de alimentación”

Entre el catálogo de títulos disponibles a nivel nacional (hay 21 establecidos por el Ministerio, pero no todas las Comunidades ofrecen el catálogo completo) se encuentran Servicios Administrativos, Electricidad y Electrónica, Informática y Comunicaciones, Peluquería y Estética, Reforma y Mantenimiento de Edificios o Actividades Domésticas y Limpieza de Edificios. Pero ofrece un bajo nivel formativo. Como su propio nombre indica, tiene un nivel educativo “básico” y una cualificación de 1 en el Marco Español de Cualificaciones, que comprende una escala del 1 al 8.

Un ejemplo: “En informática las competencias son montar y desmontar fuentes de alimentación, poner monitores o instalar periféricos”, explica Recio.

Además, quienes se oponen a esta salida recuerdan que la FPB ha sido un fracaso, al menos si se atiende a las matriculaciones. En su primer curso de aplicación (el pasado 2014-15) se matricularon 40.468 alumnos para 1º. Este segundo año se contabilizan cursos de 1º y 2º por lo que el total ha subido a 62.025 alumnos. Un incremento global en el que queda camuflado que las matriculaciones de primer  año han caído un 40%.

“Las tasas de abandono son altas y las de éxito, bajas”, asegura Recio. “Nosotros de dos primeros hemos sacado un segundo con 12 o 14 alumnos”, ejemplifica. “Las matriculaciones han caído porque la gente vio que no iban a ningún lado” con este programa, ahonda Ros.

Con el Real Decreto que regula las reválidas el Ministerio de Educación lo ha vuelto a conseguir. La inmensa mayoría de la comunidad educativa está en contra. Sindicatos, asociaciones de familias y de estudiantes y la Plataforma Estatal por la Escuela Pública han mostrado su rechazo al texto por varias razones. Entre ellas, que el Gobierno en funciones no tiene legitimidad para aprobarlo. Las Comunidades Autónomas que no gobierna el PP también se oponen, y Cataluña ha anunciado que no las aplicará. El sindicato CCOO recurrirá el decreto.

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