La Iglesia se jacta de aportar al Estado 5.000 millones, que le perdona cada año 3.000 millones del IBI
La Iglesia española saca pecho. Es más, le enmienda la plana al Estado, asegurando que sus actividades reportan a las arcas públicas más de 5.000 millones de euros, alrededor del 0,5% del PIB, según sus cálculos. Eso se desprende de los datos presentados este jueves en CaixaForum por el gerente del Episcopado, Fernando Giménez Barriocanal, en la tradicional Memoria Anual de Actividades correspondiente al ejercicio 2014.
No se dice nada, sin embargo, de los más de 3.000 millones de euros que se estima deja de pagar la Iglesia por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), o de los más de 11.000 millones con los que, según organizaciones como Europa Laica, las Administraciones públicas financian los colegios, hospitales, catedrales y personal en el ejército, las cárceles y demás rincones donde nadie se da por enterado que existe un Estado laico.
Los datos aportados por los obispos, sin embargo, muestran otra realidad: un 35% de los contribuyentes españoles (alrededor de nueve millones) marcaron la casilla de la Iglesia en 2014, que recibió en este concepto 250 millones de euros. Por comunidades, Castilla-La Mancha es donde más se marca esta equis, con casi un 49% de porcentaje, seguida de Extremadura, Logroño, Castilla y León o Andalucía. En contraste, Cataluña apenas aportó el 19%, y Euskadi el 30,91%.
El 80 % de esa cantidad, unos 200 millones de euros, se envía a las diócesis, fundamentalmente para pagar el sueldo de los sacerdotes. Otros 16 millones se van a la Seguridad Social del Clero, Cáritas (6 millones), la campaña de financiación (4,6 millones) o proyectos de rehabilitación y construcción de templos (4,5 millones). Nada se dijo de 13TV, aunque como ya informara este diario, 10 millones de euros van a financiar la televisión episcopal, sumida en una profunda crisis económica y de contenido. La próxima semana, la Comisión Permanente del Episcopado abordará el futuro de la cadena. El 20% restante va a gastos de la Conferencia Episcopal, donde se detrae esa aportación a 13TV.
La memoria desglosa lo que no “aporta” la Iglesia a la sociedad. Así, los obispos hablan de 240.282 bautizos o 52.495 bodas y asistencia a más de 10 millones de personas que asisten regularmente a misa. Las actividades de la Iglesia, según el informe, supusieron un impacto socioeconómico de casi 5.000 millones de euros de impacto total en el IPB (0,47%) y la creación de 62.382 empleos totales generados.
La Iglesia tiene, como explicó, 143 capellanes en las cárceles españolas, y el trabajo llevado a cabo por sacerdotes, religiosos y seglares suma 47,6 millons d ehoras, lo que supone un ahorro (para la Iglesia) de 1.115 millones de euros. Ello sirve para que la Conferencia Episcopal concluya que “un euro de la Iglesia rinde como 2,26 euros en servicio a la sociedad”. También prosigue el informe, en el ámbito educativo, donde 2.600 centros católicos emplean a 123.835 personas. Para los obispos, los colegios concertados ahorran al Estado 2.692 millones de euros.
También se vanaglorian los obispos del uso de templos apropiados por la Iglesia, como la mezquita de Córdoba, las catedrales y otros templos y conventos declarados como patrimonio cultural de la Iglesia genera 22.620 millones de euros de impacto económico (un 2,17% del PIB), y 225.300 empleos, como se ve en el informe, en el que ha colaborado la consultora KPMG. Si sumamos el impacto de las semanas santas, peregrinaciones o romerías, los obispos sostienen que la Iglesia “aporta2 al Estado más de 32.000 millones de euros (el 3,1% del PIB) y 360.000 empleos.
En plena campaña del IRPF, los obispos reivindican el valor de sus 3.168 enclaves culturales (entre catedrales, templos de interés cultural o museos), que generan 22.620 millones de euros de impacto, y alrededor de 225.300 empleos.
No supieron explicar los obispos cuáles son los gastos que generan este mantenimiento, o los privilegios en forma de exenciones fiscales, ni lo que cuesta al Estado mantener, conservar o, por ejemplo, iluminar estos templos. Tampoco quisieron los ponentes hablar sobre la polémica de las inmatriculaciones. Sí quisieron apuntar que la Iglesia se gastó 63,6 millones de euros en restauración de templos, y otros 24 en construcción de nuevas iglesias.