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La Majada de la Pedriza impulsará la divulgación de la investigación científica

La Majada de la Pedriza impulsará la divulgación de la investigación científica

EFE

Madrid —

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El descubrimiento de nuevos endemismos o el análisis de la evolución en los usos del suelo son algunas de las vías de investigación científica desarrolladas en el Parque Nacional de Guadarrama (Madrid) cuya divulgación impulsará el centro La Majada de la Pedriza.

“Estamos muy interesados en mostrar las líneas de investigación que se están desarrollando aquí en este momento, puesto que hay presencia de diversas universidades y grupos de trabajo”, han explicado a Efeverde los coordinadores de este centro de formación y desarrollo profesional del medio ambiente, Andrés Jiménez y Carmen Solla, que barajan la organización de conferencias anuales, simposios y otras propuestas que requieren tiempo de preparación.

Así, “en la última reunión que mantuvimos con responsables de la universidad de Alcalá de Henares (Madrid), tuvimos oportunidad de conocer los trabajos del investigador Vicente Ortuño para ampliar la biodiversidad hasta ahora conocida en la zona..., en este caso en busca de fauna subterránea.”

Los endemismos recientemente detectados de hongos o el cambio en los usos de los suelos, “sobre el cual organizaremos un congreso aquí el próximo mes de junio”, son algunos de los itinerarios científicos de interés que se están desplegando en este momento.

El centro, inaugurado a mediados del pasado mes de noviembre, aspira a convertirse además en un referente para la formación y titulación de profesionales relacionados con las actividades verdes que quieran incorporarse al mercado laboral o que lleven ya tiempo trabajando como guías medioambientales, en faenas forestales y de montaña o cualquier otro tipo de ocupación relacionada con el Parque Nacional.

En 2014 “lanzamos con gran éxito el primer curso internacional de gestión de áreas protegidas en colaboración con la Universidad Politécnica y el Parque Nacional” en el que participaron alumnos de postgrado “pues el nivel era alto” y que contó además con una decena de alumnos extranjeros, si bien “esperamos que la próxima edición prevista para el verano de 2016 sea aún mejor”.

Jiménez y Solla trabajan desde hace quince años en la sierra de Guadarrama gestionando equipamientos públicos como los centros de visitantes del Parque Nacional que “antiguamente eran los centros de educación ambiental de Manzanares, del valle de la Fuenfría..., hace unos cuatro años presentamos una propuesta de gestión diferente y empezó a gestarse” el proyecto que al final terminó cristalizando en La Majada de la Pedriza.

Además de la orientación científica y de formación, la idea es potenciar los productos sostenibles tanto de la vertiente madrileña como de la segoviana, así como presentar una amplia oferta de actividades para familias “de bota y mochila”, escolares y practicantes de deportes como el senderismo o la escalada.

“Promocionamos las manufacturas artesanales del entorno, desde las cervezas o embutidos ecológicos hasta las cerámicas artesanales o los juegos matemáticos confeccionados con madera”, explica Jiménez, en un espacio “que hemos denominado Co-Tienda para destacar el aspecto colaborativo de estos artículos locales”.

Respecto a los programas de ocio educativo, la propuesta es muy variada e incluye, entre otras opciones, practicar la ornitología en canoa en los embalses de Guadalix y El Atazar, convertirse en pastor por un día, aprender a reconocer los rastros níveos y a construir iglúes o visitar el yacimiento paleontológico de Somosaguas donde han sido desenterrados los restos de mamíferos del Mioceno.

Las instalaciones de este centro se ubican en unas antiguas casas taller de 60 años de antigüedad que “se construyeron para albergar a la gente que estaba con las repoblaciones de La Pedriza y luego han sido reutilizadas de distinta manera” hasta su uso actual.

Con el fin de causar el menor impacto ambiental posible, los edificios cuentan con elementos como iluminación led, caldera de biomasa y una ampliación de baterías para que el generador funcione sólo tres horas diarias, ya que no ha sido posible instalar paneles solares porque “la estructura antigua de la casa no soportaba los paneles solares en el tejado y no se puede hacer ninguna nueva construcción, dado el entorno protegido en el que estamos”.

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