La universidad pública de León recula y no forzará a alumnos a cursar la asignatura de Religión

Los ocho alumnos de 2º de Grado en Educación Infantil a los que la Universidad de León quería forzar a cursar la asignatura de Religión Católica ya no tendrán que hacerlo. El centro ha dado marcha atrás y, tras una reunión con los estudiantes afectados, ha decidido permitirles cursar Educación Intercultural, la optativa de la que en un principio se habían matriculado. Eso a pesar de que siguen sin ser diez alumnos, que era la razón que esgrimía la Facultad de Educación para no impartir esta asignatura, como publicó eldiario.es.

Ada Acevedo, una de las afectadas, confiesa su alegría por teléfono: “Estamos muy contentas, satisfechas y orgullosas, porque era algo que nos imponían y no queríamos hacer”. La Facultad convocó a los estudiantes a una reunión con el Decano este pasado martes para comunicarles que podían matricularse de Educación Intercultural, algo que les había negado llamándoles uno a uno a mediados de septiembre para informarles de que debían cursar Religión. Si no, perderían los créditos y el dinero de la matrícula.

Según cuenta Ada, presente en la reunión, el Decano no dejó entrar a los representantes del colectivo Alternativa Estudiantil Universitaria y Comisiones Obreras, que han mostrado su apoyo a los alumnos. “Nos recalcó varias veces que estaba haciendo una excepción”, relata la estudiante. Para Enrique Díez, profesor titular de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad de Educación, la decisión responde a que “el tema ha salido a la luz y el centro vio que no se olvidaba”.

En respuesta a las preguntas de este diario, la Facultad ha declarado que “se ha decidido abrir la asignatura (Educación Intercultural) a pesar de que no tenga diez alumnos”. Esa es la razón que les dio el centro para no ofrecerles la posibilidad de cursarla, a pesar de que, según explicaron estudiantes y profesores, no es una cifra inamovible, como se ha demostrado ahora. “Hay materias de otras carreras en esta universidad que se están dando con cinco o seis alumnos”, aclaraba entonces Díez.

“Se ha hecho justicia”

La materia de Educación Intercultural contará ahora con nueve alumnos (los ocho que se inscribieron en septiembre y uno más que lo ha hecho posteriormente), de los 74 con los que cuenta el 2º curso de Educación Infantil. El resto escogieron Religión, en opinión de Díez, porque existe “el mito y la presión ejercidos por algunos profesores al decirles a los alumnos que no podrán dar clase en un colegio concertado si no cursan la asignatura”.

Los alumnos afectados comenzaron a denunciar su caso por considerarlo un “atropello” a sus derechos y han conseguido recopilar más de 700 firmas de apoyo. Ya fuera por principios o por una decisión profesional, creían que el centro debía ofrecerles una solución “porque estamos hablando de creencias personales”, denunciaba una de las estudiantes. “A mí me parecía mucho más interesante para mi futuro la otra asignatura”, comenta Ada celebrando que “al final se ha hecho justicia”.

Para Enrique Díez se trata de una “noticia muy positiva que se debe a la capacidad de las estudiantes de movilizarse”, aunque el problema de fondo que él denuncia sigue estando presente: que la asignatura de Religión Católica se oferte en una Facultad de Educación de la universidad pública. La materia que se imparte en León cuenta con temas como El plan de Dios para el hombre, la ruptura de éste con Dios o Vocación y destino último de la persona humana, imagen de Dios.

Por eso, Díez y otros profesores que se han unido a su indignación, han comenzado a ponerse en contacto con otras universidades españolas para corroborar “que la mayoría han ido retirando esta asignatura de los planes de estudio”. Y esa es su intención: sustituirla, como ya intentaron cuando se implantó el Plan Bolonia, por una materia de igualdad entre mujeres y hombres y contra la violencia de género.