Nuevas agresiones homófobas en Madrid al grito de “puto maricón”
Madrid se ha vestido esta semana de banderas arcoíris para conmemorar el Orgullo LGTBI mientras el colectivo sigue denunciado agresiones homófobas. La última, este miércoles por la noche, cuando tres jóvenes volvían a sus casas tras haber asistido al pregón en la madrileña plaza Pedro Zerolo. Salían del metro sobre las 23:00 horas y “aparecieron tres chavales detrás de nosotros que empezaron a gritarnos 'maricón, vete a comer pollas' o 'id a chueca' al tiempo que nos empezaron a tirar piedras”, cuenta Raúl, uno de los agredidos.
Los tres, que forman parte de la junta directiva del colectivo por los derechos LGTBI Magdalenas Diversas, cambiaron de rumbo y se dirigieron a casa de Raúl para cenar. Unas dos horas después, “cuando mis dos amigos se iban, a uno le siguieron otros dos chicos distintos”, que empezaron a insultarle y le rompieron el labio de un puñetazo. El joven remarca que los tres portaban banderas arcoíris, chapas y abanicos.
Uno de ellos ha vuelto ha sufrir otro episodio esta misma mañana al subir a un autobús en el madrileño barrio de San Blas. En esta ocasión, dice Raúl, también iba con chapas similares. “Un neonazi del distrito, al que ya conocemos, le ha empezado a llamar 'maricón de mierda', pero la gente que había en el autobús ha salido en su defensa y no ha pasado nada más”, explica el integrante del colectivo.
Otra agresión en la ciudad
Este mismo jueves la organización LGTBI Respeta ha denunciado los hechos que se produjeron el pasado viernes sobre las 20:30 de la noche en la calle López de Haro. Una pareja de dos chicos fueron agredidos mientras paseaban y repartían panfletos contra la discriminación al colectivo.
“Pasaban por un supermercado y se encontraron con un grupo de unas veinte personas que vestían camisetas con las letras 'HSM', presumiblemente del colectivo nazi Hogar Social Madrid', que tras un cruce de palabras comenzaron a golpearles en el cuerpo al grito de 'puto maricón' y 'maricón de mierda'”, cuenta Adolfo Martínez, portavoz de la asociación.
En ese momento, uno de ellos comienza a ser perseguido por un grupo de agresores después de que comenzara a correr para huir y se resguarda en un establecimiento de la zona. “Los vecinos y los dueños de la tienda no dejan entrar a los agresores, que se alejan para coger objetos como botellas y vuelven”, afirma Martínez. “Es en ese momento cuando el chico decide salir del establecimiento y correr hasta dejarlos atrás”, continúa.
Tanto estos últimos como los jóvenes agredidos en San Blas han decidido denunciar los hechos. Algo que no hacen la mayoría de gays, lesbianas, bisexuales o trans que sufren episodios de violencia. El colectivo Arcópoli ha contabilizado 105 agresiones homófobas o tránsfobas en lo que va de año solo en Madrid. De ellas, únicamente 17, el 16%, se han puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Los delitos de odio no se denuncian, no es que no existan, pero solamente así podemos acabar con esta lacra”, dice Martínez.