“Fui a decirles que están gobernando de espaldas al pueblo”
José Cosín y Antonio tienen hematomas. Ainhoa, magulladuras. Gabriel, una brecha en la cabeza que los efectivos del Samur tuvieron que coser con varias grapas. Son algunas de las personas detenidas el 25S, y que en la noche del jueves fueron puestas en libertad, tras pasar dos días arrestadas y aisladas de sus familiares y amigos.
Vale la pena
‘Gracias a todxs por el apoyo. Han sido 2 días duros, pero la lucha vale la pena’, ha escrito en su twitter José Cosín, uno de los detenidos, quien va a presentar un recurso de reforma contra el auto del juzgado de instrucción número 8.
‘En España se encierra y maltrata a quien lucha por los demás, pero a quien roba 20.000 millones le dan un banco’, ha dicho.
Cosín, abogado malagueño, lleva la acusación popular del caso Bankia. El 25-S se había acercado al Congreso para ‘ejercer mi derecho de petición. Nos enviaron a la calle Zorrilla, pero nadie nos atendió. Cuando salimos de allí nos pilló de lleno la primera carga policial’, cuenta.
Nos arrastraron como a animales
‘Una valla a mi lado cedió, yo me puse de rodillas con las manos en la nuca, empecé a recibir golpes de la gente que se caía encima. Entonces noté que los policías me agarraban y me sacaban, pensé que era para protegerme, pero no fue así. Me dieron un golpe, con la cabeza contra el quiosco de la plaza, me pegaron. Fue ahí donde me hicieron una de las heridas que tengo’, prosigue.
Antonio, hostelero rural, observó la escena y acudió al auxilio de José Cosín.
‘Vi el cuerpo de José en el suelo, un antidisturbios le golpeó la cabeza, así que me agaché para sacarle mientras sujetaba la valla, pero se me echaron encima, nos arrastraron por el asfalto como si fuéramos animales’, denuncia.
José Cosín cree que él fue el primer detenido del 25S. ‘Me metieron en el furgón tras la primera carga y dijeron: ‘Aquí va el primer pavo’.
Con luz las 24 horas del día
‘Siento vergüenza y rabia’, murmura Antonio. ‘En la comisaría recibimos malos tratos, nos negaban ir al baño, nos encendían las luces de noche, tenían una actitud intimidatoria, con la porra golpeándose la mano y diciendo: ‘venga, rapidito!!’, recuerda.
‘A mí me tuvieron mucho tiempo esposado, me apretaron mucho las esposas. Me metieron en una celda donde había otro detenido con dos golpes graves en la cabeza. El hombre se desmayó. Yo empecé a pedir asistencia médica, '¡asistencia médica!', grité, y golpeé las verjas porque nadie venía’, explica José.
‘Entonces vinieron, le atendieron y preguntaron: ¿Quién es el ruidoso?’. Dije que yo había pedido asistencia médica, y como castigo me llevaron a la última celda, aislada, donde estuve 44 horas. Al estar tan alejado, no me atendían, pedía ir al baño pero no venían, por la noche no apagaban la luz, siempre con luz...’
Un mismo auto para 34 casos diferentes
Cosín no oculta su indignación ante los delitos que se le imputan. ‘La policía me acusó de desorden público, pero ahora el juzgado de instrucción me atribuye tres delitos, que podrían sumar una pena de cuatro años de prisión. Y todo esto sin haber hecho nada. Es inconcebible’, protesta.
Y añade: ‘Su Señoría imprimió un auto para todos los detenidos, como si tuviera demasiada prisa como para pararse a mirar caso por caso. Y esto, después de que la propia Audiencia Nacional considerara que no hay delito contra las instituciones del Estado’, recuerda.
El atestado policial afirma que José Cosín 'se encontraba haciendo resistencia pasiva en el suelo e impidiendo el paso de los funcionarios'. Por ello la policía le acusó de desorden público.
Ahora, el juzgado de instrucción número ocho de Madrid considera que ‘existen motivos bastantes para estimar responsable criminalmente del delito de atentado, resistencia y delito contra las instituciones del Estados a los detenidos’, informa Alejandro López.
Es la misma acusación para 34 de los 35 arrestados del 25S. El único al que se le imputan cargos distintos es Manuel, que pasó una noche más encerrado, acusado de dos delito de atentado y uno de desórdenes. Fue puesto en libertad en la tarde del viernes, después de que su familia pagara una fianza de 1.000 euros.
‘Voy a recurrir contra el auto’
José Cosín está redactando un recurso de reforma contra el auto del juzgado de instrucción número ocho, al que probablemente se sumarán otros afectados.
‘Hay gente que fue arrestada en Atocha a la que acusan de perturbar el orden de las instituciones. Atocha está muy lejos del Congreso!’ subraya.
Y añade: ‘Esto es una persecución política. Yo no fui a perturbar el Congreso. Fui a decirles que están gobernando de espaldas al pueblo. La soberanía reside en el pueblo, que la deposita en el Congreso. Los diputados son simples depositarios’.
Antonio lo explica así: 'Mi único delito fue auxiliar a una persona caída del suelo. Y por eso me criminalizan. Esto parece propio de un estado de excepción. Esta es la democracia en la que estamos: una democracia del silencio’.