El ministro de Educación, satisfecho con que la LOMCE haya aumentado los alumnos de Religión
Al ministro de Educación le parece “muy correcto” que esté aumentando el número de alumnos que cursan Religión en la escuela como consecuencia de la implantación de la LOMCE. Las matriculaciones en Religión, una materia que vuelve a contar para la nota, han subido “espectacularmente” en 1º de Bachillerato, según explicaron fuentes de CC OO con datos de la Asociación de Directores de Instituto (Adimad). El empujón ha llegado hasta un 150% en algunos centros.
Íñigo Méndez de Vigo ha afirmado esta mañana que cree “en la libertad, es importante que el sistema educativo tenga agarraderos, referencias a valores, en algunos casos religiosos y en otros éticos”, en alusión a la materia alternativa a Religión. Lo que no ha explicado el ministro es por qué el PP ha eliminado entonces Educación para la Ciudadanía del currículo.
En el Fórum Europa, Méndez de Vigo también ha apostado por alcanzar un “pacto educativo” para “poner fin a la inseguridad y las circunstancias políticas”, aunque tampoco ha ahondado en cómo piensa convencer de esto a la misma oposición a la que se le ha impuesto la LOMCE aplicando el rodillo, sin lugar a las concesiones. El ministro también ha defendido la ley como “elemento vertebrador” de España por su carga de asignaturas comunes (el 60%) y ha asegurado que las evaluaciones externas, las famosas reválidas, “se van a hacer”, pese a que la más polémica de estas, la de 4º de la ESO, quedó en suspenso tras la reunión de agosto con las Comunidades Autónomas, que la rechazan frontalmente.
A un par de meses para las elecciones, el Ministerio de Educación avanza por la senda de deshacer las medidas que el anterior equipo puso en marcha al principio de la legislatura. Méndez de Vigo ha insinuado que el Gobierno derogará la prohibición de sustituir a un profesor de baja hasta pasados los diez días, una de las principales reivindicaciones del sector. Sin embargo, también había anunciado que bajaría las ratios, pero lo hizo tarde y esta medida no ha llegado a tiempo para este curso.
¿A por el pacto?
El ministro repasó el momento del sector educativo durante su intervención. En una charla ya clave electoral, llegó a introducir datos sobre la evolución del paro o las ventas e incluso mencionó la “herencia recibida”. Cuando finalizó el repaso económico entró en la educación. “Vengo a escuchar y dialogar”, comenzó, para a continuación insistir en la “necesidad de alcanzar un pacto” que evite el uso instrumental de la educación.
Consciente de la dificultad de lograrlo, enseguida matizó que aspira al menos a “poner las primeras piedras”, e intentó obviar las diferencias con el resto de partidos políticos. “Hay que buscar puntos de encuentro”, afirmó, algo que no se ha hecho en toda la legislatura.
Un cambio de discurso respecto a su antecesor, José Ignacio Wert, quien en casi cuatro años no cedió ni un milímetro en sus postulados ante la oposición o los representantes del sector educativo. Pero está por ver si se queda en cambio de discurso o va más allá, toda vez que Méndez de Vigo se encargó de enfriar las expectativas respecto a la única concesión que había realizado hasta ahora más allá de las buenas formas y palabras: la suspensión de las evaluaciones externas, conocidas popularmente como reválidas, de 4º de la ESO, que anunció el pasado mes de agosto.
“Se van a hacer”, aseveró sin atisbo de duda. El ministro explicó que son uno de los tres ejes de la LOMCE junto a garantizar el estudio de un bloque común de asignaturas en toda España y el impulso a la FP y la FP Básica. El truco en la concesión que realizó Educación es que estas pruebas no llegan a las aulas hasta el curso que viene, de manera que su aplazamiento no supuso en realidad cambio alguno. “Vamos a sentarnos, voy a escuchar y las haremos de la mejor manera posible”, afirmó, “pero nadie me ha dicho que sean malas”, sostuvo. Habría que saber qué entiende el ministro por “malas”, dado que todas las Comunidades Autónomas que rechazan la LOMCE señalan que estas evaluaciones es uno de sus elementos más dañinos.
Recuperar las sustituciones
En la que fue la única novedad de toda la charla, Méndez de Vigo insinuó que el Gobierno eliminará la actual restricción a las sustituciones de los profesores. Desde 2012, para que la administración envíe un sustituto al frente el profesor debe estar al menos diez días de baja, hecho que provoca, además de trastornos a los alumnos, que el resto de compañeros vean ampliada su carga lectiva. Ahora Educación quiere eliminar esta medida de Wert, según deslizó el ministro ayer.
Pero no será con carácter general. El ministerio permitirá sustituir a los docentes en casos excepcionales como son la maternidad, paternidad, adopción o acogimiento, según la enmienda que el PP ha presentado a los Presupuestos Generales del Estado en el Senado.
El otro guiño al cuerpo de profesores —600.000 personas, 600.000 votos— fue la intención del ministerio de realizar un libro blanco “que recoja los ejes estructurales de la función docente” en torno a “las tres aes”, según las define el ministro: “Autoridad, autonomía y aprecio social”. En torno a ellas se regularía también el acceso y desarrollo profesional de la carrera docentes. Méndez de Vigo se va a encontrar aquí la oposición de los sindicatos. No al hecho en sí, pero sí a la vía elegida. “Un libro blanco es para hacer un diagnóstico de algo que se desconoce. Nosotros sabemos perfectamente cómo está la profesión”, según explicó recientemente Francisco García, secretario general de CC OO.
El ministro se refirió a la LOMCE como elemento vertebrador y que asegura la unidad de España. “La cohesión del país debe comenzar por la familia, por la escuela y debe ser un principio de los medios de comunicación. Es una labor de todos y la LOMCE lo persigue también. Cuando estableces un núcleo de asignaturas troncales para todos los niños de este país, estableces un acervo común de cosas”, afirmó en referencia a que la ley establece un 60% del currículo como contenidos comunes.